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Soobin abrió de piernas a Huening posicionando la punta de su pene en su entrada entrando de golpe haciendo que Huening arqueara la espalda por el dolor mientras gritaba pero gracias a la cinta no podía escucharse. Soobin movía su cadera de atrás hacia delante haciendo que las penetraciones fueran lentas pero profundas lo cual disfrutaba pero sabía que Heuning odiaba pues le dolía.

—Hoy te haré mío...más de lo que lo he hecho siempre.

Comenzó a moverse aún más rápido jadeando, estaba por venirse moviéndose aún más rápido provocando pequeños sonidos parecidos al de un aplauso los cuales incrementaron más. Soobin se encorvaba poco a poco para finalmente venirse dentro de Huening.

—Ah~...—suspiró— siguiente.

Aún no terminaba de venirse, pero giró a Huening dejándolo boca abajo, lo penetró de nuevo haciendo que este soltara un gemido ahogado. Lo tomó con fuerza de los hombros pegando a la cama para comenzar a moverse rápido haciendo que sus nalgas se temblarán y pudiera escucharse el mismo sonido idéntico al de los aplausos.

—Quiero escucharte cariño.

Le quitó la cinta para poder escuchar sus gemidos los cuales eran más fuertes debido a las profundas embestidas que Soobin le estaba metiendo las cuales se volvían entrecortadas y Soobin sabía porque, estaba por venirse.

—Hazlo cariño, hazlo —lo ayudó a ponerse en cuatro tomando con fuerza sus cabellos para tirar de ellos mientras esté gemía con fuerza—. No te contengas y hazlo...

—¡S-soobin! —gimió con fuerza—. D-d-duele~.

—Lo se cariño pero eso te pasa por no obedecer e intentar escapar.

Lo soltó del cabello tomándolo del lado opuesto del codo para poder sostenerlo penetrándolo con fuerza haciendo que Huening gimiera casi a gritos por cada vez que lo penetraba. Disfrutaba escuchando sus gemidos aunque entre ellos se encontraban palabras como "¡detente!", "¡por favor para!" o "¡de verdad duele!" los disfrutaba y se excitaba cada vez más dándole más fuerte.

—¡Soobin para! —rogó entre lágrimas.

—Es mejor cuando me pides más —dijo agitado sin detenerse.

—N-no, ¡para por favor para! —rogaba.

—¡NO! —lo nalgueó con fuerza—. Pídeme más.

—¡Soobin para! —sollozó.

—lo volvió a nalguear—Pide más.

—S-soobin...—gimió— m-más...más Soobin más.

—Así me gusta.

Lo tomó de la cadera para poder penetrarlo más rápido como quien diría, la metralleta. Huening no dejaba de gemir puesto a cuatro mientras se sostenía con ambas manos cabizbajo sintiendo un cosquilleo en su entrepierna el cual no duró viniéndose, manchando la cama. Al terminar de venirse se rindió tarándose sobre la cama haciendo una curva con su espalda.

—H-hueningkai! —gimió Soobin— m-me vengo Huening~.

—Por favor no...—rogó entre lágrimas—. Basta...basta...—gemía—...bas- ¡Ah!.

Soobin metió por completo su pene haciendo su entrada más grande. Se vino dentro de este teniendo un orgasmo mientras gemía entrecortado al igual que Huening quien ocultaba su rostro en las sabanas hasta que Soobin dejó de venirse tirándose en la cama tomando grandes bocanadas de aire.

—Te amo Huening...jamás te dejaré...

—Yo te amo pero quiero dejarte —dijo entre lágrimas.

—Jamás te irás...—besó su cuello—. Jamás...

❝ ❞

Cinco meses después...

Hueningkai estaba aburrido en su habitación con las manos esposadas y los pies atados sin poder moverse. Las publicaciones dando pistas se hicieron más fáciles incluso en un auto que dibujó puso su apellido en mayúscula, al parecer nadie sabía que era él pues los únicos comentarios que había eran apareciendo su arte diciéndole lo bien que dibujaba.

A veces lloraba maldiciendo su vida y la vez que por su culpa Beomgyu murió teniendo pesadillas con aquel día, lo único bueno era que Soobin siempre lo alimentaba pero jamás lo llegó a tocar de nuevo ni siquiera lo abrazó, o dejaba besos en sus cachetes lo cual lo ponía un poco triste y que su corazón se rompiera en mil pedazos, recordaba a la perfección la confesión que le había dicho. Eran novios, y no lo parecían.

—Hola Huening —dijo Soobin abriendo la puerta—, traje la comida.

Puso una pequeña mesa al lado de este para luego ir por los platos con comida poniéndolos sobre la misma. Huening solo tenía permiso de quitarse la cita a la hora de comer lo cual hizo lentamente para hacerla bola y dejarla de lado, se acomodó frente a la mesa frente a uno de los platos, aún esposado tomó los palillos para comenzar a comer del ramen.

—En unos días me gradúo —dijo Soobin emocionado.

—Wow...felicidades.

—¿Qué te ocurre?

—Me duelen los pies, eso es lo que pasa —suspiró—. ¿Puedo qu-

—No, no quiero que intentes escapar.

—Por Dios Soobin —dijo molesto—, fui estúpido, no debía hacer eso, me arrepiento totalmente, por favor quítame las esposas y la soga en los pies —rogó—. Solo...quiero estar contigo...

—Me has dicho eso dos veces, no pasará una tercera vez.

—Soobi-

—No te los quitaré hasta que te toque el baño. ¿Vas a comer o me voy?

—suspiró por segunda vez—Voy a comer...

—Ese es mi Huening —dijo sonriente.

Otra cosa es que no volvió a llamarlo chocolate, ahora solo lo llamaba Huening y cuando se molestaba lo llamaba Hueningkai, si que le afecto el que casi escapara. Continuaron comiendo en silencio hasta que ambos terminaron, Soobin tomó ambos platos y la mesa para irse de ahí cerrando la puerta con llave.

—Regreso a la cena.

—Está bien —respondió sin ánimos—. ¿Puedo lavarme los dientes por lo menos?

—En un rato regreso.

—suspiró—Está bien...

Trató de subir a su cama junto a su tablet para continuar dibujando, esta vez daría una pista más obvia. Sería HK como si fuera una barra de chocolate, estaba harto de todo, solo quería regresar con su madre y ser feliz, volver a tener una vida normal siendo que aún estaba enamorado de Soobin aunque quería olvidarse de eso, quería superarlo, quería verlo como su secuestrador.

—Listo —entró al cuarto—, vamos a cepillarnos los dientes juntos.

—Claro.

Se acercó a este para poder quitarle las sogas que tenía en los pies ayudándolo a pararse, cuando lo hizo, dejó un corto beso sobre sus labios haciendo que este se resaltará y se quedara en silencio unos segundos. Huening formó una pequeña sonrisa con sus labios esperando a que Soobin correspondiera a su beso, pero este simplemente formó una sonrisa, idéntica a la de él.

—Tus besos no me convencerán en quitarte las sogas para siempre.

Su sonrisa se borró al instante, sintiendo como su corazón se destrozaba aún más. Soobin lo soltó para luego salir del cuarto yendo hacia el baño para poder lavar sus dientes. Huening sacó el aire en un suspiro el cual se entrecortó sintiendo como sus lagrimas comenzaban a recorrer sus mejillas.

—Yo aún te amo Soobin...

Chocolate - SooKaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora