Maniac - Conan Gray
El vestido no para de subírseme por los muslos. Tengo que estar todo el rato bajándomelo para que no se me vea nada. En cambio, Pearl, que lleva exactamente el mismo vestido que yo, no se preocupa de nada. Por no hablar de los tacones. Creo que después de esta noche no me podré volver a sostener en pie.
Llevo una diadema con unos cuernos rojos, imitando al diablo, y Pearl en vez de unos cuernos, tiene un aro decorado con plumas blancas.
No creo salir viva de esta fiesta.
La casa desde fuera está decorada con luces rojas y telarañas por todas partes. La música se escucha desde fuera.
Al entrar, tengo el instinto de taparme los oídos con las manos, pero decido que no quiero llamar la atención.
Pearl y yo estamos delante y los chicos van detrás nuestra. Lo primero que hago es buscar a Danny y Cloe. No será difícil encontrar una melena pelirroja entre la multitud.
–Vamos a buscar las bebidas. No os mováis mucho, para poder encontraros.–nos dice Dreck alzando la voz debido a la alta música.
–Sé que no tenías muchas ganas de venir a la fiesta, pero Hayden y yo creímos que te ibas a arrepentir.
–No te preocupes, puede que al final me lo avale pasando bien.–digo autoconvenciéndome.
–¡Seguro que sí! Ven vamos a bailar.
Tira de mi brazo hasta que llegamos al montón de gente que baila descompasadamente y, algunos tambaleándose. Pero si la fiesta acaba de empezar y ya hay algunos que están en el viaje de su vida.
Los chicos vuelven un par de minutos más tarde con las bebidas. Y vienen acompañados por Danny y Cloe.
–¡Chicas, estáis genial!
Cloe se despega de Danny y se abalanza a nosotras.
–Vosotros también. La idea del disfraz no te podía haber venido mejor.– señalo su largo pelo pelirrojo.
Hayden me tiende el refresco de limonada que le había pedido y le doy las gracias antes de darle un sorbo. Hago una mueca cuando noto las burbujas del gas en mi boca y oigo una pequeña risa proveniente de él.
Pasamos un rato bailando todos juntos y, cuando me quiero dar cuenta, Danny y Cloe se han apartado a una esquina para morrearse sin empujones. Dexter ha desaparecido con los del equipo de fútbol y están hablando sonrientes en la cocina.
Nos hemos quedado Pearl, Dereck, Hayden y yo.
Me aparto un momento para sentarme en el sofá mas cercano y poder quitarme unos segundos los tacones que tanto me están haciendo sufrir. Me masajeo los pies aliviada y un minutos después, me vuelvo a calzar tristemente para volver con los chicos.
–¿Y Dereck?–pregunto al ver que ya no está.
–Acaba de venir Nova hecha una furia y se lo ha llevado.– me explica Pearl señalándome a la pareja.
–No pinta bien.–dice Hayden.
–¿Están discutiendo?
–Es lo más probable.–asiente Pearl.
–La va a dejar.–comenta Hayden llevándose su cerveza a la boca.
–¿Cómo lo sabes?– preguntamos Pearl y yo a la vez.
–Porque es lo que esta haciendo.–apunta con la cabeza.
Dereck parece bastante enfadado, y mientras él habla, Nova se lleva la mano al pecho, ofendida.
–Dramática.–murmura Hayden.
Me giro hacia el con una sonrisa en los labios por lo que acaba de decir. Por un vez, estamos de acuerdo en algo.
Dios, su perfil es demasiado perfecto.
–¿Qué?–me pregunta cuando se da cuenta de que me he quedando mirándolo.
–Nada.–me encojo de hombros.
Vuelvo a prestar atención a la situación de Dereck y me doy cuenta de que Nova ya no está con él. En su lugar está Pearl, acariciándole el brazo, intentando consolarle.
Ahora Hayden y yo estamos solos. Es la primera vez que lo estamos desde nuestro casi beso interrumpido por Pearl.
Yo sigo mirando a Dereck y Pearl, pero noto cómo Hayden se gira para mirarme de perfil. Nerviosa, le doy un sorbo al refresco. Y otro. Y otro. Hasta que segundos después, se acaba.
–¿Has terminado?–pregunta Hayden como si le hiciese gracia la situación.
–¿Cómo?
Sin responder, me quita la lata, ya vacía, de las manos y la tira al suelo, lejos de nosotros.
–Creo que no deberías de hacer eso. No me hubiese costado buscar un cubo de basura ¿sabes?
–Lo que tú digas.–dice acercándose lentamente a mí.
Nuestras caras están a apenas cinco centímetros, puedo notar su aliento en mi nariz.
Me quedo sin respiración, tengo que concentrar toda mi fuerza de voluntad para no besarle ahora mismo. Entonces, se inclina hasta rozarme la oreja con sus labios. Ahora su cálido aliento me hace cosquillas en el cuello. Por otro lado, posa su mano en mi cadera, atrayéndome un poco a él, sin llegar a tocarnos, ni siquiera rozarnos.
–No eres consciente de lo que provocas en mí.–susurra lo suficientemente alto como para solo yo poder oírlo y quedarme definitivamente sin respiración.
–¿Y qué es eso que provoco en ti?–pregunto girando un poco la cabeza hacia su dirección, susurándole también el el oído.
Se recompone para mirarme fijamente a los ojos con una sonrisa y me vuelve a susurrar con su boca muy cerca de la mía.
–No quieras saberlo.
Da un paso atrás y sin borrar esa sonrisa de la cara, se lleva, una vez más, la cerveza a los labios.
Sabía que no era buena idea venir a esta fiesta.
Esta noche ha desatado lazos que no se podrán volver a enlazar.
VALE, VALE, VALE
Hasta yo me he emocionado con este capítuloooo. ¿Qué os ha parecido? Decidme que lo habéis escuchado con la canción, que es lo mejor de todoooo.
Siento no haber subido estos días, pero he estado bastante ocupada, pero no os preocupéis que ahora mismo subo otro capítulo más para compensar.
MIL GRACIAS por el apoyo :))
instagram: natalia.zeliinska
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Tal Vez Nosotros
किशोर उपन्यासKimberley tiene diecisiete años y una beca para estudiar durante todo un año en Atlanta. Entre todas las experiencias que vivirá, estará su primer amor. Un amor casi imposible. ¿Qué pasará cuando se dé cuenta de que se ha enamorado y que ya no pued...