Finalmente el día llegó, era el momento de conocer su nueva escuela. Los chicos que había conocido en el baile se volvieron sus nuevos amigos y lo esperarían esa mañana en la entrada para poder darle un recorrido antes de que las clases empezaran. Los trillizos y Félix se sentían emocionados, pero él se sintió nervioso. Se sentía aterrado y debía admitirlo, pero no sabía porqué . Era como si su instinto le estuviera alertando de un peligro.
- Dylan, quieres darte prisa de una vez. - le dijo Briana mientras golpeaba su puerta.
- Relájate, la escuela no se irá sino llegas. Además aún es muy temprano, no comprendo cuál es la prisa.
- De acuerdo, pero cuando papá venga por ti no digas que no de lo advertí tonto.
Dylan se tomó un tiempo más. Sabía que Stiles comprendería su nerviosismo y lo dejaría en paz. Su teléfono vibró y al revisarlo se dio cuenta que Kaila y los demás le habían enviado un mensaje deseándole suerte en su primer día lo cual lo hizo sentir mejor al menos por un momento. Sin embargo, otro mensaje volvió a entrar.
"Marcus me dijo que hoy es tu primer día en tu nueva escuela. Solo quiero desearte suerte y espero realmente que este sea un mejor comienzo para ti Dylan. Te mereces todo lo mejor de este mundo.
Harsh"Y allí estaba de nuevo él, volvía a causarle confusión en su vida. Porqué no sólo desaparecía de una vez por todas y lo dejaba en paz. Quería olvidarlo, dejarlo atrás como se lo pidió, pero no podía hacerlo si cada que creía estar avanzando volvía a aparecer para hacerlo retroceder. Era como un juego en el que avanzaba un paso y retrocedía dos.
Decidió sólo ignorar el mensaje y continuar preparándose. Finalmente bajó para poder comer algo y se llevó consigo unos panesillos por si se le antojaban más tarde. Sus padres los llevarían en su primer día como cualquier familia normal aunque no lo fueran realmente. Varios automóviles los seguían atrás y adelante. Todos llenos de betas del clan Stilinski que los protegerían con su propia vida.
Al llegar vio un enorme edificio, no tan grande como el castillo Stilinski, pero si de uno considerable. Podía ver el mismo símbolo del clan de los doce en el portón de la entrada. Era como una de esas escuelas para niños ricos. El enorme portón fue abierto y los autos entraron.
- Muy bien, aquí estamos. - dijo Stiles nervioso.
- Cálmate Sti, los verás de nuevo después de las tres de la tarde. No es como si fueras a perder a tus bebés.
- Cállate Derek. - le reprendió. - Esto es difícil para mí sí.
El castaño solía ponerse muy sentimental con el primer día de clases. Era, por así decirlo, su instinto maternal tratando de mantener a salvo a sus cachorros. La primera vez que llevó a Dylan a la escuela fue un mar de llanto y al llevar a los trillizos fue peor.
- Esta bien papá, estaremos bien. - le habló Dylan colocando su mano sobre los hombros de su padre.
- Tranquilo papá, cuidaré de todos. - dijo Briana.
- Yo me encargaré de vigilar siempre. - dijo Bina.
- Y yo de sanarnos si algo malo sucede. - dijo Galen.
- Lo ves, tus hijos pueden cuidarse muy bien. - le dijo Derek.
- Está bien, pero si las cosas se ponen mal saben que...
- Tu número está en marcación rápida.- dijeron todos al mismo tiempo.
- Y si no contesto ustedes pueden...
- Llamar a Liam. - volvieron a repetir.
- Ya dejalos, váyanse antes de que su padre empiece con más cosas. - Derek no había terminado de decir aquello y sus hijos ya habían abandonado el auto.
- Derek.
- ¿Sí, Stiles?
- Quiero otro bebé.
- Hablas en serio. - dijo Derek muy interesado en esa propuesta.
- Solo bromeo tonto. Tengo suficiente con cuatro hijos tuyos como para tener otro.
- Pero sí que disfrutas de hacerlos ¿verdad?
- ¡DEREK! - ese lobo siempre encontraba la manera de ponerlo rojo como tomate.
Luego de Félix bajara de uno de los autos y que además se despidiera de sus padres, todos entraron a su nueva escuela. Como siempre lo trillizos se llevaron a Félix dejando a Dylan solo, de nuevo.
Sin embargo, no pasaron ni dos minutos cuando sus nuevos amigos aparecieron para darle el recorrido que le habían prometido. La escuela era bonita con varios salones de clases, laboratorios, canchas deportivas, un comedor enorme en donde servían buena y además había una piscina enorme. Ese último detalle era el que más le llamaba la atención. Finalmente tuvieron que asistir a su primera clase la cual disfruto por así decirlo.
El día pasó y sus nervios comenzaron a disminuir. Sin embargo, no dejaba de sentirse incómodo pues todos murmuraban cada vez que lo veían.
- Odio que hagan eso.
- Bueno, eres el hijo del rey, no te extrañes si todos murmuran cada vez caminas por los pasillos. - dijo Dara.
- Además, todos te vieron bailando anoche con... - el sonido de la campana se escucho anunciando su próxima clase. Ellos sabían con quien había bailado la noche anterior y debía averiguarlo a como diera lugar.
- Vamos, la próxima clase es gimnasia y quizás te parezca más interesante de lo habitual. - todos fueron a los vestidores a cambiarse de ropa y se encontraron en el gimnasio.
Habían varios chicos practicando diferentes deportes lo cual le pareció normal hasta que se dio cuenta que el nivel de rudeza y agilidad no se comparaba con lo que solía lidiar en Beacon Hills.
- Todos usan sus habilidades de hombres lobos.
- Sí, es una escuela de hombres lobos, que esperabas. - le dijo Peter.
Un hombre musculoso apareció e hizo sonar su silbato lo cual les incómodo un poco debido a su sentido de audición agudo.
- Bien señoritas, saben que día es hoy no.
- QUEMADOS. - dijeron varios al mismo tiempo. No importaba si fuera con humanos o hombres lobos Dylan odiaba los quemados.
- Bien, ya saben que hacer. - el hombre volvió a sonar su silbato y todos se separaron en dos grupos.
Dylan había quedado con sus amigos y de un momento a otro los balones comenzaron a volar de un lado al otro con mucha fuerza y velocidad. Dylan hacía lo imposible por evitar que lo golpearan, pero podía ver como varios salían volando hacia las paredes debido a la fueza con la que lanzaban el balón.
No podía quedarse sin hacer nada así que comenzó a seguir el juego. Resultó que era mucho mejor cuando usaba sus habilidades de hombre lobo. Uno a uno todos fueron eliminados hasta que finalmente sólo quedaron dos. Dylan y un chico con una gorra.
- Campbell, quítate esa maldita gorra. - dijo el entrenador.
El chico se quito la gorra y dejó al descubierto a la persona menos esperada para Stiles. No había visto su rostro, pero podía reconocer esa mirada esmeralda en donde fuera. Era el chico con el que había bailado la noche anterior. El mismo chico que le había hecho sentir esa extraña corriente, el mismo al que quería volver a encontrar, el mismo que le estaba lanzando un balón directo al rostro.
Dylan no pudo hacer nada para evitar el golpe. El balón se estampó en su rostro provocando que cayera inconsciente al suelo. Sin embargo, algo resonaba en su mente una y otra vez.
"Campbell"
Había escuchada ese apellido antes, pero ¿Dónde?
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Un príncipe peligroso II: Dylan
RandomDylan creció en Beacon Hills como un chico cualquiera, sin embargo, debido a la posición de su padre como líder del clan de los doce deberán volver a las tierras del clan para detener una posible amenaza. Sabía que el cambio no sería fácil sobre tod...