Hueningkai, había logrado arrastrarse hasta las escaleras, se puso de rodillas frente a la puerta para intentar abrirla pero era imposible, la manija no giraba, comenzó a golpearla con ambas manos pues seguían esposadas. Gritaba, a pesar de que sus palabras no se entendían, lloraba cada vez más, desesperado por irse pero al parecer lo que Soobin había dicho era cierto, nadie lo escuchaba. Se dio por vencido para bajar con cuidado las escaleras, intentó ponerse en pie pero sus piernas temblaban, era imposible pararse.
Soobin llegó a su casa, se estacionó en su garaje para salirse de este. La puerta se cerraba lentamente, entro a su casa para ir a visitar a Huening pero antes de que llegara a la puerta hacia el sótano, el timbre de su casa sonó, se asustó un poco pero mantuvo la calma para ir. Dejó su mochila en el sofá para ir a la puerta principal, quitó el seguro para abrirla encontrándose con una de sus vecinas, soltando un ligero suspiro.
—Oh...hola señora Lee —dijo sonriente.
—Que tal, oye, hace rato escuche fuertes golpes que provenían de tu casa, ¿todo en orden?
—¿Golpes?...
Inmediatamente pensó en Huening, que intentó escapar golpeando la puerta. Ahora estaba molesto.
—Oh sí, es un perrito que conseguí para mi hermana, ya sabe cómo son de ruidosos.
—Oh...de acuerdo —dijo sonriente— ten lindo día —se fue.
—Igualmente —dijo sonriente para cerrar la puerta.
Cuando lo hizo, su sonrisa desapareció. Molesto camino con pasos firmes hasta la puerta del sótano para comenzar a quitar cerradura por cerradura, cuando la abrió la empujo por completo haciendo que se azotara contra la pared para luego bajar las escaleras. Huening se había asustado por el azote para voltear hacia las escaleras, viendo como Soobin bajaba molesto para acercarse a él, cubrió su cara con ambos brazos con miedo a ser golpeado pero cuando Soobin estuvo cerca de el, tomo ambos brazos para quitarlos y tomarlo de la quijada haciendo que lo mirara.
—¿Porque lo hiciste?! —dijo molesto.
Huening solo temblaba de miedo, con su vista en los ojos de Soobin los cuales daban miedo, era una mirada demasiado penetrante y aterradora casi como la de un psicópata.
—¿Acaso quieres morir!?, ¿eh!? —Huening negaba repentinamente—. ¡Entonces no vuelvas a hacer eso!
Lo soltó, empujándolo un poco haciendo que terminara acostado en su cama para que luego comenzara a llorar. Soobin se puso en pie mientras tomaba bocanadas de aire, molesto y con lástima, no le gustaba ver a Huening llorar.
—suspiró—La policía y tu madre fueron al salón —Huening lo miró, sorprendido por lo que había dicho—, preguntaron cuándo fue la última vez que te vieron y claro, no dije nada, pero eso sí, se llevaron a tu noviecito para interrogarlo que por cierto, no sabe sobre esto...
Sacó la nota que Huening le había hecho en la cafetería a Yeonjun, para dejarla caer al suelo. Huening cabizbajo, siguió llorando en silencio. Estaba destrozado, quería morirse.
—Vendré en la noche.
Tomó la caja de galletas la cual estaba intacta para llevársela. Subió las escaleras cerrando la puerta con todas las cerraduras dejando la luz apagada. Huening, tomó la nota del suelo la cual había hecho para Yeonjun, maldiciéndose por haberse ido, por haberla escrito, ahora mismo quisiera estar con él y abrazarlo en aquel departamento del cual Yeonjun siempre le hablaba.Es mejor terminar y dejarlo así. No dejaré que me obligues a escoger algo que no quiero cuando ya te lo aclare demasiadas veces. Lo siento. Adiós.
Abrazo la pequeña nota recordando ese momento, las cálidas manos de Yeonjun sosteniendo las suyas. Soobin comenzó a hacer su tarea en el comedor de la casa con música en el estéreo puesta, cualquier canción era reproducida, mientras él pensaba en que podría hacerle de cenar a Huening pues cuando intento alimentarlo este lo golpeo. Sabía cuál era su comida, bebida, golosina y frituras favoritas solo que no podía comprarlas ya que en cualquier momento la policía podría llegar y sospechar de él.
Luego de tanto pensar, decidió que simplemente iba a darle ramen y carne. Luego de varias horas, Soobin había terminado su tarea, se encontraba jugando videojuegos en su consola junto a su televisor de la sala. Había oscurecido, era la hora de la cena, se puso en pie para ir a la cocina y hacer la cena de ambos. Huening, seguía acostado mientras abrazaba la pequeña nota, sus mejillas estaban empapadas, sus ojos rojos al igual que la punta de su nariz, su panza comenzó a rugir, ahora se maldecía por no haber tomado alguna galleta que había en la caja que Soobin le había dejado, también tenía sed de tanto llorar.
Minutos después, escuchó que la puerta comenzó a abrirse y el foco de la habitación en la que estaba se prendió, parpadeo un par de veces pues su vista ya se había acostumbrado a la oscuridad. Se sentó con cuidado mirando hacia las escaleras viendo como Soobin bajaba con dos platos con ramen.
—Debes tener hambre.
Hizo la mesa al medio de la habitación con ayuda de su piernas mientras la empujaba para dejar ambos platos sobre este.
—Iré por las bebidas.
Volvió a subir. Huening intentó ponerse en pie, sus piernas temblaban pero no tanto, podía dar pocos pasos, pensó en caminar hasta las escaleras, pero no sabía como escapar de Soobin, soltó un suspiro nasal para sentarse frente a uno de los platos en el suelo. Soobin bajo con dos vasos con agua junto a una botella de agua. Le entregó un vaso de plástico a Huening mientras él tenía uno de cristal.
—No quiero salir lastimado de nuevo —lo miró —. Te ayudare con las cintas, pero si intentas salir te matare, ¿entendido?
Huening asintió. Soobin se inclinó hacia él para quitarle con cuidado los tres pedazos de cinta, sacando también la bola de tela, de nuevo, comenzó a tomar bocanadas de aire mientras tosía.
—Puedes comer, tal vez aún no te has dado cuenta pero hay un pequeño baño ahí —señaló el lugar.
Huening volteo a este. Estaba al final de la habitación, era un retrete y un lavabo el cual tenía jabón, un cepillo de dientes y pasta dental.
—Pero...—lo miró— ¿cómo me bañaré?
—Tengo que pensar sobre eso, bueno, disfruta tu comida.
Tomó sus palillos para comenzar a comer. Huening hizo lo mismo, tomando sus palillos para comer el ramen, lo disfrutaba mucho, aún así no dejaba de tener miedo, que la comida tuviera veneno o algo así.
—Podría prestarte mi ducha, pero...tal vez dos veces al mes, estarás aquí todo el día sin hacer nada así que no sudaras y ensuciaras tu ropa.
—¿Qué quieres de mí? —pregunto sin verlo.
—lo miró—Nada.
—lo miró igual—¿Y porque haces esto?
—Porque si —volvió a comer.
—¿Cuánto dinero quieres?, puedo conseguirlo.
—No quiero dinero.
—¿Mujeres?, ¿autos?, ¿ropa costosa?, ¿videojuegos?, yo que se! ¿qué quieres de mi?!
Soobin le dio un golpe a la mesa, haciendo que Huening se resaltará y se quedara en silencio, tragando en seco.
—Cállate y come, o te lo quitaré.
De nuevo comenzó a comer. Siguieron en silencio. Minutos después terminaron de comer, acabando casi al mismo tiempo. Soobin se puso en pie tomando el plato de Huening para ponerlo sobre el suyo junto a su vaso para irse.
—Buenas noches, oh —se detuvo y lo miró—, diría dile adiós a tu celular porque lo tiraré al río Han, así no podrán rastrearlo, pero no quiero que hagas otra cosa. Cuando termine de limpiar los platos vendré a ponte las cintas de nuevo, así que no intentes nada.Se fue. Puso de nuevo cada cerradura. Huening se quedó sentado unos segundos para ponerse en pie y caminar con un poco de dificultad hasta el lavabo y cepillar sus dientes, con cuidado, camino hasta la cama para acostarse en esta y abrazar un peluche.
—Yeonjun...por favor, encuéntrame.
Dijo para luego cerrar sus ojos e intentar dormir. Soobin termino de lavar los platos que había usado, guardo la comida que había sobrado para luego bajar de nuevo al sótano, cuando se encontró a Huening durmiendo le dio ternura, la forma en la que se aferraba a aquel peluche, tomó una de las cobijas para taparlo con cuidado, quería ponerle la cinta, pero no quería despertarlo.
—Huening.
Lo tomó del hombro para agitarlo levemente. Cuando lo hizo, este despertó poco a poco para luego sentarse.
—La cinta.
—suspiró—Claro...
Le metió la bola de tela para ponerle cinta, solo le puso una esta vez.
—Buenas noches.
Se paró para irse. Puso las cerraduras para ir por el celular de Huening el cual estaba en su habitación para tomarlo y salir de casa. Encendió su auto para conducir hasta el río Han, se estaciono en la orilla para bajarse y acercarse a la barda, el celular de Huening estaba apagado, lo tomó con guantes para luego simplemente tirarlo viendo como caía hasta el agua salpicando. Se subió de nuevo a su auto para regresar a casa.
Por otro lado. La policía aún interrogaba a Yeonjun, pero esta vez para saber quién podría ser el sospechoso de hacerle daño a Huening.
—Podrías hacer una lista de ellos.
—Pero no hay, todos eran amables con él, Huening era un amor de persona y no odiaba a nadie y nadie lo odiaba.
—Tal vez alguien lo amaba en secreto.
—No tengo idea, todos actuaban normales.
—¿Habían personas que se acercaban a él seguido?, ya sea para pedirle ayuda en alguna tarea, para invitarlo a salir, o cosas así.
—Em sí...un par de compañeros.
—Bueno, escribe sus nombres aquí —le acercó una hoja y bolígrafo.
Comenzó a escribir sus nombre. El cuarto de ellos era Soobin, quien se acercaba siempre a él para preguntarle sobre los proyectos y tarea
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Chocolate - SooKai
Fanfic-¿Porque...haces esto? -preguntó entre lágrimas. -Porque eres mi chocolate favorito. -Yo no soy un chocolate! -exclamó entre lágrimas. -Hueles como uno -tomó de su quijada pasando su cálida lengua por su cachete-. Y sabes cómo uno...-le murmuró al o...