🤎; 28.

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Huening se había dado una larga ducha, pues realmente se sentía sucio, luego de casi una hora y media salió de la ducha, notando que sobre la tapa del inodoro estaban las bolsas con su ropa nueva, confundido debido a que no había escuchado a Soobin entrar en ningún momento, tomó la bolsa para buscar algo que ponerse. Al terminar de cambiarse, salió del baño, viendo aquella puerta rosa al final del pasillo, y que la segunda habitación tenía la puerta abierta, caminó hacia esta notando que Soobin estaba dentro de esta, trapeando el suelo.

—¿Cuando entraste a dejar la ropa? —preguntó desde la entrada del cuarto.

—Hace un rato, pero tranquilo, me contuve en ver a través de la cortina.

—Gracias.

—No hay de que —dijo terminando de trapear, saliendo del cuarto—. Bueno...deja que se seque y podrás acomodar las cosas como te dé la gana.

—¿Y mi caballete

—lo miró, entrecerrando sus ojos—Iré poco a poco Huening, pero lo tendrás, ¿de acuerdo?, lo tendrás.

—¿Tendré un caballete? —preguntó sorprendido—, ¿también una godete?

—Todo lo que quieras, siempre y cuando hagas caso a lo que te dije.

—Lo haré, siempre y cuando no me toques.

—Y tú no mires por las ventanas o intentes escapar.

—Bien.

El resto del día, Soobin ayudó a Huening con su nueva habitación acomodando los pocos muebles que había guardando las cajas en la parte superior del closet que había. Cuando terminaron, Soobin le prestó una libreta vieja que tenía y un par de lápices para que dibujara junto a él mientras se encontraba haciendo tarea y avanzando a los proyectos que debía hacer.

Las horas pasaron, Huening hizo un total de cinco dibujos bien hechos, uno de como se veía su habitación la última vez que la vio, a igual que su madre y sus dos gatos, los otros dos dibujos eran del perfil de Soobin, uno haciendo la tarea en la libreta y otro en la laptop. Era demasiado bueno dibujando tanto que si hubiera un trabajo de eso sería millonario.

—suspiró frustrado— Maldito profesor de artes lo odio...

—¿Por qué tanto odio por él?

—Porque le pedí como tres veces que me explicara cómo se hacía esto y no entendí.

—¿Qué debes hacer? —preguntó cerrando aquella libreta, acercándose a él.

—Debo hacer líneas justo en la orilla de cada cosa como si fuera un dibujo, pero no me sale.

—¿Por qué no lo haces en una hoja y lo calcas?

—Porque no soy bueno, no tengo un gran pulso.

—¿Quieres que lo haga por ti?

—Si no es molestia, así podría terminar el proyecto de filosofía.

—De acuerdo.

Tiempo después Huening terminó aquel proyecto de Soobin continuando con sus dibujos esta vez dibujando un florero con Soobin tenía mientras este terminaba con los proyectos y tareas que le quedaban por hacer hasta la hora de al cena, donde ambos se pararon a cenar y al terminar lavaron sus dientes para continuar con lo que hacían, terminando a la una de la mañana.

—Buenas noches Soobin —decía Huening mientras iba hacia su nueva habitación.

—Ahora voy.

—¿Para qué?

—Desearte las buenas noches —dijo sonriente entrando a su habitación.

—Ja ja muy gracioso.

Dijo para entrar al cuarto dejando la puerta abierta yendo hacia la cama bajando la sabana hasta la mitad y sentarse en la orilla para quitarse los tenis que llevaba puestos dejándolos debajo de la cama junto a sus otros pares nuevos, de pronto, Soobin entró al cuarto con las esposas en la mano.

—Dijiste que-

—Cállate y acuéstate —lo hizo, cubriéndose con la sábana y abrazando uno de sus peluches—. Dame tu mano.

—¿Para qué?

—Esposarte ¿qué más?

Tomó una de sus manos poniéndole la esposa, poniendo la otra en el respaldo de la cama dejando un beso en su frente —Buenas noches—, dijo con una leve sonrisa para luego irse, cerrando la puerta poniendo llave a está para irse a dormir.

❝ ❞

—¿Hiciste todos los proyectos? —le preguntó Beomgyu a Soobin.

—Si ¿tu?

—Si menos el de arte, no lo terminé.

—Yo si, mira —le entregó la hoja que Huening había hecho—. ¿Qué tal me quedó?

—Woaa muy bien, creo que te quedó mejor de lo que me está quedando.

—¿Lo hiciste en computadora o a m-

—Choi Soobin —llamó la profesora de filosofía.

—¡Voy!, ahora vengo —le dijo a Gyu para tomar su libreta e ir hacia su escritorio.

Beomgyu miró con detalle aquel dibujo el cual era un gato en blanco y negro solo que no llevaba ojos ni boca pues así se los había encargado, lo que sí llevaba era un collar. Por inercia, Beomgyu dio vuelta al dibujo viendo la puerta trasera de esta notando que había algo escrito, miró a Soobin por unos segundos quien seguía revisando su tarea con la profesora regresando la vista al collar del gato el cual estaba todo en negro pero pareciera como si hubieran remarcado de más.

Intentó leer aquellas letras poco visibles, acercando más la hoja hacia él, hasta que pensó que sería mejor remarcarlo en una hoja suya, tomando un lápiz para pasarlo sobre la hoja de Soobin ligeramente logrando remarcar ciertas letras, pero cuando quitó la hoja de Soobin su corazón se detuvo por un momento.

//o// Hue//////ka// ayud//

— ¿Hu-ueningkai?...

Era imposible, ¿porque Soobin tendría a Hueningkai si estaba saliendo con él?, a no ser que estuviera fingiendo todo el tiempo, lo cual significaba que todas las palabras bonitas que alguna vez le dijeron eran falsas. Su corazón se quebraba poco a poco entre más pensaba que Soobin si tenía a Huening y la mínima prueba, como aquella vez que no lo dejó ir a su sótano donde se encontraba su primo "solo".

—Quiero darle el vaso —dijo mientras Soobin lo jaloneaba.

—Yo lo haré, ¡Taehyun-ah!.

Luego una vez en la cocina, le dijo que no bajara al sótano con la excusa de que a su primo le gustaba hacer las cosas solas, recordando también aquel día en que escuchó a Yeonjun discutir con sus amigos sobre Soobin y su tonto sótano.

—¡Les juro que escuche a Hueningkai! —dijo Yeonjun.

—Seguramente te estás volviendo loco —dijo Hyunjin sonriente.

—Yeonjun tienes que calmarte, se que todo esto de Hueningkai te preocupa pero-

—¡No!, yo se que Hueningkai está en algún lado en casa de Soobin, en especial el sótano, escuche sus quejidos, los escuché claramente. Lo más curioso fue que había una partida a la mitad cuando Soobin había dicho que estaba arriba.

—Tal vez solo esa vez se quedó abajo —dijo Heeseung.

—No, yo sé que es Huening, seguramente le compró eso para que no se aburriera.

—¡Gyunie! —lo llamó un poco en alto llamando su atención—. Sigues tú, prepara tus cosas.

—S-si...

El tiempo pasó hasta la hora del descanso, Beomgyu no podía concentrarse en clases por la gran sospecha de que su novio tenía a su compañero secuestrado en su sótano y podría descubrirlo la próxima vez que fuera a su casa pero sabría que Soobin no lo dejaría acercarse ni dos metros a la puerta del sótano. A la hora del descanso, Soobin sacó una barra de chocolate de su mochila, para tomar la mano de Gyu y salir con él, pero este se detuvo justo en la puerta.

—¿Qué ocurre?

—Olvide algo, tu adelántate.

—Está bien —dijo para luego irse.

Notó que en su mano llevaba una barra de chocolate igual que casi siempre, pues casi todos los días llevaba algo de chocolate o cubierto de chocolate, recordando el aroma de su compañero, chocolate. Yeonjun estaba por irse junto a sus amigos, pero Beomgyu lo tomó de la muñeca jalándolo hacia dentro del salón siendo los únicos en este.

—¡Suéltame! —se zafó de su agarre—. ¿Qué quieres?, ¿no deberías estar cogiendo con So-

—No es por ser metiche ni nada, pero una vez te escuché hablando con tus amigos sobre el sótano de Soobin y los quejidos de Hueningkai.

—¿Y que tiene?

—¿Es cierto?...¿e-estas seguro de que lo escuchaste?

—Muy seguro, ¿por qué?

—E-es que...—suspiró— no sé si decírtelo, no confío en ti.

—Entonces adiós —dijo para luego irse, pero Beomgyu lo detuvo tomándolo de la muñeca.

—Yeonjun...—retrocedió otro poco— soy novio de Soobin desde hace unos meses.

—Lo sé.

—Y he ido a su casa muchas veces, demasiadas.

—Para coger si lo sé, ¿eso que?

—suspiró por segunda vez—Soobin para mi es una persona muy buena, romántica y algo tímida pero...desde que fui a su casa la primera vez pasó algo muy raro.

—¿Gime como mona china? —preguntó sonriente.

—¡Yeonjun esto es enserio! —dijo molesto entre dientes, tratando de no gritar—. Esto es sobre...—miró hacia la puerta del salón y las ventanas, verificando que nadie pudiera escucharlo— es sobre Hueningkai...

La sonrisa de Yeonjun se borró por completo, sintiendo un gran dolor en su pecho por la ausencia de su tierno novio y el que lo hayan quitado de la investigación sobre su desaparición.

—¿Que tiene que ver Hueningkai en esto?...

—Okey escucha. La primera vez que fui a casa de Soobin había un chico, yo pensé que me estaba engañando pero era su primo el cual estaba en el sótano supuestamente haciendo un proyecto de robótica, Soobin estaba haciendo la comida y su primo se llevó un plato pero olvidó el vaso, entonces yo intenté llevárselo, pero antes de llegar Soobin me detuvo y me dijo que jamás fuera ahí.

—¿Por qué?

—Que porque estaba sucio y había ratas pero...—apretó sus labios por unos segundos—. Hoy...hizo el proyecto de artes a la perfección y conociendo a Soobin no lo hizo, él no tiene buen pulso, además veía un mensaje.

—¿Un mensaje?

—Si mira —ambos fueron hacia la mochila de Soobin sacando la libreta de artes para sacar aquella hoja—. Mira, en esto se ven algunas letras. Lo que hice fue remarcarlo en una hoja mía, y lo que salió fue esto —le mostró la hoja con aquel mensaje.

—¿Soy Hueningkai ayuda? —dijo confundido para luego mirarlo—. ¿S-soobin tiene a-

—Tal vez si, pero...necesito espiarlo lo cual sé que está mal pero...no sabemos si de verdad Hueningkai esté bien.

—Debemos llevarlo con la policía.

—No, espera a que tengamos más pruebas y si saco algo te digo, ¿okey?

—Está bien...—suspiró—. ¿Te das cuenta que estás sacrificando tu relación por un compañero?

—Si, pero prefiero la seguridad de un compañero a salir con un secuestrador manipulador.

Chocolate - SooKaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora