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El atardecer había llegado, ambos estaban acostados solo con sus camisetas puestas pues habían terminado de tener sexo, Soobin estaba cansando al igual que Hueningkai quien se había quedado dormido bajo las sabanas mientras Soobin acariciaba levemente su mejilla, lo amaba, amaba cada centímetro de el no solo por su aroma a chocolate si no por lo tierno que era y lo inocente que llegaba a ser a veces.

Se puso en pie cubriéndolo con las sábanas con cuidado para que pudiera seguir durmiendo. Tomo su pantalón el cual también tenía su trusa atorada para ponérselos al igual que sus pantuflas de conejo, tomó su celular mientras salía de la habitación cerrando la puerta lentamente dejando un hueco abierto para finalmente ir hacia la sala.

Buscó a Taehyun entre sus contactos, tenía que contratar uno de sus servicios para encargarse de Giselle y que no contara nada, no confiaba en ella, en el tiempo en que a espió supo que llegaba un punto en que soltaba las cosas, sabía guardar las cosas, pero depende de qué tan fuerte eran era el tiempo en que lo guardaba.

—Hola señor negocios, ¿estás ocupado? —preguntó Soobin.

—Administrando cosas —suspiró—. ¿Necesitas algo?

—Uno de tus hermosos servicios, el asesinato.

—¿De quién se trata?

—Una chica llamada Giselle, se enteró de que tengo a Hueningkai pero conociéndola, no guardará el secreto por mucho así que...

—¿Dónde puedo encontrarla?

—El centro comercial al lado del McDonald's, trabaja en un local de ropa, no recuerdo el nombre, pero creo que sale a las nueve de la noche.

—¿Cómo es?

—Ahora te paso una foto de ella. ¿Cuanto dinero es por ella?

—Lo mismo de siempre.

—Quiero su collar, y te daré el dinero.

—De acuerdo, lo tendrás mañana a primera hora.

—Está bien, muchas gracias joven Kang.

—No me digas Kang —colgó.

—Como digas joven Kang —dijo entre risas

Luego fue a su chat con Beomgyu para mandarle mensaje fingiendo que estaba preocupado por él debido a que no sabía de él desde hace dos semanas pero claro como lo esperó, no obtuvo respuesta, también le llamó y tampoco obtuvo respuesta, pensó que estaba muerto, ese golpe lo había llevado a la morgue y era lo que quería. Soltó un suspiro de alivio para comenzar a hacer la tarea en el comedor de la casa.

Y como era de costumbre tenía mucho que hacer al igual que un par de proyectos ya que estaba por terminar un parcial eso también significaba menos tiempo para estar con Huening por estar con la tarea, proyectos y estudiar para los exámenes los cuales cada vez se les hacían más complicados. Al llegar las diez de la noche Huening despertó dándose cuenta que estaba en la habitación de Soobin, solo.

Se sentó con cuidado sintiendo un fuerte dolor en su trasero y una rara sensación en entrepierna, sentimiento que siempre sentía al terminar de tener sexo con Soobin. Se quitó las sabanas de encima para ponerse en pie poniéndose de nuevo su ropa interior y pantalones, al ponérselos salió de su habitación yendo hacia la suya, al tomar la manija se detuvo volteando hacia atrás viendo aquella puerta de color rosa la cual Soobin le dijo que jamás abriera, ¿pero porque? ¿qué más podía ocultarle?

Regreso al cuarto de Soobin cerrando la puerta prendiendo la luz de esta, abrió su armario buscando cualquier cosa que pareciera sospechosa o por lo menos una llave para entrar a aquella habitación sabiendo que seguramente Soobin se encontraba haciendo tarea o la cena pues siempre lo despertaba para cenar. En su armario no había nada. Buscó en los cajones de la encimera junto a la cama pero de nuevo, no encontró nada, soltó un leve suspiro y antes de ponerse en pie bajo las sábanas logró ver la orilla de una libreta, con cuidado alzó esa parte del colchón encontrándose con más libretas sacándola una por una mientras hacía una pila sacando en total ocho libretas.

Chocolate - SooKaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora