Torn – Natalie Imbruglia
Los rayos de sol se cuelan por las cortinas, directos a mi cara. Instintivamente, me tapo la cara con una mano mientras entrecierro los ojos. En la cama de Pearl no hay nadie, así que estoy sola. La habitación es lo más simple del mundo. Dos camas y un armario.
Me desenredo de las sábanas y abro la maleta para coger ropa e ir a darme una ducha. Que por cierto, no se dónde está el cuarto de baño. Supongo que no será difícil encontrarlo.
Salgo de la habitación y trato de averiguar en cuál de las tres puertas que quedan se encuentra el baño. Como son todas iguales, elijo la que está más cerca.
Al abrir la puerta, me encuentro con una habitación más o menos como la que tenemos Pearl y yo, solo que aquí hace frío y solo hay una cama. En esta hay alguien durmiendo y al parecer, ha notado mi presencia porque se revuelve bajo las sábanas hasta que por fin saca la cabeza.
–¿Qué haces aquí?–me pregunta Hayden un tanto ronco dado que se acaba de despertar.
–Buscaba el baño y como no sé donde está, he decidido entrar para averiguarlo.
–Esta en frente.– murmura y se vuelve a esconder bajo las sábanas.
–Gracias.–susurro dando un paso hacia la puerta para cerrarla.
–Espera un momento.
Me detengo.
–Dime.
–¿Me puedes traer las estufa que está en un cuarto al lado del tuyo? Anoche se me olvidó cogerla y aquí hace bastante frío.
–Pero ¿piensas dormir más?
–Hasta que mi madre nos separe.–dice dando dos palmadas al colchón.
–Estás despierto, puedes ir tú. Yo me tengo que dar una ducha.
–Te he dicho dónde esta en cuarto de baño. Ahora tú me debes algo.
–Lo hubiese encontrado igualmente.– le digo con una sonrisa.
–Venga, no te cuesta nada.
–Vale. –suspiro–. ¿Puedo dejar aquí mis cosas?
Pone los ojos en blanco y me indica que las deje al borde de la cama.
No quiero que el móvil se me caiga, me costó mucho arreglar la pantalla la última vez como para que se me vuelva a romper ahora, así que lo envuelvo con la ropa para asegurarlo en caso de caída.Hayden me había dicho que la estufa está en un habitación al lado de la mía. No me ha dicho en que parte exactamente, así que como no veo nada a simple vista, decido abrir los armarios para ver si está. Y, efectivamente. La verdad es que es bastante pequeño de lo que creí.
Al entrar en el cuarto, lo encuentro leyendo algo en el móvil. En mí móvil.
–¿Qué estás haciendo?
–No paraban de llegar mensajes, pensé que era importante.–dice con un tono inocente–. Es tu madre.
Me pasa el teléfono para poder contestar. Quieren hacer una videollamada porque no hemos hablado mucho desde que llegué aquí. Le digo que espere unos minutos para ducharme y arreglarme.
Dejo que Hayden vuelva a conectar con su sueño y me voy a dar una ducha rápida para llamar a mi madre cuanto antes.
–¡Hola, cariño!
–Hola, mamá. ¿Cómo va todo por allí?
–Pues muy bien, hija. Tu hermana te hecha mucho de menos.
–Eso es mentira.–niega Samary.
Sam es mi hermana y me saca un año. Es una chica muy diferente. No le gusta socializar mucho, siempre está encerrada en su habitación con los cascos puestos y con el cuaderno que lleva a todas partes, seguramente dibujando algo.
–Todos te echamos de menos.–dice mamá.
–Así mejor.–aprueba Sam.
–¿Qué tal te estás integrando? ¿Te tratan bien?
–Muy bien, mamá. Son muy atentos conmigo y no me falta de nada. Es más, ya nos hemos ido de compras.
–Ya sabes que si tienes algún problema o te pasa algo me puedes llamar sea la hora que sea ¿verdad?
–Sí, mamá, lo sé. –me paso el teléfono a la otra oreja y me desplomo en la cama– ¿Dónde está papá?–pregunto.
–Está trabajando. Le han doblado el turno porque un compañero ha enfermado.
–Vaya, tenía ganas de verlo.
–No te preocupes, ya haremos otra videollamada.
–Kim, te informo como buena hermana que soy, de que Will ya está pillado.–Sam acapara toda la cámara y puedo ver que se ha añadido otro color en las mechas que adornan su pelo.
A mi hermana le encanta hacerse cosas en el pelo. Un día, de la nada, puede aparecer con el pelo verde y al día siguiente cortarse el pelo por la altura de los hombros.–¿Qué? ¿por quién?
–Nadie lo sabe. Una persona oyó en los vestuarios de los chicos que Will estaba en una relación y que era la mejor que ha tenido en años, blah, blah.
Will es mi mejor amigo desde que somos pequeños. O era. Desde que le conté que me iba a ir por un año, empezó a distanciarse de mí. Es algo que me dolió porque se supone que me tenía que apoyar, pero creo que ya lo he superado. Esto es una gran oportunidad para mí, sí el estuviese en mi lugar, yo le apoyaría. Decidí apartarme también de su camino, aunque a veces le hecho de menos. No entiendo cómo de un día para otro pasamos de ser mejores amigos a nada.
–Ah, que romántico.–digo sin emoción alguna.
–Qué asco.
–Sam, ¿puedes dejar de ser tan negativa?–dice mi madre.
Sam suspira y se despide de mi con la mano mientras desaparece del plano.
–Bueno, cariño. Te dejo, que todavía tengo que limpiar la cocina.
–Vale. Te quiero.
–Y yo, hija. Cuídate.
Holiiii🥰
¿Qué tal lleváis la semana? Yo estoy entre que no sé si tirarme por la ventana o esconderme bajo mi cama🥲
La semana que viene es mi cumpleaños y justo cae cuando tengo que hacer exámenes ¿puedo tener más mala suerte? No lo creo.
Espero que vosotros estéis mejor que yo💗
Y también espero que os estén gustando los capítulos hasta ahora🌈☁️
Besiiiisss<3333
Instagram @natalia.zeliinska
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Tal Vez Nosotros
Teen FictionKimberley tiene diecisiete años y una beca para estudiar durante todo un año en Atlanta. Entre todas las experiencias que vivirá, estará su primer amor. Un amor casi imposible. ¿Qué pasará cuando se dé cuenta de que se ha enamorado y que ya no pued...