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Huening jugaba con su nueva consola y televisor, a pesar de que tuviera las manos encadenadas podía tomar el control y jugar con normalidad., era había algo malo, las esposas comenzaban a molestarlo y lastimarlo, las tenía marcadas, pues las había tenido puestas durante seis días, cuando ganó la partida miró sus muñecas, le dolían, era tiempo de pedirle ayuda Soobin sin que lo quisiera.

Poco después, escuchó que la puerta al sótano se abría, puso en pausa el juego para mirar hacia las escaleras viendo como Soobin bajaba para caminar hasta él y sentarse a un lado suyo, noto que en su cachete tenía un rasguño.

—Tu novio me hizo esto, sospecha de mi sin siquiera tener pruebas.

Huening solo se quedó callado, conociendo a Yeonjun, sabía que podría enojarse mucho más y golpearlo, incluso seguirlo y dejarlo mal.

—Si vuelve a hacerlo lo mataré, te lo juro.

De nuevo se quedó callado, tragando en seco, no quería que lo lastimara.

—suspiró—¿Te gusta tu videojuego? —asintió—. Me alegra, si quieres algún otro juego o una tarjeta puedes pedírmela —asiente de nuevo.

Soobin se puso en pie para irse, pero Huening lo tomó del brazo haciendo que se detuviera y se sentara de nuevo.

—¿Qué ocurre?

Levantó sus manos, enseñándole lo roja que estaban sus muñecas por culpa de las esposas.

—Oh...¿quieres que te las quite? —asiente—. No, sólo hasta que yo quiera es otro castigo por haber intentado escapar.

Se puso en pie para irse, Huening soltó un suspiro nasal, miró sus muñecas por unos segundos para seguir jugando. Soobin comenzó a hacer su tarea mientras escuchaba música en el estéreo, no habían encargado tanta así que no tardo tanto en acabarla. Horas después el atardecer llegó, Soobin jugaba videojuegos en su sala, su celular tenía la aplicación de cámaras abierta observando lo que Huening hacía, el solo jugaba videojuegos acostado en el sofá, pensó en llevarle comida o agua pero no, no se convenció del todo. Mientras estaba concentrado, su celular vibró y sonó al mismo tiempo, era el sonido de notificación de la aplicación de cámaras, confundido, puso en pausa el juego para tomar su celular.

Se ha detectado movimiento en la cámara número 7.

La cual apuntaba a su patio. Su corazón se detuvo por un momento al ver a Yeonjun vestido todo de negro intentando ver por las pequeñas ventanas que daban al sótano, pero Soobin las había cubierto para que no se viera por dentro.

¿Hueningkai? susurro.

Se puso en pie, molesto para llamar a la policía. Poco después contestaron.

Novecientos once cuál es su emer-

¿Quién es el oficial a cargo sobre la desaparición de Hueningkai? dijo.

¿Tiene información sobre el?

Si.

Ahora lo conecto con él la absurda canción de espera comenzó a escucharse.

Al igual que los quejidos de Huening, los cuales provenían de la aplicación, miró la cámara de Huening, se había arrastrado hasta la pared tratando de pararse para quitar las gomas que cubrían las ventanas. Corrió hasta la puerta para quitar lo más rápido que pudo las cerraduras, tomó el trapo para ponerle más líquido y bajar. Huening, asustado volteo hacia él, cubriendo su cara con sus brazos. Quitó sus brazos para ponerle el trapo sobre la nariz.

—Cierra tu maldita boca —dijo entre dientes.

—¿Hueningkai?! —dijo Yeonjun fuera de ahí.

Huening no dejaba de mirar las ventanas mientras intentaba alejar a Soobin, pero no podía, trataba de quitar el trapo de su nariz moviendo su cara, pero Soobin la sostuvo con su otra mano haciendo que no pudiera moverla

Chocolate - SooKaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora