CAPÍTULO 28

1K 62 2
                                    




Llego al viernes con éxito, más o menos. He conseguido aprender dónde están mis clases. Hubiese estado bien saber dónde está el baño de chicas, porque sí, me metí en el de chicos sin fijarme en el cartel que lo aclaraba. En cuanto entré me recibió un chico de espaldas haciendo...pues lo se hace en un baño.

Mi madre me escribió preguntando por mi primer día. No le conté nada de lo que pasó, más que nada porque no sabía cómo contarle que me he besado un par de veces con un chico al que tendría que tratar como un hermano durante mi estancia aquí y que ahora estamos actuando como si no hubiese pasado nada.

Así que me limite a decir que me había ido bien.

No ha pasado nada más interesante durante la semana. Acudí a clases, sin saltarme ninguna e hice los deberes según me los mandaban para no acumularlos que, por cierto, he encontrado una ventaja a eso de compartir clases con Hayden; me resuelve las dudas que tengo de las clases que compartimos y cuando nos da tiempo, al salir de clases pasamos por el Café y tomamos unos batidos.

Pearl y yo estamos preparándonos para salir con los chicos. Vamos a ir a casa de Novalee.

¿Quién es? Buena pregunta. Lo único que me han dicho es que se suelen juntar con ella. No me esfuerzo demasiado para salir. Unos vaqueros pitillo y una sudadera son suficientes.  Sin olvidarme de mis Converse. En cambio, Pearl se ha arreglado como para ir a una gala. Lo me me lleva a pensar que quizá vamos a una fiesta y yo no he oído esa parte cuando me lo contaban.

–Pearl, no vamos a una fiesta ¿verdad?

–Solo será una reunión de amigos, para reencontrarnos.–se vuelve hacia mí sonriendo con el bote de rímel en una mano y el pincel en la otra–. Puedes ir así, si lo preguntabas por eso.

Cuando estamos listas, bajamos abajo para encontrarnos con un Hayden impaciente. Cuando nos ve aparecer, suspira y abre la puerta.

–Ya era hora.

–Es que tu hermana se ha vestido y maquillado como si unos paparazzis la fuesen a perseguir por la calle.

–Oye, nunca se sabe.

Tardamos cinco minutos en llegar a casa de la tal Novalee. Hayden llama al timbre y segundos después aparece una melena rubia  y un par de ojos azules que me resultan bastante familiares.

Su mirada va directa hacia mí, acompañada con una mueca de desaprobación. No me  preguntes cómo, pero enseguida supe que era Novalee.

No sé, llámalo intuición.             

Me recorre con los ojos antes de dirigirse a Hayden, como si no supiese quien soy.

Pues claro que no sabe quién eres, Kimberly.

Tortazo mental, por favor.

–Es Kimber. Ya te lo habíamos comentado.–dice Hayden pasando por su lado, adentrándose en la casa.

–Ya... esto... si no te importa, prefiero que me llames Kim.–fuerzo una sonrisa.

Pearl me coge del codo y tira de mí hasta que estamos dentro, pasando completamente de Novalee.

Lo primero que veo nada más entrar es una cocina bastante grande abierta al salón, que también es bastante amplio. Me fijo en la encimera de la cocina, hay gran variedad de botellas de alcohol, también hay unas cinco personas que me suenan de haberlas visto en los pasillos del instituto.

Vamos a donde están Hayden y los chicos. Los he visto por el instituto pero con las prisas de cada clase solo nos daba tiempo. Hayden y Dereck han sido los únicos con los que he coincidido en alguna clase. Luego nos reuníamos todos en el comedor para comer.

Tal Vez NosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora