Campamento y sorpresas
Dylan no había podido pegar lo ojos en toda la noche pensando en elo que Harsh le había confesado el día anterior. Le había dolido tanto la forma en la que lo había terminado y además estaba el hecho de que escondían su relación ante los demás. Sin embargo, Dylan aún tenía sentimientos por él. No podía borrar todos esos sentimientos de una noche a otra.
Se sentía tonto por sentir dudas en sí regresar o no con Harsh, pero eso no era todo. Había una cosa más que le generaba confusión o mejor había alguien que estaba confundiendo sus sentimientos y ese era Elliot.
Desde la primera vez que bailó con él, aunque no supiera quien era, sintió algo que lo hizo sentir bien. Sí, luego lo golpeó con un balón, pero también lo visitó en una enfermería. Lo ayudó de alguna forma a lograr el control sobre sus poderes y además lo había colocado en su exposición de fotografías. ¡Ah la ironía de la vida! Antes su vida era más tranquila, no normal pues no había nada de normal en ella, pero no se encontraba en duda por lo que sentía.
Quizás ir al lago podría ayudarlo. Ahora que dominaba su poder quizás podría aplicar algunos secretos que Dorotea le había enseñado. Además, pasar un tiempo con sus viejos amigos y sus nuevos amigos le caería bien.
Elliot le había escrito por la mañana que su madre y él tenían que atender un compromiso importante ese día y que no podría acompañarlo como tanto deseaba, pero que prometía compensarselo. No quería sonar mal, pero se alegraba ligeramente de qué no pudiera ir pues de esa forma evitaría una futura pelea entre Harsh y él. Quizás las cosas no terminarían tan mal como se lo imaginaba.
No obstante, Dylan no era el único con problemas en ese momento. Gale y Félix habían tenido otra discusión el día anterior lo cual había conseguido distanciarlos más.
Briana y Biana habían tenido la maravillosa idea de encerrarlos a ambos en el armario del conserje para que hablaran de lo que estaba sucediendo. Sin embargo, todo empeoró pues Gale se dejó llevar por sus celos y llamó a Félix un cualquiera por haber dejado que un chico entrara a su habitación la noche anterior. Félix trató de explicarle la razón del aroma de Ciel, pero este no lo escuchó. Continuó insultandolo así que el chico decidió responderle.
Le dijo que era un cobarde por tratar de esconderse detrás de un chica tan buena y linda como Virginia. Porque no enfrentaba sus problemas con él de una vez por todas y si hablaban de ser un cualquiera Gale se llevaba el primer lugar pues a la primera oportunidad que tuvo se lanzó a los brazos de Virginia sin dudarlo.
La discusión estaba empeorando y las hermanas no tuvieron más opción que separarlos. Ciel tampoco había podido acompañarlos al lago debido a un asunto familiar. Virginia por otro lado aceptó encantada y no se separaba de Gale en ningún momento.
Dylan podía notar la tensión entre su hermano y Félix. Sus aromas también los delataban, pero las habilidades de Félix lo dejaban en claro pues, cuando perdía el control, podía hacer que los demás sintieran lo que él sentía.
- Félix. - le habló. - Escucha, no sé qué pudo haber sucedido entre Gale y tú, pero debes detenerte ahora. Estás perdiendo el control y provocas que los demás nos sintamos como tú. Recuerdas que te dije que no dejarás que esto te cambiara.
- Sí.
- Pues te lo dije para tratar de evitar cosas como estás.
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Un príncipe peligroso II: Dylan
De TodoDylan creció en Beacon Hills como un chico cualquiera, sin embargo, debido a la posición de su padre como líder del clan de los doce deberán volver a las tierras del clan para detener una posible amenaza. Sabía que el cambio no sería fácil sobre tod...