13.

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Amigo.

¿Cuál era el significado de esa palabra?

Uno que hasta ahora desconocía, porque tristemente lo que le rodeaba no eran más que humillaciones, mentiras, puños y patadas.

Amigo.

Parecía fácil tener uno, todos lo hacían ver tan sencillo que a cualquiera podías llamar así, porque estaban más en las risas, las bromas y los juegos, que en el dolor, la angustia y la incertidumbre.

¿Amigo?

No quería sentir qué era, quería saber qué era.

Y si era Sowoon, si amigo era actuar como lo hacia Sowoon...entonces era algo bueno.

Todo este tiempo supo las consecuencias y aún así la dejó acercarse, porque sí, porque quiso, porque en 365 días lo único que tenía que perder era su vida. Pero sabía que ella no, que quizás perdía bastante si se quedaba y que era cuestión de tiempo para que se diese cuenta, y se convirtiera en una réplica dependiente de Heeyoon.

Por eso no esperó mucho, no esperó a que lo ayudase pero al verla, al verla dispuesta a hacerlo lo agradeció.

Después de cada paliza generalmente se tomaba un largo descanso, una caminata sin rumbo que lo conducía a pensar en infinitas maneras de suicidarse porque, ¿qué le esperaba el mañana? ¿Qué era él si no una insignificancia, en este vasto universo? Sin embargo, la sola  presencia de Sowoon en esa vieja edificación le dijo que era alguien, que era notado, que no estaba solo.

Y entonces la esperó, la quiso esperar.

—Yoongi...

Su punto rosa se asomó, entristecido y cabizbajo por lo que presenció. Quiso decirle que no se preocupara, que no era culpa suya, que esto no era nada nuevo. Pero si para él había sido la enésima vez, para Sowoon había sido la primera.

La joven tuvo temor al acercarse y sus pasos fueron tan flácidos y cobardes que solo lograron moverse unos cuántos centímetros.

—¿Por qué...por qué estás aquí?— le preguntó en voz baja.

—Esperando el autobús.— señaló lo obvio.

Sowoon lo observó cuidadosamente, bajo la capucha negra se hacia visible su pequeño ojo magullado y esa fresca cicatriz que con tan solo el roce del viento sentía que le dolía.

—Debes aplicarte la crema con cuidado o...ir a un hospital.

Apartó su vista para decirle aquello, su corazón no aguanto verlo en ese estado. Yoongi asintió y después dejaron que el silencio los arropara. Así pasaron los segundos, hasta que el sollozo repentino de Sowoon rompió el hielo.

—Lo siento...

Su agudo lamento quebrantó la silente tarde y se cubrió bajo sus largas mangas. Su carga de conciencia pronto la invadió. 

—No hice caso a las advertencias y... tú estás así ahora.

Yoongi suspiro y sacó las manos de su bolsillo.

—Duele menos que antes. 

Sowoon negó con su cabeza.

—Pero no deja de doler. Yoongi yo...—levantó su cabeza sin poder mirarle— ¿Recuerdas lo que te dije acerca del estudio?—el joven afirmó con la garganta— Bueno...es importante para mi seguir en esta secundaria y...

—No tienes porque explicarte.—la interrumpió sereno— Está bien.

Sowoon abrió su boca para decirle algo, pero agradeció que el autobús hiciere su presencia, porque no supo qué.

For 365. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora