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Maratón #1:

Soobin se encontraba en clases, faltaban pocos minutos para que la campana sonara la cual daba anunció a la salida hacia el descanso. Tontamente sonreía en veces recordando aquella palabra que Huening le había dicho, Acepto, era su novio, lo había logrado, era novio de la persona que consideraba el amor de su vida.

Del otro lado del salón estaba Beomgyu cabizbajo haciendo garabatos al final de la hoja de su libreta, luego de aquel accidente tuvo una gran depresión pues había perdido a quien consideraba el amor de su vida, se había arrepentido de haber hecho ese tonto plan con Yeonjun pues eso hizo que lo perdiera. Estaba realmente molesto con Yeonjun y más porque a pesar de que haya tenido un accidente quería continuar con aquel plan, Beomgyu quería gritarle molesto que estaba obsesionado por encontrar a Huening que Soobin no lo tenía solo era una gran coincidencia que el fuera chocohólico y que Huening oliera a chocolate.

El timbre para sonar a clases sonó, Soobin cerró su libreta poniendo el lápiz a mitad de esta para dejarla sobre su banco, sacó el paquete de galletas de chocolate para salir del salón e ir al mismo lugar que iba siempre sentándose en una banca bajo techo. Cerró sus ojos recostado en la pared soltando un leve suspiro para relajarse imaginando que Huening estaba sentado junto a él comiendo de la mismas galletas pero unas pisadas lo sacaron de sus pensamientos, reconociendo aquellas pisadas con un pie cojo supo que le pertenecían a Beomgyu quien se sentó junto a él, quedándose en silencio.

Soobin ahora estaba molesto, quería gritarle que se fuera y lo dejara solo pero había recordado el papel que había tomado, un novio preocupado por su novio el cual tuvo un accidente luego de una discusión ya que descubrió que le era infiel con alguien más, pero quería darle una segunda oportunidad. Sintió cómo Beomgyu ponía su mano sobre la suya acariciándola levemente con su pulgar. Quitó la mano recorriéndose hacia el otro lado alejándose de él.

—Binnie-

—No me llames así, nosotros ya no somos nada —dijo sin verlo.

—Binnie por favor escúchame.

—No te escucharé —lo miró—, vete con Yeonjun mejor.

—Odio a Yeonjun tanto como tu, lo que viste en esa foto no es-

—Lo que vi en esa foto estaba muy claro Beomgyu, solo dime que era cierto y me eres infiel con Yeonjun.

—No te era infiel con Yeon-

—¿Entonces qué hacías con él? —preguntó con la voz rota.

—No puedo decírtelo aquí.

—¿Ves a alguien más cerca?

—Binnie habló en serio, esto es algo grave.

—No te creo. Y por última vez... —se puso en pie— aléjate de mi Gyu...

Limpió las lágrimas que querían salir para luego irse. De camino al salón se topó con la enfermera quien iba con su hermano de camino a la cafetería, por unos momentos conectó su mirada con la de Yeonjun dedicándole una mirada de odio para luego adelantar su caminar, no quería ver a ninguno de los dos. Luego de unos minutos el descanso terminó, horas más tarde llegó la hora de la salida, comenzó a guardar sus cosas lo más rápido que podía pues conociendo a Beomgyu iría con él para pedirle una vez más hablar sobre lo que pasó, lo cual acertó.

—Binnie escu-

—Última vez Beomgyu —se puso su mochila—, aléjate de mí —dijo para luego irse.

—No, espera por favor.

Lo siguió hasta el pasillo caminando lo más rápido que podía pues debido al dolor en su rodilla no podía ir tan rápido. Mientras iba detrás de él lo llamaba intentando que este lo escuchara pero pareciera como si no existiera, como si fuera invisible.

—¡Binnie! —intentó tomarlo de la muñeca pero este se quitó.

—¿Que no lo entiendes?! —dijo en voz alta, llamando la atención de todos—. Te odio...—dijo entre lágrimas.

—Binnie por favor, no es lo que tu crees.

—Vete con Yeonjun que es lo que mejor haces.

—No lo volveré a hacer, por favor, solo dame una oportunidad más y verás que no pasará de nuevo, seremos felices, seremos la pareja perfecta como lo solíamos ser solo tienes que-

—Ahí viene tu novio —dijo para dar media vuelta e irse.

—¿Por qué discuten ustedes dos? —preguntó Yeonjun estando cerca, viendo como Soobin se iba—. Que malhumorado solo no quería que se pelearan.

—lo miró—Eres un idiota Yeon.

—¿Disculpa?, quería decir que entre nosotros no pasó nada-

Recibió un fuerte golpe en su quijada haciendo que retrocediera un poco y que sus nudillos se pusieran rojos. Al mirar a Beomgyu notó gruesas lágrimas salían de sus ojos apretando con fuerza sus dientes, sabía que estaba realmente molesto con él, lo había arruinado, todo por su obsesión por Hueningkai.

—¡No te me acerques más idiota! —le gritó molesto para luego irse, siguiendo a Soobin.

Pero era tarde, este ya estaba de camino a su casa. Soltó un fuerte suspiro para bajar las escaleras yendo hacia la casa de Soobin la cual sabía que estaba algo lejos pero no le importaba, nada le importaba en ese momento, ni el que su madre lo estuviera esperando en su auto, el que el doctor le haya dicho que no caminara tanto ni tan rápido o solo empeoraría su estado, lo único que le importaba era decir la verdad y arreglar sus cosas con Hueningkai.

Mientras cogía a casa de Soobin se encontraba llorando, sus gruesas lágrimas no dejaban de salir, no podía aceptar que lo había perdido y para colmo todos los lindos recuerdos que tuvo junto a él comenzaron a pasar por su mente los cuales hacían que su corazón doliera más y se rompiera más.

Soobin llegó a su casa estacionando su carro en su garaje quedándose ahí, por alguna razón sus lágrimas no dejaban de salir y no sabía el porqué. ¿Por Beomgyu? lo odiaba, salió con el solo por no parecer sospechoso. Luego de unos minutos salió de su auto para entrar a casa siendo recibido por el rico aroma de comida recién hecha.

—¿Huening?

—Hice la comida —dijo saliendo de la cocina—, sorpresa!.

—Woaa, ¿qué fue lo que hiciste? —preguntó sonriente dejando su mochila en el suelo.

—El rico guiso que me enseñó mi mamá, por cierto, ¿crees que podamos ir a visitarla en su cumpleaños?

—Claro, le pediré a Taehyun que la secuestre solo por veinticuatro horas para que puedas verla.

—Yeiii.

Ambos caminaron hacia el comedor en donde la comida ya estaba servida. Soobin se sentó frente a uno de los platos para comenzar a comer, disfrutaban de la compañía del otro en silencio hasta que fueron interrumpidos por el timbre de la casa lo cual alertó a ambos, cuando Soobin iba a ver de quien se trataba por la aplicación de cámaras escuchó la voz de Beomgyu.

—¡Soobin por favor ábreme!

—Ese es...¿Beomgyu? —preguntó Huening en susurró.

—No te muevas de aquí.

Llevó consigo un cuchillo el cual escondió metiéndolo ligeramente por su pantalón en su espalda. Se puso en pie para luego ir hacia la entrada principal. Su corazón dolía, tal vez eran los nervios de que viera a Hueningkai pero ese sudor en sus manos no se iba.

—¿Qué es lo que quieres Beom-

—Antes de que cierres la puerta, estaba en ese auto porque hablábamos sobre ti, sobre un pequeño plan que teníamos. Hice mal, lo se. Ese día en que te habías quedado dormido viendo la película no fue así, puse un liquido en tu bebida y te dormiste luego investigue la casa tratando de encontrar a Hueningkai pero no lo encontré, solo ese cuarto con la-

—¿Entraste?!.

—¡Si!, se que hice mal pero escúchame. Encontré tus papeles de adopción, descubrí que eres chocohólico y esas cosas pero es solo lo que vi, luego le dije a Yeonjun, él creyó al cien que tu tenías a Hueningkai porque era una gran coincidencia de que lo fueras y el oliera a chocolate, pero Soobin —suspiró—, me arrepiento...al ver tu reacción supe no tenías a —sus ojos se abrieron como platos— Hu-ueningkai...

Soobin miró hacia atrás notando que Hueningkai estaba ahí. Beomgyu lo había visto y lo sabía, estaba muerto.

Chocolate - SooKaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora