For 365.

24.

He vivido los mejores años de mi vida, y he apartado con anticipación mi lugar en las estrellas. No tengo ninguna queja más que pedirle al universo que mi ausencia sane rápido, y que procure hacer felices a quiénes dejo en la tierra.

A mi querido Yoonjae; quién decidió refugiarse en el vicio, le deseó una vida limpia, y una pronta reconciliación con el pasado.

A mi amado Yoongi; a quién mime y consenti, deseó que sea tan feliz que haga a las almas arrepentirse de haberse ido.

Yoongi. Yoonjae.

Deseó que mi muerte no desate más desgracias. Sino que sea la base de un nuevo comienzo.

Los amo con todo mi corazón, mis pequeños Yoon.

— Song Eun Mi.

10:26 AM.

El cuerpo de Eunmi no resistió, y murió en una cálida mañana dónde la brisa era fresca y el sol veraniego. Al parecer el cielo le daba la bienvenida a ese ángel que duró mucho tiempo en la tierra.

Cuando los médicos arribaron ya era tarde, y pese a sus esfuerzos por reanimarla los signos vitales de Eunmi ya eran una fina línea recta en el electrocardiograma. No había nada que pudiesen hacer más que prepararse para dar la triste noticia.

—Lo lamento...

Por ahí, justo por ahí era que dolía.

—Hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos, pero, lamentablemente la paciente no resistió y...-

—Por favor, basta.

Sowoon se vio en la obligación de interrumpirlo, ¿qué necesidad había de rematar la situación? Cuando el médico lo entendió decidió retirarse y dejarles cargar con el duelo. Sowoon giró para verle, los brillantes y dulces ojos que le invitaron a un café ahora permanecían estáticos, opacos...sin vida. En el silencioso pasillo se escuchó algo frágil que se quebraba, era el corazón de Yoongi al enterarse de que su amada Eunmi ya no estaba.

Sacudió su cabeza caminando traspiés, negándose a creer lo que escuchaba.

—N..no...eso...no...

Sowoon quiso ir tras él.

—Y...Yoongi...

Pero el joven la detuvo con su mano, una señal de 'pare' que la frenó por completo.

—No...me sigas, Sowoon, por favor.

Se dio la media vuelta consternado. Quería estar solo para asimilarlo; era una vida sin Yoongi, no una vida sin Eunmi. Esa opción nunca estuvo en sus planes, esa idea ni siquiera se le pasó por la cabeza.

Si se hubiese hecho caso.

Si ya se hubiese muerto.

No estuviese sufriendo.

No estuviese sintiendo.

Subió las escaleras, subió un paso a la vez mientras su pecho ardía de dolor y su mente se fragmentaba en mil recuerdos; ninguno feliz, ninguno bueno.

Sowoon le obedeció y quedándose intranquila en la sala de espera divisó una camilla. Con una gran manta blanca se cubría y con cuidado la trasladaban a las insensibles puertas de la temida morgue. Cerró sus ojos con fuerza y se dejó caer en las sillas, sus plegarias fueron escuchadas con tristeza, los cielos anticiparon su llegada y lo que pedía Sowoon no podía ser erradicado de las leyes celestiales.