Capítulo 63

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Horus

Vamos en los coches hasta el lugar donde se oculta Khalid. Por lo visto mis hombres lo encontraron en una cabaña cercana a su casa. Solo estaban él, Katya y un guardia.

Los dos últimos están muertos ya que intentaron atacar a mis guardias y éstos les dispararon. Khalid está encerrado en el interior, pues di orden de que nadie lo matara, eso es algo que me corresponde solo a mí.

Aisa está a mi lado en el asiento de atrás del vehículo. Ambos hemos discutido ya que yo no quería que viniera pero ella insistió en hacerlo.

«Es una maldita loca...»

Cuando llegamos, puedo ver la pequeña casita rodeada por mis hombres. Nos bajamos del coche y me acerco hasta la entrada.

La casa se ve en muy mal estado, parece que en cualquier momento puede derrumbarse.

- No quiero que nadie me interrumpa mientras esté con él.- ordeno.

- Como ordenes Horus.- responde Rayan.- Khalid se encuentra en la habitación del fondo.-

Asiento y me dispongo a entrar cuando Aisa me llama.

- Horus.- me giro para mirarla.- Entraré contigo.-

- Por supuesto que no.- sentencio.

- Horus no voy a dejar que vayas solo.- replica.- No quiero que te pase nada malo...-

- Khalid no tiene armas, está herido y...-

- Tú también estás herido.- protesta.

- ¡No vas a entrar y fin de la discusión!- exclamo.

- Idiota...- murmura yendo junto a Rayan.

No me gusta pelearme con ella pero no quiero que se altere. Sé que ver a ese desgraciado puede ponerla nerviosa y el médico dijo claramente que necesitaba reposo.

Suspiro y, sin esperar más, entro en la cabaña. Veo un pequeño salón junto a una cocina y dos puertas. Una está abierta y es el baño, así que supongo que la otra será la habitación donde está Khalid.

Avanzo hasta la puerta y la abro. Veo al castaño sentado en una silla, con el torso al descubierto y el abdomen vendado. Él levanta la cabeza y sonríe con cinismo.

- Hola Horus... imaginaba que vendrías a verme.- suelta.- Siento mucho lo de nuestro hermano.-

- Y todavía tienes huevos para burlarte...- espeto con rencor.- ¡Por tu culpa está muerto maldito infeliz!-

- ¿Mi culpa?- se burla.- No fui yo el que le quemó vivo.- añade.- Según tengo entendido las quemaduras fueron las que hicieron que el veneno se extendiera por su cuerpo...- ríe.- Pobre... debió sufrir mucho...-

- Ni una mínima parte de lo que tú sufrirás.-

- ¿Vas a matarme?- dice levantándose.- ¿Serías capaz de matar a tu propio hermano?-

- ¡Tú no eres mi hermano!- grito.- ¡Mi único hermano era Seth y ahora está muerto!-

- Sí, supongo que sí.- se agacha junto a la chimenea.- Pero no te preocupes... ¡Te reunirás con él muy pronto!-

Antes de que me dé tiempo a reaccionar me tira un puñado de ceniza en la cara, parte de la cual entra en mis ojos.

- ¡Carajos!-

Al instante, noto un fuerte golpe en el estómago que me hace caer al suelo. A este le siguen otros por mí cara, pecho y abdomen.

Escucho unas pisadas y la voz de unos de mis hombres.

Esclava de un diosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora