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Un mes después...

—Aquí está tu regalo de Navidad —dijo Beomgyu sonriente, entregándole una barra grande de chocolate.

—Woaa muchas gracias Gyunie —agradeció con una enorme sonrisa al tomar la barra—. Yo igual te tengo algo, pero no se si te guste...

—Todo lo que venga de ti siempre será especial Soobinie.

—Bueno...—le entregó una pequeña caja color azul—. No es mucho, pero lo escogí con mucho amor.

Beomgyu tomó aquella caja con ambas manos quitándole la cubierta para dejarla de lado, cuando pudo ver el interior, su corazón dolió. Era una esfera de nieve la cual tenía a dos personas acostadas en nieve apreciando las estrellas las cuales decoraban el cristal.

—Te explico. La primera vez que salimos te lleve al bosque y apreciamos las estrellas juntos, es por eso qu-

Lo abrazó de lado, apretando sus labios con fuerza pues se había arrepentido de creer que Soobin era el secuestrador de Hueningkai, creyó que simplemente no lo era y era una gran coincidencia el que Soobin fuera chocohólico y que Huening oliera a chocolate.

—¿Estás llorando?

—Te amo Soobinie...

—Y yo a ti —correspondió a su abrazo—. Pero si no te separas nos van a suspender.

—Si perdón —se separó de él, limpiando sus lágrimas—. E-es que...es muy bonito.

—¿De verdad?

—Si, es simplemente perfecto —lo miró con una gran sonrisa formada por sus labios.

—Me alegra que te haya gustado —dijo mientras acariciaba levemente su mejilla con una de sus manos.

Beomgyu a lo lejos vio a Yeonjun quien le hacía señas para que le preguntara sobre su pasado pero Beomgyu no quería, quería dejar atrás todos los planes y seguir con su linda relación con Soobin pero Yeonjun parecía cada vez más desesperado. Soltó un leve suspiro tomando la mano de Soobin para quitarla de su cachete lo cual le extrañó un poco.

—Soobin —lo miró—, ¿le has hablado a tu mamá sobre mi?

—No. Estoy pensando en hacerlo el cumpleaños de mi hermana, ella siempre viene a mi casa, tal vez sea un buen día para que la conozcas.

—¿Podré conocer a ambas? —preguntó sonriente.

—Claro, y ahí será cuando te presente como mi novio.

—Yeiii. ¿También conoceré a tu papá?

Se quedó en silencio unos segundos teniendo pequeños flashback donde lo golpeaba y su pared se llenaba de sangre, dónde abrazaba su cuerpo y donde lo volvía a golpear por lo que le había hecho a su hermana y a su madre.

—No él...está en Canadá, y no creo que pueda venir.

—Ya veo y...—miró por unos segundos a Yeonjun—¿Cómo es tu mamá?, dame una idea.

—Pues...es más baja que tú, su cabello es castaño en sus mejillas decoran pequeñas pecas las cuales heredó mi hermana —sonrió, recordando a ambas—. Es muy simpática, generosa y bondadosa, pero cuando se meten con sus hijos se vuelve lo contrario, a veces es algo orgullosa y coqueta, pero solo cuando pasa un hombre guapo junto a ella.

—¿Y tu hermana?

—Como cualquier niña de su edad, le encanta jugar con muñecas, tiene una habitación de juego en donde tiene una casa de muñecas y una caja llena de ellas con accesorios y ropa, así que si quieres que te quiera regálale una muñeca y juega con ella, sin importar que.

—¿Acaso va a maquillarme y ponerme una corona? —preguntó sonriente.

—No lo dudo.

—Oh...—de nuevo miró a Yeonjun por unos segundos, quien estaba cruzado de brazos recargado en la pared—. No habrá problema con eso, cuando era pequeño mis primas me maquillaban igual para poder jugar con ellas.

—¿De verdad?

—Si, y era divertido porque decoraban mi armadura con brillantina haciéndola más bonita —reí ligeramente—. ¿Tu...jugabas así con tu hermana de pequeño?

—¿De pequeño? mm...—desvió ligeramente la mirada— la verdad, no recuerdo mucho de mi infancia solo que me la pasaba casi todo el día comiendo chocolate —dijo sonriente.

—¿Desde pequeño comes chocolate a diario? —preguntó sonriente.

—Así es, y raramente no he tenido ningún problema respecto a eso.

—Wow...

De nuevo se quedaron en silencio. Había acertado en una cosa, era chocohólico todavía, solo tenía que sacar que dijera que era adoptado aunque tal vez no lo recordaba pues lo adoptaron con tres años y nadie recordaba nada sobre aquella edad, aunque tal vez sepa que era adoptado.

—Soobinie... ¿viviremos juntos al graduarnos?.

—Claro que si Gyunie —dijo sin verlo, abriendo la gran barra.

—Y...¿crees que podremos adoptar a un bebé? —ambos se miraron—. Sería lindo tener una familia y ya que no podemos tener bebés podíamos adoptar uno.

—Gyunie, ¿estás consciente de la vida que tendrá por ser hijo de dos hombres?

—Si pero-

—Sufrirá mucho, y no quisiera que sufriera por culpa nuestra, es mejor adoptar a un perro.

—¿Cómo estás tan seguro de que sufrirá?, podríamos educarlo nosotros desde casa.

—Beomgyu, no estás entendiendo, cualquier niño adoptado sufre, con padres del mismo sexo o no, y no quisiera que le pasara eso a un dulce niño.

—¿Cómo sabes que sufren? ¿has conocido a alguien que fue adoptado?

—suspiró—Gyunie —lo tomó de las manos con fuerza—, hay muchas cosas que no sabes sobre mi, y es mejor a veces no preguntar.

—Pero quiero saber, soy tu novio y-

—Beomgyu, hablo en serio...

—Solo dime si o no, no preguntaré de nuevo.

—suspiró por segunda vez—Si, conozco de alguien que fue adoptado y su vida no fue linda. En toda su vida escolar sufrió de bullying por el simple hecho de ser adoptado y nadie quería ser su amigo por lo mismo, así que se alejó de los demás, y temía de los demás, fue hasta años después que pudo superarlo.

—Oh...pobre de él, espero que esté bien a día de hoy.

—Lo está...—suspiró—. ¿Yo cuando conoceré a mi suegra?

—Cuando tenga menos trabajo, por cierto, ¿que haremos este fin de semana?

—Lo que quieras.

—Entonces quiero estar en tu casa, hace frío y no quiero salir.

—De acuerdo, espero esta vez no quedarme dormido.

—Solo no te agobies con las tareas y proyectos.

Luego del descanso regresaron a su salón, las clases continuaron como siempre hasta la salida, Soobin siempre llevaba a Gyu a su casa, así que se iban juntos a la hora de la salida pero esa vez no fue así pues Beomgyu mintió diciendo que tenía que pasar a otro lugar un poco lejos y aunque Soobin se ofreció a acercarlo este se negó.

—De acuerdo, hasta mañana Gyunie —dejó un beso en su mejilla para luego irse.

—Hasta mañana Soobinie.

Decía alegre mientras sacudía su mano en forma de despedida, una vez este se fue la sonrisa de Beomgyu se fue para luego ir hacia el auto de Yeonjun quien lo esperaba dentro de este. Abrió la puerta para luego entrar quedándose en silencio.

—¿Y bien?

—suspiró—Yeon... tal vez sea una gran coincidencia que sea chocohólico y que Hue-

—No me digas que vas a negarte —dijo molesto para luego mirarlo—. Hemos avanzando mucho, no es tiempo de ir hacia atrás. Su papá desapareció y no contesta las llamadas, tenemos que avanzar solos.

—Pero Yeonjun, piénsalo bien, Soo-

—Entiendo que estés enamorado de él y que te duela hacer esto, pero tú lo has dicho, es mejor saber la verdad a salir con un secuestrador.

—suspiró por segunda vez para luego mirarlo—¿Qué quieres que haga entonces?

—El sábado que vayas a su casa, vuelve a dormirlo y esta vez entraré a la casa.

—No te dejaré entrar, alguien podría verte.

—Entraré por atrás.

—suspiró por tercera vez, mirando hacia el frente—Esto saldrá mal...

—No saldrá mal porque él estará dormido, y entre los dos buscaremos a Huening en su casa.

—Estás realmente ob-

De su bolsillo sacó una navaja la cual apuntó hacia Beomgyu dejándola cerca de su cuello, apretando ligeramente su piel haciendo que el corazón de este comenzara a latir con fuerza pues estaba asustado, ahora estaba más arrepentido de lo que estaba.

—Si dices que estoy obsesionado con Huening cortaré tu cuello Gyu —dijo molesto entre dientes—. El era el amor de mi vida y lo perdí por culpa del tuyo.

—N-no lo diré entonces.

—Gracias.

Chocolate - SooKaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora