Esclava de un dios

Capítulo 43

Aisa

El mausoleo que tenían los Inmortales en una de las zonas de su jardín era impresionante, realmente parecía un templo egipcio antiguo. Numerosas plantas decoraban la fachada y en la entrada una gran A estaba grabada en el muro.

Cuando ayer oí el disparo me asusté muchísimo, pero al poco tiempo apareció Alice en la habitación contándome lo que había sucedido. De verdad no puedo creer que Seth haya sido capaz de matar a Neftis, sabía que era un asesino, pero nunca imaginé que tuviera tan poca humanidad como para matar a su propia esposa.

En unos momentos tendrá lugar el funeral, Horus me sugirió que no viniera, pero quería hacerlo, al fin y al cabo, en el poco tiempo que estuve con ella, le cogí mucho cariño, ella no se merecía acabar así.

Estamos todos los empleados y miembros de la casa alrededor del mausoleo, vestidos de negro. Seth está un poco más apartado del resto, junto a las escaleras, al lado del hombre extraño que nos casó a Horus y a mí.

Yo estoy en una silla de ruedas, ya que todavía no puedo moverme del todo bien y prefiero no hacer esfuerzos. Aún no he decidido lo que voy a hacer con mi bebé o, mejor dicho, no sé cómo voy a decírselo a mi esposo, el cual permanece a mi lado, con la mirada fija en su hermano.

«Ha habido demasiadas muertes en muy poco tiempo...»

De repente, noto que todos los presentes se dan la vuelta y, cuando lo hago, veo a cuatro hombres acercándose a nosotros cargando una especie de sarcófago abierto, en cuyo interior solo se ve un cuerpo rodeado de vendas.

- ¿Qué le han hecho?- murmuro entre sorprendida y asustada.

- Han embalsamado su cadáver.- indica Horus.- Es lo que se hacía con los antiguos faraones de Egipto.- aclara.- Así su cuerpo quedará preservado con el tiempo. Un funeral digno de una diosa.-

Cuando los hombres llegan hasta donde está Seth, todos entran al mismo tiempo dentro del mausoleo, junto con el sacerdote extraño. Una vez ahí, las puertas se cierran impidiendo que podamos ver lo que sucede.

- No puedo creer que la haya matado.- suelto.

- No tuvo otra opción.- responde seco.- La traición es el mayor crimen que se puede cometer dentro de los Inmortales. Demasiado que no a arrojado su cuerpo por ahí.-

Me quedo fría ante ese comentario. Voy a contestarle cuando observo que Rayan se acerca hasta nosotros con una pequeña caja.

- Lamento interrumpir señor, pero ha llegado esto para su hermano.-

- ¿Qué es?- pregunta mi esposo.

- No lo sé, pero lo mandan de Rusia.-

Al instante, Horus coge el paquete y lo abre. Dentro, hay una pequeña diadema de oro con una V de diamantes, además de una tarjeta en la que puedo leer:

Una lástima que hayas decidido tener los huevos para matar a Natasha justo ahora. Echaremos de menos a un miembro indispensable de nuestra familia, pero le agradecemos enormemente el servicio que nos ha prestado.

Afectuosamente: Los Vólkov.

Pd: El juego no ha terminado.

- Hija de puta...- murmura Horus con la mandíbula apretada por la rabia.- Todos estos años ha estado trabajando para ellos...-

- Horus no te precipites...- susurro.

- ¿Cómo que no me precipite?-

- Neftis os quería, ella no os habría traicionado...-

- ¡¿Qué más pruebas quieres?!- exclama alzando la caja.