—Oh mierda...¿qué harás al respecto? —preguntó Taehyun.
—No lo se...—suspiró
—¿Quieres que te ayude a asustarlo?
—Tal vez, pero ahora no, deja que pase una semana máximo, luego lo asustamos.
—¿Enserio lo soportarás durante una semana?
—Si...todo sea para que no sospeche.
—¿Y si la policía te habla y te dicen que te vistas así?
—Pff...¿qué probabilidad hay de que hagan eso?
—Cien por ciento.Soobin se quedó callado, terminando de cocinar la cena. Tenía razón, era demasiada la probabilidad de que lo obliguen a hacer eso, se darían cuenta de que es el de la foto, quien puso la carta ahí, y era lo que no quería.
—Ya veré que haré.
—Está bien, suerte en tu semana.
—La necesito —colgó.Soltó un suspiro, la cena estaba lista. Tomo un plato hondo para servir ramen en el y ponerle trozos de carne. Tomó unos palillos para ponerlos en este y bajar al sótano, Huening se encontraba jugando, como siempre.
—Aquí está tu cena —dejó el plato en la pequeña mesa.
—Gracias.
—Ajá —se va.
Volvió a subir, cerrando la puerta. Camino hasta el comedor y cenar solo, pensando en qué hacer, era obvio que Yeonjun lo molestaría aún más y los demás creerían en él por el increíble parecido, si se cortaba el cabello iba a verse sospechoso, al igual que teñírselo de algún color, pero, sabía sobre una fiesta en especial en donde te lo pintaban si perdías en los juegos de shots, lo malo, era que no tendría como regresarse si perdía y tal vez soltaría todo estando ebrio, aunque, podría fingir.
Al terminar de cenar, lavo los platos usados notando que el agua estaba más fría, recordó como Huening temblaba en la mañana, podría dormir con él. Mientras se encontraba tallando el plato con la esponja llena de jabón y espuma, dos toques en la puerta del sótano se escucharon perfectamente, dejó la esponja en su lugar quitando la espuma de sus manos para ir hacia esta y quitar las cerraduras, al abrir la puerta, se encontró con un Huening temblando.
—E-el...calentador se apagó.
—¿Cómo?
Cerró la puerta para bajar las escaleras, comprobando que era cierto, se había apagado. Fue en busca de la caja de herramientas en el armario del sótano, tratando de buscar algún problema al pero no lo había, tal vez la garantía había expirado.
—suspiró—Murió.
—Seré el siguiente, por morir de frío —dijo mientras intentaba subirse al sofá.
—Bueno, tendrás que dormir conmigo hoy, mañana iré a comprarte uno nuevo y mejor.
—Está bien.
Lo cargó sobre su espalda para salir del sótano, apagó las luces de la cocina para subir a su habitación. Lo dejó sobre la cama para acercarse a su closet y sacar una pijama cómoda y calentita para Hueningkai, sacó dos conjuntos para darle uno a Hueningkai.
—Toma, ¿quieres que te ayude a ponértela?
—No, puedo solo.
—Está bien.
Se sentó al lado de él quitándose la camisa y dejándola de lado para ponerse la pijama. Hueningkai estaba un poco incómodo, jamás se había cambiado enfrente de alguien. Dejó la pijama de lado para quitarse su camisa lentamente, mientras lo hacía, Soobin se encontraba quitándose los pantalones. Trato de no mirarlo, pues era demasiado incómodo. Se puso la camisa de pijama doblando la suya para dejarla de lado.
—¿Quieres que te ayude con el pantalón?
—N-no...
—Prometo no tocarte, solo te ayudaré.
—suspiró—Está bien...
Soobin había terminado de cambiarse, se puso en pie para ayudar a Hueningkai quitándole los pantalones. Los dejo de lado para ponerle el pijama.
—Bueno, estás listo.
Camino hacia el otro lado de la cama, bajo la sábana para subir a esta y acostarse. Ayudó a Hueningkai a acostarse pues no podía mover sus piernas todavía. Soobin sacó las esposas de su cajonera para ponerle una a Hueningkai en su muñeca izquierda, luego el se puso la muñeca derecha.
—Así me aseguraré de que no intentes escapar.
—Ya te dije que no lo haré.
—Aún no puedo confiar en ti.
—suspiró—Está bien.
Soobin se acostó de lado para poder apreciar a Huening y poder dormir. conforme el tiempo pasaba, el frío aumentaba, siendo que el otoño apenas iniciaba, pareciera como si se tratara del invierno. Huening estaba acostumbrado a dormir mientras abrazaba algo, pero ahora no tenía el que.
—Soobin...—susurró.
Volteo a este, quien estaba dormido ya. Tal vez era su oportunidad, ¿donde estaba la llave?. Se sentó con cuidado de no hacer ruido o despertarlo, junto a la cama, había una encimera con una lámpara, justo al lado de ella estaba la llave. Eran pequeñas y algo delgadas. Podía estirarse y fácilmente tomarlas para irse, pero había un problema, su muñeca estaba esposada a la de Soobin, y este estaba en el camino, un movimiento en falso y...
—No lo intentes...—murmuró Soobin.
Hueningkai soltó un suspiro para volver a acostarse. Su libertad estaba a tan solo unos centímetros, iba a lograrlo, podía pelear, podía intentarlo, pero era absurdo con su piernas en ese estado. Solamente debía esperar, la oportunidad perfecta para escapar.
—Estarás siempre conmigo Hueningkai —murmuró.
—Eso parece...—dijo con la voz rota.
Soobin abrió los ojos, encontrándose con el rostro de Huening. Sus ojos estaban cerrados y en uno de ellos una pequeña lágrima comenzó a salir para recorrer su mejilla y caer de esta. Soobin limpio su lágrima para acercarse un poco a él y abrazarlo, inhalando su olor.
—Eres mi chocolate favorito.
—No soy un chocolate.
—Para mi lo serás siempre.
Dijo para luego dejar un pequeño beso en su mejilla, al separarse, pasó su lengua por sus labios disfrutando el delicioso sabor de chocolate. Huening, se acostó de lado, queriéndose acostar en bolita pero era imposible.
—Te ayudo.
Tomo sus piernas para que este pudiera acostarse de lado, para luego acostarse junto a él. Lo abrazo con cuidado de no lastimarlo, aferrándose un poco, escondiendo su cabeza detrás de su cuello. Su olor a chocolate inundó sus fosas nasales y de cierto modo, lo excitaba, su boca se acercó al cuello descubierto de Huening dejando un pequeño beso en su cuello.
—Te amo Huening...—le murmuró al oído.
—Intento quererte...
—No lo parecía hace un momento.
—apretó sus ojos junto a sus labios—Lo siento...
—No, no te perdono.
Debido a que sus cuerpos estaban juntos, el trasero de Huening estaba demasiado cerca del entrepierna de Soobin, bajo su mano hasta su cadera, pasó su mano hasta el frente sintiendo el miembro de Huening.
—Te adoro chocolate...
Paso lentamente su mano hacia atrás, tomando el pantalón y bajarlo lentamente dejando al descubierto el trasero de Hueningkai, acarició lentamente sus nalgas, suaves y lisas. Bajo también su pantalón y ropa interior, rozando su miembro entre las nalgas de Huening.
—Quiero hacerlo...pero no quiero lastimarte.
Movía sus caderas, rozando su miembro mientras soltaba ligeros jadeos. El deseo de penetrarlo crecía más y más pero no quería lastimarlo, quería esperar a que las heridas se curaran, tenía que soportarlo, tenía que contenerse, pero la sensación era tan excitante y Huening tan irresistible.
—Joder...
Besaba el cuello de Huening, dejando pequeñas marcas, este giro la cara para darle más libertad.
—Huening...tengo que hacerlo —dijo agitado.
—¿Y si me lasti-
Puso su dedo sobre sus labios para callarlo, dejó de mover sus caderas mientras tomaba bocanadas de aire. Bajo su mano, pasándola por su torso para llegar a su trasero y bajar aún más el pantalón, tomó una de sus piernas para acomodarlo y poder penetrarlo sin dificultad. Huening tenía miedo, se sentía demasiado incómodo, asqueroso. Soobin puso la punta de su miembro en la entrada de Huening para empujarlo y penetrarlo lentamente.
—A-a-ah! —gimió Huening.
Tomó su cadera, para comenzar a moverse de delante hacia atrás. Huening apretaba sus ojos, encogido de hombros, le había dolido, tanto que lagrimas comenzaron a salir de sus ojos.
—D-duele...
—Creme que no tardaré.
Continuó moviendo sus caderas, aumentando cada vez la velocidad. La entrada de Hueningkai estaba apretada pero conforme pasaban los segundos dejaba de serlo. Soobin llevó su mano la entrepierna de Huening para comenzar a masajearlo, este, soltaba leves gemidos y jadeos, mientras Soobin solo soltaba jadeos cerca del oído de Huening haciendo que sintiera un escalofrío recorrer todo su cuerpo.
—Huening...—dijo agitado.
—S-soob-bin...—dijo agitado entre gemidos.
—Agh!.
Comenzó a masturbarlo, haciendo que este soltara un gran gemido agudo, seguido de otros. Soobin subió una de sus piernas a Huening para poder moverse con más facilidad, estaba demasiado excitado, quería tenerlo de todas las formas posibles y hacerlo toda la noche con él, pero no podía, no quería lastimarlo.
—S-soobin...m-me...
—Y-yo i-igual...
Dijeron agitados, comenzó a mover sus caderas con más rapidez provocando pequeños ruidos, eran como pequeños aplausos los cuales se provocaban por la piel de ambos chocando. Hening se encorvaba de hombros cada vez más gimiendo un poco más fuerte y seguido, lo que excitaba a Soobin aún más.
—J-joder... ¡Ah! —gimió.
Viniéndose dentro de Huening, se encorvó recostándose en la espalda de Huening quien se había venido en la mano de Soobin, manchando un poco las sábanas. Soobin salió lentamente de Huening, de su entrada, escurría un poco del semen de Soobin. Ambos tomaban grandes bocanadas de aire. Soobin volvió a tomar de la cadera a Huening pero esta vez para acercarlo y poder abrazarlo.
—Te amo...—dijo aún agitado.—Y yo te odio...—susurró.
Gracias por los 1k de vistas TT
Soy muy feliz TwT
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Chocolate - SooKai
Fanfiction-¿Porque...haces esto? -preguntó entre lágrimas. -Porque eres mi chocolate favorito. -Yo no soy un chocolate! -exclamó entre lágrimas. -Hueles como uno -tomó de su quijada pasando su cálida lengua por su cachete-. Y sabes cómo uno...-le murmuró al o...