8.

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¿Era curiosidad, compasión o un auténtico interés?

Eran los tres.

Lo llevó esperando por más de quince minutos, debió irse antes cuando tuvo la oportunidad, pero se prometió que lo esperaría. No había afán, no había nadie esperándola en casa de todas maneras. Al despedirse de Suji fingió que ya se iba pero en realidad se escondió detrás de la valla publicitaria, no quería oírle reclamaciones y de tan solo imaginarlo podía escuchar su voz gritándole un "¡¿estás loca?!" 

Y le pareció curioso, que de todas las personas quien debía alejarla no era Suji, ni Heeyoon, ni Kijoon, ni ningún otro. Era Yoongi, pero él no se esforzaba tanto en hacerlo y se preguntó porqué.

Porqué cuando le siguió los pasos esa noche, se dio la vuelta.

Porqué cuando fingió no conocerlo, no le siguió el juego y la trató como una completa desconocida.

Por qué cuando le extendió la mano, no la dejó colgando hasta el cansancio.

¿Por qué no era el intocable, por qué no era el perjudicado, por qué no era Min Yoongi el que le pedía concienzudamente que se alejara? 

Sus pensamientos la llevaron a dejar pasar un autobús más mientras lo seguía esperando, y se dedicó a contar cuántos autos de color blanco transitaban por la carretera para distraerse.

—¿Por qué lo dejaste ir?

Escuchó que alguien le preguntaba.

—Estoy esperando a alguien.

Respondió sin cuidado concentrada en su dinámica.

—Oh, que causalidad, yo también.— sintió que el desconocido se aproximaba— Por cierto, le diré a mi chófer que te lleve a casa.

Sowoon giró dejando en 114 su conteo, y se llevó una fuerte punzada en el pecho por parte de su asustadizo corazón, al ver a quién le había respondido.

—No, pero gracias por la oferta.

Heeyoon se llevó una mano a su nariz, apretando sus orificios con fuerza.

—No era una sugerencia.

—¿Era una orden?— Sowoon se rio y se puso de pie— Fui muy clara compañero, y creo que mi condición no afecta en nada tu poderío en esta escuela.

—Por un peón que no obedezca se puede echar a perder una bella partida.— le devolvió la sonrisa— Eres mi peón Sowoon, y esta es mi partida.

—Entonces no sabes jugar ajedrez—replico Sowoon con recelo— Porque puedes seguir avanzando con 7 peones más.

Heeyoon asintió con su cabeza, apretando su dentadura con fuerza dispuesto a contraatacar, pero un auténtico audi blanco aparco frente a ellos a la espera de que su pasajero se subiera. Este no obedeció y se quedó de pie solo observándola, si pensaba decirle algo o no, nada salió de sus labios.

El chófer intensificó el claxon cuando no le vio intensiones de moverse, y quizás lo único que pudo hacerlo fue la voz en el interior diciéndole que su padre lo esperaba para cenar. Heeyoon ingresó al auto sin apartar la vista de Sowoon, para ella fue una competencia y tampoco apartó la suya...hasta que el auto finalmente arrancó.

—Ciento quince.

Dijo y dejó que su cuerpo cayera sentado en la dura banca de metal. Trató de descifrar su expresión, el entrecejo hundido le decía que no estaba de acuerdo, pero su boca sellada le confesaba que algo tramaba...o que algo escondía.

Se preguntó cuánto tiempo llevaba allí, si realmente su encuentro había sido pura casualidad, o si así se comportaba cuando algo no estaba bajo su control. Pero su guía fue muy clara y ella no pensaba interferir en sus acciones.

For 365. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora