ᴘɪʀᴀᴛᴀ 🏴‍☠️

Capítulo 15.

Después de sacudir la cama para tratar de sacar el olor que las chicas dejaron impregnado en las sábanas, el capitán escucha la puerta del baño y observa cómo el príncipe sale con la ropa que él compró.

La camisa es holgada y tiene un cuello victoriano, como las que usa la realeza. Louis quiso darle algo que le recuerde a su hogar, y quiso descubrir lo que a él le hubiese gustado comprar, por lo que optó por esa camisa, y está muy satisfecho con el resultado. Harry luce muy diferente en esa ropa, también se ve más cómodo y relajado, se ve hermoso.

Se aclara la garganta al darse cuenta que no ha dejado de verlo desde que salió, desviando su mirada con rapidez.

—Puedes dormir en la cama. —Rompe el silencio, pero el príncipe tiene otros planes.

—¿Después de ver a esas mujeres desnudas y haber imaginado lo que hacías con ellas? No gracias. —Louis mira hacia el techo, maldiciendo internamente.

—Mira, no hicimos nada. Ya te dije que impediste la parte buena. —Harry sacude la cabeza y observa alrededor de la habitación hasta encontrar un pequeño sofá.

—Prefiero dormir en el sofá.

—Es demasiado pequeño. —Habla con autoridad, pero el príncipe no le presta atención y camina hasta el sofá para sentarse y ponerse cómodo.

—Está bien para mí.

—Pediré que cambien las sábanas, no es necesario que duermas allí. —Trata de hablar con más calma para no parecer malvado, señalando el sofá para darle a entender lo pequeño que es, pero frunce el ceño al ver que el menor lo ignora por completo y se acomoda en posición fetal.

Louis sale de la habitación con molestia, esperando encontrar a alguien dispuesto a cambiar la sábana de la habitación.

—Que orgulloso de mierda es. —Murmura con fastidio antes de llegar a la recepción.

Hay una mujer sentada en un escritorio cuando Louis se acerca con pasos firmes hasta quedar frente a ella.

—Necesito un cambio de sábanas en mi habitación. —Habla con voz firme, mirando a la mujer con el ceño levemente fruncido.

—Claro, enseguida le llevo unas nuevas, capitán. —Responde la mujer con rapidez.

—Que sea rápido. —Ella hace una pequeña reverencia y Louis se aleja para subir nuevamente a la habitación.

Se sorprende cuando ve en dirección al sofá y se encuentra con el príncipe dormido en la misma posición que lo dejó.

—Que pesado, joder. —Se cruza de brazos con molestia, sin dejar de mirar al menor.

No puede evitar quedarse mirando en su dirección, poniendo especial atención a sus labios entreabiertos, tan rosados y gruesos que el capitán desea besarlos con impaciencia. Su cabello rizado cae sobre su rostro de manera preciosa, dándole una apariencia muy juvenil y adorable. Se abraza a sí mismo como un pequeño niño con frío, y Louis se ve tentado a colocarle un abrigo que también compró para él.

Cuando está frente al armario, la chica de la recepción entra en la habitación con un juego de sábanas en sus brazos.

—En unos segundos estará lista, señor. —Dice ella con timidez después de ver a Harry dormido en el sofá de la esquina.

Louis la ignora por completo y toma el abrigo en sus manos antes de acercarse al príncipe y colocarle la prenda de manera experta. Recuerda la primera vez que tuvo que vestir al menor cuando llegó al barco, él estaba inconsciente y su cuerpo estaba muy pesado, toda su ropa estaba mojada, por lo que Louis tuvo que despojarlo de su ropa y colocarle una propia mientras dormía plácidamente.