Esclava de un dios

Capítulo 19

Horus

Estoy en el jardín de la mansión de Zeus, tomándome un café junto con Hera. Las vistas son impresionantes, ya que viven sobre un acantilado, por seguridad.

El idiota de mi amigo se fue de madrugada de misión y cuando llegué no había nadie, así que Hera me aconsejó que lo esperara aquí. Ya son las siete de la tarde y ni rastro de ese retrasado.

- Realmente tu marido es gilipollas.- bufo.- Le digo que vengo y el muy capullo se va.-

- Ya lo conoces.- responde tranquila.- Está obsesionado con acabar con los italianos y nada más que tiene una pista sale a investigar.-

- ¿Y por qué carajos no manda a sus hombres para que lo hagan?-

- Porque a él siempre le ha encantado estar el primero en la fila cuando hay pelea.- murmura.- Es estúpido hasta para eso.- noto cierta tristeza en sus palabras.- Se pone en peligro y le vale madre que tenga una familia a la que cuidar.-

- Él os quiere Hera.- digo intentando reconfortarla.

- Lo sé.- asegura.- Y es por eso que quiere eliminar a los italianos.- afirma.- Para mantenernos a salvo y que podamos vivir tranquilos. Pero no puedo evitar sentir miedo cada vez que se marcha.-

Suspiro frustrado porque no sé que contestar a Hera para hacerla sentir mejor. Cojo el móvil y compruebo que sigo sin tener cobertura.

- ¿Qué diablos pasa con el internet aquí?-

- Lo tienen que arreglar.- responde.- Al vivir en lo alto del acantilado la cobertura falla muchas veces, pero mañana vienen unos técnicos a hacerse cargo.-

- ¡Tito Horus!-

Me giro y veo al pequeño Ares corriendo hacia mí seguido de cerca por la niñera. Tiene el pelo y los ojos marrón oscuro, como los de su madre. Zeus y Hera me nombraron padrino del mocoso cuando nació y la verdad es que lo quiero como si fuera mi hermanito.

- Hola renacuajo.- saludo levantándome y cogiéndolo en brazos.- ¿Te lo has pasado bien con la profesora?-

Por seguridad, Zeus y Hera contrataron a una profesora particular para que viniera aquí a darle clases a Ares, aún es pequeño y no es necesario que vaya a un colegio.

- No me gusta tito.- dice haciendo un puchero.- Es vieja y fea, yo prefiero a Carmen, que es más guapa.-

Miro a la niñera y noto como se ruboriza. Es cierto que la chica es guapa, el mocoso tiene buen gusto.

- ¡No tienes edad para pensar en esas cosas enano!-

Empiezo a hacerle pedorretas en su pequeña barriga y él comienza a reír a carcajadas.

- Basta tito, por... por favor.- suplica muerto de la risa.

Le hago caso y lo dejo en el suelo, poniéndome de cuclillas para estar a su misma altura.

- ¿Me has traído algún regalo?-

- ¿Solo me quieres por eso mocoso?-

- No, tu eres mi tito favorito.- contesta dándome un pequeño beso en mi barbilla.

- Manipulador...- susurro sacando de mi cazadora un pequeño paquete.- Ten, para tí.-

Sus ojos brillan de emoción mientras abre la cajita. Me rio al ver la cara de Hera cuando el niño saca un tirachinas.

- ¿Qué es tito Horus?-

- Es un tirachinas, o una honda.- respondo.- Sirve para lanzar pequeñas piedras a lo lejos.-