For 365.

3(6)5.

No me rendí.

Sin decirlo en voz alta, fue lo que pensaron al visitar sus tumbas.

Contra todo pronóstico, seguí.

Y la prueba estaba ahí, sosteniendo un ramo de flores, aguantandose las lágrimas.

¿Adivina qué, mamá?

Logré volar alto, no cómo una tierna mariposa sino como una feroz águila, despegue del suelo dispuesta a tocar y atravesar las nubes para intentar llegar a ti, para decirte que pude hacerlo contra viento y marea.

Logré deshacerme de lo que me ataba a la tierra, con un poco de ayuda.
Papá está en prisión; si, después de tanto meditarlo lo hice, después de tanto soportarlo por fin me atreví. Siento haberme demorado, siento haberme acostumbrado...Sé que sufriste tanto como yo, pero ma, ya no hay de qué preocuparse; ahora está pagando cada uno de sus males encerrado en el calabozo. Y quizás, cuando tenga tiempo de pensar en ello, cuando mi corazón crea que ya es suficiente peso, pueda... perdonarlo.

¿Recuerdas a Junha?

No estaba sola. Nunca lo estuvo. Y desearía que estuviese aquí para que presenciara con sus bellos ojos la justicia que se está llevando a cabo en su nombre. Más de 20 acusaciones enviaron a Jo Se Kyung derechito a prisión, hundiéndose mucho más al ser hallada culpable por portar y consumir porquerías, no hubo nadie quién la defendiera, cayeron todos los involucrados como una reacción en cadena. Junha, por favor descansa en paz, que ya no hay nada en este mundo que te impida ser feliz.

Vete lejos como tu apellido, prometo que Sowoonie soltará tu amargo recuerdo y traerá de reemplazo esa angelical sonrisa, por la que mereces el mejor puesto en el firmamento.

¿Adivina qué, abuela?

Estoy comenzando de nuevo. Así, tal cual lo escribiste. Estoy trazándome un camino alejado de las turbulentas aguas, fabricando un bote con un par de manos amigas.

Estás invitada a guiarme el camino, así que sólo brilla con intensidad sin preocuparte por lo que suceda en la tierra. Se la estrella que más destaque en el nocturno cielo, para que cuando mi hermano levante la cabeza pueda reconocerte. Porque sí, tal cual lo escribiste, Yoonjae decidió rehabilitarse y enderezar la rama que creyó torcida desde nacimiento.

Eunmi, puedes soltar mi mano. Subir y decirles que está vez no me perderé, y que no tengo afán de verles todavía.

¿Adivinen, qué?

—Estoy viviendo.

Al unísono se respondieron la misma pregunta, solo que no se escucharon. Se hallaron en el mismo cementerio pero en diferentes zonas; tan lejanas la una de la otra que nunca hubiesen coincidido, pero el destino ya les había preparado la manera de juntar sus caminos y todo comenzaba por 365.

Cuando se vieron a las afueras del lugar se sonrieron, y montándose en su bicicleta iniciaron un recorrido hacia aquel camión de helados que vieron pasar cuando llegaron, y que desearon que estuviese ahí para cuando decidieran partir. Sowoon observó que la mano del muchacho aún sostenía el blanquecino clavel, sin embargo no quiso preguntarle el porqué no lo había dejado en su tumba.

—Se marchita.

Pero aunque Yoongi no pudiese observar su mirada, esta fue tan persistente que la delató.

—Sé que Eunmi me hubiese pedido dejarla en agua y cuidar de ella.

La morena sonrió.

—Vamos a cuidarla entre los dos.