CAPÍTULO 34

1K 66 2
                                    

Hard Times - Paramore

Después de cenar, volvemos a montarnos en el coche para ir al baile. Resulta que en el partido Danny, no perdió el tiempo para pedirle ir al baile a Cloe. Solo espero que no haga nada que le haga daño a mi amiga.

Al bajar del coche me doy cuenta del frío que ha empezado a hacer, así que que froto mis brazos para mantenerme en calor.

–¿Pero tu no venías de Inglaterra?–me pregunta Dexter pulsando el mando del coche para que éste se cierre.
–Sí ¿qué pasa?
–Si tienes frío ahora no quiero imaginar lo que te pasará cuando salgas de casa en invierno.–bromea y yo le doy un codazo amistoso.

Danny y Cloe nos han dicho que llegarán un poco más tarde, pero no sé porqué, algo me dice que no van a llegar nunca.

El baile se celebra en el gimnasio del instituto, así que damos la vuelta al edificio hasta llegar a la puerta que da directamente a él. Al entrar, un olor a mapache sudoroso golpea mis fosas nasales.

No, nunca he olido a un mapache sudado, pero seguro que huele así...

–¿Éste olor es normal? Decidme que no, por favor.–lloriqueo.

–Bienvenida a los bailes de instituto.–dice Hayden rodeándome los hombros con sus grandes brazos y apretujándome contra él.

–Tranquila, te acabas acostumbrando.–me asegura Pearl.

–Voy a por ponche ¿alguien quiere?–ofrece Dexter.

–Sí, gracias.–acepto.

Cuando Dexter se va a por las bebidas me doy cuenta de que el brazo de Hayden sigue rodeándome y que además, Dereck y Pearl ya no están con nosotros. Me revuelvo para quitarme el brazo de Hayden de encima y me posición en frente de él.

–¿Y cómo es que no tienes pareja para el baile?–decido preguntarle.

–¿Te sorprende?–levanta las cejas mientras saca a relucir esa maldita sonrisa.

–Para nada.

–¿Y tú? ¿Por qué no tienes pareja?

–No me has respondido.–digo cruzando de brazos.

–Mira ¿ves esa silla?–dirijo mi mirada hacia donde está señalando y asiento– Pues ve, siéntate y ponte cómoda, porque no pienso decírtelo.

–Imbécil.–suspiro poniendo lo ojos en blanco.

–Un imbécil con sentido de humor.

¿Pero qué narices le pasa a éste chico?

–Aquí llega el ponche.

Dexter aparece sujetando tres vasos de plástico con las dos manos y nos los pasa a cada uno con cuidado de no derramar nada.

–Gracias, Dexter.

–Os dejo un momento, ahora vuelvo.-dice Hayden y se va con el vaso de ponche en las manos.

–¿Te apetece bailar?–propone.

–Claro.

Caminamos hasta el centro del gimnasio, donde toda la multitud se apelotona. Me fijo en que el suelo esta cubierto de un papel azul oscuro que supongo que es para que el suelo de madera no se estropee y sea mas fácil de limpiar.

Nos comenzamos a mover al ritmo de la música con cuidado de no derramar el contenido de nuestros vasos. Bailamos dos canciones que a Dexter ni a mi nos gustan demasiado y nos reímos porque nuestras caras lo dicen todo, pero cuando empieza a sonar Can't Stop Dancin' de Becky G todo el mundo grita, incluidos nosotros, y bailamos esta canción con más ganas.

Tal Vez NosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora