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El corazón de Huening latía con rapidez, tanto que podía salirse de su pecho. Estaba muy nervioso, siendo que estaba en el asiento de enfrente nadie podía verlo gracias a las ventanas y a la ropa que llevaba puesta. Veía a las personas pasar de un lado a otro, ellas no tenían ni la mas mínima idea que Kai Kamal Huening, el joven desaparecido estaba dentro del auto que tenía en frente. Podía salir e irse, pero no podía caminar, ni correr, sus piernas eran estúpidas, tenía que intentar caminar en la madrugada sin que Soobin lo viera.

—Listo —entró de nuevo al auto, quitándose el cubrebocas—. ¿Te sabes el número de tu madre cierto?

—S-si...—lo miró, notando que había comprado un celular nuevo—. ¿Acaso piensas en-

—Si —lo miró igual—, ¿donde suele estar ella ahora?

—A-am...—miró la hora, recordando que siempre salía de yoga a esa hora— está de camino a casa, suele ir a yoga y a esta hora termina.

—De acuerdo —le entregó el celular nuevo, poniendo en marcha el auto—. No pongas ninguna información, solo el número, una vez esté listo y hayamos llegado a un lugar cerca de ella la llamarás, ¿de acuerdo?

—De acuerdo.

De camino a casa de Huening, este configuraba el nuevo celular, saltando las opciones de agregar algún correo o referencia. Ahora estaba más nervioso al saber lo que haría. Le agrego el número nuevo recibiendo un mensaje, Taehyun le había puesto una carga, podía llamarla sin problema, de solo pensarlo sus ojos se llenaban de lágrimas, la volvería a ver, volvería a escuchar su voz, pero ¿porque Taehyun quiso hacerlo?

—Está listo.

—Ya casi llegamos. Piensa en lo que le dirás porque será tu única oportunidad.

—D-de acuerdo...

Minutos después, se encontraban aparcados cerca de la banqueta por una de las calles que siempre solía pasar la madre de Huening, quien miraba atento a una de las esquinas donde ella debía aparecer. Taehyun, miraba de reojo a Huening, notando que este tenía los ojos llorosos y las mejillas rojas, era un tanto tierno.

—¿Sabes lo que dirás?

—S-si...descuida, no te mencionare, ni a Soobin, ni lo que me hiciste.

—Muy bien —miró hacia el frente—. ¿Y cuando se supone que pasa? —preguntó mientras la buscaba con la mirada siendo que no sabía cómo era.

—En cualquier momento.

—Está bien, a esperar entonces.

Se recostó en su asiento, haciéndolo un poco hacia atrás. Huening apretó un poco la manga de su brazo, cada minuto que aumentaba su corazón latía con fuerza y sus ganas de llorar eran más grandes, aún así, una duda no salía de su cabeza, pero sabía que si la hacía, Taehyun no respondería, incluso podría molestarse y perder la oportunidad de ver a su madre, quien en ese momento, al pensar en ella, apareció, girando aquella esquina que no dejaba de ver.

—¡E-es ella, Taehyun es ella! —dijo mientras la señalaba sonriente.

—Shh. Que esperas, ¡llámale! —susurró.

Huening tomó el celular para ir hacia teléfono y marcar el número de su madre, introduciendo número por número, hasta que el número se completo, presionó el botón de llamar, momento en que su corazón se detuvo por un momento. Iba a llevar su celular junto a su oreja, pero Taehyun puso la llamada en altavoz, momento en que ambos voltearon hacia la madre de Huening, quien se había detenido para sacar su celular de su bolso, pues estaba recibiendo una llamada. Extrañada, contestó, llevando su celular junto a su oreja.

Chocolate - SooKaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora