Capítulo 20

1.2K 85 32
                                    

Abro los ojos y comienzo a toser por el horrible olor a humo. Todo a mi alrededor está destrozado y envuelto en llamas. Siento un fuerte dolor en mi torso y mis piernas, y me doy cuenta de que tengo numerosas heridas, aunque la más grave es la del abdomen.

Miro hacia los lados intentando buscar a Zeus pero no hay rastro de él, solo veo los cuerpos calcinados de dos de sus hombres y otro que está atravesado por una viga de madera. Intento moverme cuando, de repente, escucho unas voces.

- Es imposible que estén vivos señor, la granada ha hecho que la casa se les venga encima, estarán aplastados o quemados.-

- ¡No me pienso arriesgar!- escucho gritar a otro.- Mi padre le prometió a los rusos la cabeza de Horus y yo le llevaré la de Zeus de regalo.-

- Pero...-

- ¿Sabeís cómo nos recompensará cuando sepa que hemos acabado con los dos del tirón?-

- Tiene razón.- afirma un tercero.- Además en caso de que sigan vivos, somos cuarenta contra dos, sus posibilidades son nulas.-

- Vosotros 10 entrad.- ordena.

Busco a mi alrededor y no encuentro la pistola que llevaba, aunque compruebo que sigo teniendo las flechas a mi espalda, pero el arco no está. Miro a todos lados desesperado, pues es la única opción que tengo para que no me maten.

De pronto, lo visualizo en lo que antes era la entrada al baño, así que respiro profundamente y me comienzo a arrastrar por el suelo con cuidado de que no me vean, aunque con tanto humo lo veo difícil.

Llego a la entrada del baño que, sorprendentemente, es la habitación que menos destruída está. Cojo el arco y me dispongo a esconderme detrás de lo que queda de pared cuando siento una pistola en mi sien.

Con cuidado miro de reojo a mi izquierda y veo a Zeus apuntándome. Tiene una enorme raja que le atraviesa el ojo y en la pierna tiene hecho un torniquete con su cinturón, por lo que debe tener una herida profunda.

- Baja la pistola imbécil.- bufo.

- Está claro que a las cucarachas es difícil matarlas.-

- ¿A quién llamas cucaracha Harry Potter?-

- ¡En la entrada hay cinco soldados muertos señor!- escuchamos la voz de uno de los hombres.- Pero no son ellos.-

- ¡Seguid buscando!-

- ¿Cuánto son?- pregunta Zeus.

- Cuarenta.- contesto.

- Pues más nos vale quitarle el arma a alguno.- dice cargando su pistola.

Yo cojo una flecha y la coloco en el arco.

- ¡¿Qué haces?!- exclama mi amigo.- Tienen ametralladoras y granadas ... ¡No es momento para jugar a ser Legolas!-

- Oh disculpe alteza.- replico con sarcasmo.- ¿No eras tú el que decías que los italianos iban a ser historia para mi boda?-

- ¡Hay dos cuerpos más aquí!-

- ¡Y aquí hay otros tres!-

- ¡Entonces deben estar en las habitaciones!-

Zeus se prepara para atacar y yo hago lo mismo. Ambos sabemos que una vez que empecemos no podemos tener una distracción, o ya nos podemos ir despidiendo de este mundo. Nos miramos una última vez y salimos de nuestro escondite, cada uno por un lado.

Me olvido de Zeus y me centro en lanzar flechas a todo lo que se mueve. Mi amigo siempre se ha reído de mí por utilizarlas, pero realmente creo que tienen mucha más utilidad que las armas de fuego, pues son más silenciosas y no dejan ningún rastro de humo para detectar de dónde vienen.

Esclava de un diosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora