ᴘɪʀᴀᴛᴀ 🏴‍☠️

Capítulo 8.

El príncipe grita como si estuviesen desgarrando sus entrañas y rompiendo sus huesos uno por uno, y el sonido llega hasta los oídos del capitán, quien rápidamente se cubre las orejas porque no soporta escuchar el grito lleno de dolor que se filtra en su cabeza como una jodida pesadilla atormentando sus pensamientos.

Louis abre los ojos con pánico y se incorpora en la cama de un salto, sudando como un cerdo mientras escucha el latido de su corazón cada vez más acelerado debido al miedo inexplicable en su interior. Los gritos se han detenido para ese entonces, Louis observa el espacio vacío a su lado y sólo puede pensar en el chico de ojos esmeraldas con rostro aniñado y cabello rizado el cual considera el espécimen más hermoso que ha visto en su puta vida, así que se coloca de pie y sale del camarote a toda prisa con un terrible presentimiento, dispuesto a ir por él y castigar a quien se haya atrevido a ponerle una mano encima.

Espera que no sea demasiado tarde, y que los gritos de sufrimiento sólo hayan sido producto de su imaginación perturbada.

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Harry sigue los pasos de Zayn hasta detenerse frente a su camarote, el mayor abre la puerta de madera y lo invita a pasar haciendo señas con una mano de manera gentil. El menor lo piensa por unos instantes antes de dar el primer paso dentro de la oscura habitación. Siente escalofríos por el simple hecho de que todo el interior es oscuro y tenebroso, además está demasiado silencioso y no se siente cómodo estando allí con un hombre desconocido. El espacio es mucho más reducido que el camarote del capitán, pero al menos tiene una cama matrimonial a diferencia de las pequeñas camas de afuera. Todo su cuerpo está tenso porque a pesar de estar en una habitación privada y gozar de una cama grande, se siente en deuda con el pirata que lo rescató.

El moreno cierra la puerta y se quita su abrigo, dejándolo caer en el piso para luego deshacerse de sus zapatos. Harry se gira en su dirección y lo mira con profundo terror, todavía sintiendo las lágrimas frescas en sus mejillas. Zayn se acerca y acaricia su mentón, secando algunas lágrimas que corren por allí.

—Ya nadie intentará hacerte daño. —Dice con suavidad, sus caras están tan cerca que Harry puede oler su aliento y saber que estuvo fumando tabaco.

No sabe qué decir, sólo se deja caer en el piso de aquella habitación, abrazando sus piernas antes de comenzar a llorar incluso más fuerte que antes. Si su padre lo viera se sentiría muy decepcionado por lo cobarde que ha sido y lo vulnerable que se ha dejado ver. Zayn frunce el ceño ante su reacción, e inmediatamente se inclina a su lado.

—¿Qué ocurre? ¿Te hicieron algo allá abajo? —El menor sacude la cabeza y Zayn tiene que arrodillarse para poder escuchar lo que dice.

—No quiero que me escojáis. —Habla con voz entrecortada debido al nudo en su garganta. El moreno ladea la cabeza y sonríe con diversión porque aquella declaración le parece increíble.

—Pero te he salvado de una cosa terrible. ¿No estás agradecido? —Harry asiente, frotando sus ojos con un puño para alejar las lágrimas que se acumularon en sus cuencas.

—Lo estoy. Verdaderamente lo estoy. Pero no tuve otra opción, debía venir aquí, o de lo contrario, lo lamentaría. —Evita mirarlo a los ojos porque la oscuridad en su mirada le causa cierta desconfianza. Es muy misterioso.

Zayn suspira con pesadez, había dormido pocas horas antes de que su sueño se viera arruinado por algún espíritu de media noche. Sufre de insomnio crónico, pensaba llamar a Niall a su habitación para dormir con él entre sus brazos y así conciliar el sueño, pero para su desgracia ya el rubio tenía otros planes que no lo incluían a él.