Hard Times - Paramore
Encuentro a Cloe en las gradas saludándome efusivamente entre la multitud. Subo las escaleras esquivando a gente para llegar a ella. Todo un logro.
–Pensé que ibas a llegar antes.–dice mientras nos damos un abrazo rápido.
–Yo también, pero he encontrado una cafetería super bonita, con libros por todas partes. Te encantaría.
–Pues ya tenemos excusa para quedar un rato.–me guiña ojo. Se ha dibujado en las mejillas una B de Bears la mascota de nuestro instituto con purpurina color azul, que también es nuestro color. Yo solo me he puesto la sudadera del instituto con la misma inicial y un oso rugiendo dibujado.
Nos sentamos hasta que el partido empieza y todos se levantan de sus asientos para vitorear a nuestro equipo. Las animadoras mueven sus pompones dando saltitos mientras corean el lema.
El partido empieza y todos gritamos. ¿Por qué? No lo sé, pero Cloe y yo nos miramos sonrientes y no podemos evitar reírnos.
–Kim, por fin te encuentro.
–Danny, pensé que no ibas a venir.
–Que no esté en el equipo no significa que no apoye a mis colegas.–estira un brazo al rededor de mis hombros y me sonríe.
—¿Y esta monada de aquí quién es?–dice refiriéndose a Cloe.
–Ah, es verdad. Cloe, este es Danny. Danny, Cloe.–puedo notar cómo mi amiga se sonroja ligeramente.
De repente, todo el mundo se levanta celebrar el punto que ha marcado nuestro equipo.
En el descanso aprovecho para ir a por una botella de agua. Parece ser que Danny y Cleo han hecho buenas migas. No han parado de hablar durante la primera parte del partido. Estaban tan metidos en la conversación que cuando la gente se levantaba para celebrar un nuevo punto, se sobresaltaban.
Al conseguir mi botella de agua, le doy un largo trago. Algunas gotitas se me escapan por las comisuras de la boca y las hago desaparecer con la manga de mi sudadera. A unos pocos metros se encuentra Pearl sentada en un banco haciendo lo mismo que yo hace un momento.
–¡Kim! Estás aquí.–salta a mis brazos.
–Pues claro. Lo estás haciendo genial. Menos mal que descarté la idea de meterme en el equipo. No sabría hacer ni la mitad de cosas que haces vosotras.
–Seguro que el uniforme te sentaría como un guante.
Las dos nos miramos hacia donde viene la voz. Un chico sonriente, bastante alto, rubio con ojos verdes, vestido con el uniforme de fútbol y al que no había visto en la vida, se nos acerca.
–Jonh, vete a meterte lo que tengas que decir por el cu...
–Traqui, solo venía a conocer a la novedad del insti. Todo el mundo habla de ella y yo todavía sin haberla visto.
¿Cómo que novedad? ¿Cómo que todo el mundo está hablando de mi?
Por instinto, hecho un vistazo al rededor. Parece que nadie tiene los ojos puestos en mi, excepto el tal Jonh que tengo delante mía.
–Eres adorable. Tranquila, nadie ha dicho nada malo, y no me extraña.
–Ya, bueno. Pearl, vuelvo a las gradas. Seguramente Cloe y Danny se preguntarán donde estoy.
Ella asintió mirando a Jonh con algo de desconfianza y se fue corriendo para reunirse con las demás animadoras. Cuando yo dispongo a hacer lo mismo, Jonh me agarra del codo, frenándome.
–En realidad, ya te había visto antes, solo era una excusa para preguntarte una cosa.
Me quedo quieta, esperando nerviosa a que me diga ya eso que me quiere preguntar.
–Supongo que ya sabes que mañana hay un baile. Todas las chicas de este instituto se morirían por ir conmigo, pero he estado reservado el sitio a alguien.
Ay, por favor, dime que no. Con este imbécil no.
–Vendrás conmigo ¿verdad?
–Yo no tenía pensado ir con nadie, lo siento. Puedes proponérselo a una de las muchas chicas que están interesadas.–digo amablemente.
Empiezo a caminar hacia las gradas. Le oigo llamarme, pero no me giro en ningún momento. Menudo capullo.
Parece ser que mis dos amigos no se han dado cuenta de mi ausencia. Veo cómo las animadoras se preparan para hacer su espectáculo.
Empieza a sonar la música y sus cuerpos se mueven con coordinación. Unas cuantas chicas se colocan en el suelo para hacer la base de una pirámide, así hasta que solo quedan cuatro chicas y Pearl, que sube con agilidad hasta arriba para posicionarse de pie con sus pompones apuntando al cielo. Todo el mundo tiene los ojos puestos en la pirámide. Las cuatro chicas que quedan se posicionan delante de Pearl y esta suelta los pompones dejándolos caer al suelo. En un momento, está girando por el aire. Todos la seguimos con la mirada hasta que cae en brazos de las chicas y nos levantamos para vitorear a las animadoras. Si yo intentase saltar como lo ha hecho Pearl, me rompo los piños. Aunque sinceramente, no creo que fuese capaz ni de subir a la primera base.
El arbitro anuncia el comienzo de la segunda parte del partido. No puedo evitar buscar a Hayden hasta que encuentro su número impreso en la parte de atrás de su camiseta. El número 25. Lo veo cruzar el campo corriendo. Me centro en él, en verle jugar concentrado. En algún momento, hecha un vistazo a las gradas. Sus ojos van directos a buscar los míos, como si supiese el sitio exacto en el que me encuentro. Sostenemos la mirada solos unos segundos que se me hacen eternos. Yo le sonrío queriendo darle ánimos en el partido y el responde con un guiño.
Nuestras miradas no se vuelven a cruzar en lo que queda de partido.
ESTÁS LEYENDO
Tal Vez Nosotros
Novela JuvenilKimberley tiene diecisiete años y una beca para estudiar durante todo un año en Atlanta. Entre todas las experiencias que vivirá, estará su primer amor. Un amor casi imposible. ¿Qué pasará cuando se dé cuenta de que se ha enamorado y que ya no pued...