ᴘɪʀᴀᴛᴀ 🏴‍☠️

Capítulo 34.

Durante los tres días siguientes, Louis se mantiene muy ocupado en la comodidad de su camarote, leyendo uno de los libros para Harry, dedicando gran parte de sus horas a velar por sus necesidades y caprichos, aunque al principio se negaba rotundamente a cumplirlos. La verdad es que ahora le importa muy poco perder parte de su orgullo para complacer a su "novio", ya que también le llena de mucha satisfacción ver la alegría en su rostro ante el más pequeño detalle y muestra de afecto de su parte. Todavía no se acostumbra a poner una etiqueta para lo que tienen, pero ese término es el preferido del príncipe, y aunque lo odia no puede negarse.

Ha aprendido muchas cosas sobre él en estos días, como el hecho de que Harry adora los abrazos y acurrucarse a su lado por tiempo ilimitado. Ser atendido y consentido por Louis al parecer es muy importante para él, lo ha llegado a entender mejor ahora que son más "cercanos". Atención y cariño es lo único que pide para ser feliz, y la verdad no es difícil que obtenga su atención porque ya la tiene por completo. Es el dueño de toda la atención del capitán.

Harry no abre la boca para quejarse mientras Louis esté todo el día a su lado, su presencia no es molesta ni incómoda, Louis ni siquiera escucha su voz tanto como pensaba que la escucharía, es muy callado realmente, incluso puede trabajar dentro del camarote sin problemas. Es bastante tranquilo, algo que sin duda es muy satisfactorio para el capitán. Al parecer ambos son amantes del silencio, al menos tienen algo en común, además de su amor por la lectura y el arte.

—Fue un buen libro. ¿Te ha gustado? —Pregunta con entusiasmo una vez que ha cerrado el libro después de leer la última página y dejarlo sobre la cama.

Harry está tumbado a su lado, con su cabeza apoyada en su pecho, sintiendo las vibraciones de su tórax cada vez que pronuncia una palabra. Es muy relajante escucharlo leer, aunque no es el mejor narrador.

—Sí, me gustó mucho. —Harry no podría decir que estaba prestándole mucha atención al libro, ya que estaba concentrado única y exclusivamente en la acelerada pero jodidamente sensual voz del capitán.

Harry tendría que haberle pedido que fuese más lento al momento de leer en compañía de alguien más, sin embargo, decidió no interrumpirlo y dejar que continuase con su ritmo descontrolado de lectura, aunque no fuese capaz de entender mucho, o realmente nada de la historia. Asumió que era su primera vez leyendo para otra persona, y eso lo hizo todo más especial. Claro que Harry no está tratando de ver cosas especiales donde realmente no las hay, es sólo una forma de recrear sus ilusiones sobre lo que una linda relación sería. Claro.

Como si Louis alguna vez actuaría como los protagonistas en sus libros. Sin embargo, Harry no quiere perder la esperanza, aunque las cosas a su alrededor sean todo menos un cuento de hadas y príncipes azules.

—¿Qué es lo que te tiene tan distraído? —Louis pregunta, tomando un mechón de Harry para ponerlo detrás de su oreja, haciéndolo sonreír.

El menor se sonroja demasiado, incluso hasta las orejas, y el capitán no puede imaginar todo lo que está pasando por su cabeza en ese momento. Harry tampoco se atreve a decirle.

—¿Qué es? —Louis alza una ceja, inclinándose mucho más para quedar frente a frente con él.

Harry esquiva su mirada al instante, incapaz de mantenerla cuando tiene tantos pensamientos bochornosos en su cabeza. Es vergonzoso. Louis ladea un poco la cabeza, esperando una explicación a ese extraño comportamiento del príncipe, deseando poder leer sus pensamientos más profundos.

—Yo... Ya no quiero ser pudoroso. —Louis lo mira con ojos muy abiertos, apartándose un poco con sorpresa, y Harry se muerde el labio inferior antes de seguir hablando—. Quiero ser ese placer que obtienes con otras personas. Puedo serlo... ¿Verdad?