Tal Vez Nosotros

CAPÍTULO 41

Ruin My Life - Lara Larsson

Hoy me toca hacer el camino de vuelta a casa sola. Estos días, Hayden y su equipo han estado alargando los entrenamientos para prepararse para el partido de la semana que viene. Pearl también está muy ocupada con el equipo de animadoras, porque ellas también saldrán a animar y todo tiene que quedar perfecto.

Yo he estado muy ocupada con trabajos que me quedaban por terminar, estudiando y leyendo a ratos. También he tenido más tiempo para pasar conmigo misma y eso me ha llevado pensar en muchas cosas.

Hecho muchísimo de menos a mi familia y pasear por las calles de mi ciudad, y no puedo evitar imaginarme estando de nuevo en mi pequeña habitación de Inglaterra rodeada de mis libros, con uno justo entre mis manos leyendo entre las miles de mantas y cojines de mi cama. Pero luego vuelvo a la realidad y me doy cuenta de que estoy viviendo lo que mi yo de diez años siempre ha deseado.

Ahora me he acostumbrado a esta nueva rutina, a esta nueva vida, y aunque me gustaría poder compartir esto con mis padres, que estuviesen aquí, sé tengo que aprovechar todo esto, porque el tiempo pasa muy rápido y yo ya no estaré aquí. Quiero que cuando llegue el momento, no me tenga que arrepentir por no haber hecho algo que realmente quería hacer. Es por eso por lo que decidí dejarme llevar con Hayden. Cuando estamos juntos, podemos notar la tensión que generamos, en el buen sentido. Y aunque ahora mismo tengo muy claro que mi relación con Hayden no va a dar ningún paso hacia delante, tengo miedo porque sé que tarde o temprano, a uno de los dos nos será imposible mantener lo que tenemos, que si volvemos nuestros pasos hacia atrás, terminaremos mal, y si avanzamos, terminaremos peor aún.

Cloe me mandó un mensaje justo cuando estaba saliendo de la ducha en el que me preguntaba si quería ir al cine con ella y Danny. No me apetece nada hacer de sujetavelas, pero es un viernes por la tarde y no tengo nada mejor que hacer que volver a verme todos los vídeos de Emma Chamberlain.

Me visto con unos vaqueros normales, una sudadera tres tallas más por encima de la mía y mis desgastadas Converse. Nada más bajar las escaleras me espera Casper moviendo la cola y relamiéndose el hocico. Estas últimas semanas he notado que cuando hace estos gestos es que quiere una de sus chuches, y como soy una blanda, nunca me puedo resistir y termino dandole unas cuantas de más.

Me despido de Casper después de mimarle y salgo de casa asegurándome de que todo está en orden.

Apenas pasa un minuto cuando aparece el coche de Danny. Saludo desde fuera a Cloe y me siento justo detrás de ella.

–¿Qué película vamos a ver? –pregunto.

–Lo que sea, siempre y cuando no haya sangre de por medio.–responde Danny y Cloe se ríe.

–¿Qué pasa?–dice extrañado.

–Nada, solo que nunca creí que odiases ese tipo de películas.

–Si le hubieses visto cantar todas y cada una de las canciones de High School Musical, no dirías lo mismo.–digo inclinándome al asiento de Cloe.

–Estás exagerando, ni si quiera me las sé enteras.–se defiende, agitando la mano para restar importancia.

–Sabe quién canta cada parte, incluso las caras y gestos que hacen, los imita.–le digo a mi amiga.

–No sé si tomarmelo como un cumplido o como algo malo.

–¿Estás de broma? –decimos Cloe y yo a la vez.

–¿Debería?– nos mira extrañado.

–Que un chico se sepa todo el guión de High School Musical es algo inusual, por lo menos para mí. Menos mal que te he encontrado.–suspira, cogiendo la mano libre de Danny. El la mira profundamente y la sonríe antes de volverse a la carretera.