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Heeyoon es huérfano.

Después de que el grito de Kijoon lo anunciara, la grabación de Sowoon lo confirmo. En total silencio y con todos los oídos a la expectativa, le dio play al audio que permaneció como un susurro en el aula, y que termino de convencer a aquellos que lo creían inverosímil.

¿Quién era ese individuo entonces a quién tanto le temían?

Si no era el hijo del presidente.

No era nada más que basura.

—Ahora todo tiene sentido.

Uno de sus compañeros fue el primero en ponerse en pie.

—¡Tiene sentido el porqué lastimaba a Yoongi más que a todos!

—Silencio...— su orden ya no tuvo validez.

—¡Es verdad!— otro se sumó a la revuelta— ¡Yoongi también es huérfano y quizás conocía su secreto! ¡Quizás crecieron en el mismo orfanato!

—Oh, pobre Yoongi...—Se lamentaban sobre sus actos—  no merecía ser lastimado, siempre quise intervenir pero por miedo a ser expulsada...no lo hice.

—¡Eres un maldito mentiroso!— lo señalaron con repudio.

—¡No eres nadie sin tu supuesto padre! ¡Lárgate de esta escuela y déjanos en paz!

Cuando sintieron que el pie se les era quitado de la garganta y que la navaja ya no presionaba sus costillas, fue que alzaron la voz sin miedo a que les fuese arrebatada.

—¡Eres igual a Yoongi y en vez de ayudarlo a adaptarse, hiciste de su vida una miseria!

—¡Todos ustedes, estúpidos, lo hicieron conmigo!— gritó en un vano intento por defenderse— ¡¿Cómo le pueden creer a Kijoon y a una grabación mal editada?! ¡¿Cómo le van a creer a estos dos imbéciles?! 

—¡Basta! Reconozco que lo que hicimos cómo simples espectadores estuvo muy mal— Suji renegó furiosa— Pero explica entonces tu odio hacia Yoongi. Explica porqué te encaprichaste con él hasta el punto de crear una estúpida guía. Explícanos porqué, de entre tantas personas, lo elegiste a él como saco de boxeo.

—¿Qué? — se rio, como único consuelo— Pero, ¿qué demonios les sucede? ¡Esta desconfianza van a pagar-! 

—¡Explícalo!

En un arrebato Suji le arrojó con fuerza su mochila. 

—¡¿Por qué Yoongi?! ¡¿Por qué?!

El muchacho retrocedió buscando con su mirada la ayuda de Jungseok, pero este al igual que todos, esperaban una respuesta.

—No te queda otra alternativa. Hazlo.

Kijoon presionó y tras él una oleada de peticiones lo acorraló sin escrúpulos, sin misericordia. Lo intimidaron hasta que se sintió pequeño, lo amenazaron hasta que se vio avergonzado, temeroso e insuficiente.

Heeyoon no tuvo más remedio que correr y buscar respaldo en el director. Sin embargo, para cuando quiso llegar y quejarse, se encontró con el máximo amparo del que se quiso volver a aprovechar.

Hwangtae.

Su visión era precaria, sus párpados caídos comenzaban a pasarle factura y la cantidad de aumento en sus lentes incrementaba con el tiempo, pero incluso así, con su vista deteriorada, supo que la expresión dolida de aquella jovencita era real, legítima.

Recibió un inorpotuno mensaje cuando quiso responderle, y se percató que era importante al escuchar el tono de la notificación. Se excusó un momento y dando un paso atrás revisó el buzón entrante.

For 365. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora