Esclava de un dios

Capítulo 37

Por la mañana nos levantamos tarde, a eso de las 12. Me duele todo el cuerpo después de que Horus no me dejara descansar en toda la noche. Ambos nos duchamos y nos bajamos para reunirnos con Zeus y repasar por última vez el plan.

- ¡Hasta que por fin aparecéis!- exclama el rubio con evidente molestia.

- Ya deja de fastidiar.- contesta Horus mientras bajamos las escaleras.

Zeus y Hera se nos quedan mirando por unos segundos. El primero se cruza de brazos enfadado y la segunda intenta reprimir una risa.

- ¿Qué parte de que teníais que descansar es la que no habéis entendido?-

- Hemos descansado abuelo.-

- Ya, y por eso ella parece que ha sido atacada por un vampiro y tú tienes los brazos como si te hubiera arañado una pantera en celo.-

Mis mejillas se ruborizan por completo. Es cierto que tenemos un aspecto lamentable, casi igual que la noche que me drogaron.

- Hera, haz el favor y échale un buen polvo al tarado este.-

- ¿A quién llamas tarado pedazo de subnormal?-

«Ya empezamos...»

- Pues a tí, no veo a otro por aquí.-

- Mira Horus, como se te ocurra cagarla hoy te juro que te castro.-

- Pues entonces la población femenina te linchará.- responde divertido.

- Será mejor que te calles o la que te castrará seré yo.- suelto sin darme cuenta.

Todos centran su atención en mí y Horus me mira divertido.

«Mierda... lo he dicho en voz alta»

- Ya dejad de comportaros como niños y vamos a repasar el plan, es una orden.- digo intentando cambiar el tema.

Paso entre ellos y me dirijo a la oficina de Zeus, sintiendo todas las miradas sobre mí.

- Buah con ese carácter no me extraña que estés así, tiene que ser una diosa en la cama.- escucho decir al rubio.

- No te haces una idea.-

- ¡Eres un imbécil!-

Escucho un sonido seco y el grito de Zeus e interpreto que Hera le ha pegado una buena y merecida bofetada. No puedo evitar reír y continúo hasta la oficina.

***

Son ya las de la noche y tenemos que salir para coger el jet y estar en la maldita mansión de los Dutti sobre la una de la madrugada. Al parecer, Zeus descubrió que esta noche van a tener una cena familiar, una ocasión perfecta para acabar con todos los miembros de la mafia del tirón.

Lo cierto es que yo no debería tener nada que ver en esto, pero después de que Hera me contara que ellos intentaron violarla y matarla, supe que ninguno de esos hijos de puta merecía vivir. Además intentaron matar a Horus y él es mío.

Todos los que vamos a intervenir en el operativo estamos en el vestíbulo. Unos 20 hombres de Zeus, más 15 de los nuestros, entre las que se encuentran Nadia y Rachel. Alice es la única que se quedará aquí, la cual nos observa desde arriba de las escaleras.

Llevamos esperando 15 minutos y Zeus no aparece por ningún lado.

- ¿Dónde carajos se habrá metido?- bufa mi esposo.

- Dijo que iba a la oficina a por unos planos de la casa.- comentó uno de los guardias.- Pero de eso hace ya bastante.-

- Vamos Aisa.- susurra cogiéndome la mano.- Será mejor que veamos qué le pasa al retrasado ese.-