Capítulo XXXVII

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- ¿Harsh?

- Dylan. - respondió al verlo parado frente a ambos.

Era más que obvio que lo había visto besando a Matteo. Sin embargo, se sentía tranquilo. Tendría que hablar con Dylan después de todo así que quizás esto solo facilitaría las cosas.

Dylan no se sentía enfadado sino por el contrario se sentía feliz por alguna razón. Él y Harsh habían dejado de estar juntos hace un tiempo y quizás le molestaba que haya dicho que quería recuperarlo y ahora lo veía besando a otro chico, pero aún así su molestia era mínima.

Tal vez este sería el momento adecuado para poder cerrar este capítulo para ambos. Cada uno tendría que seguir un camino diferente, pero eso no significaba que debían olvidar todos los buenos momentos que pasaron juntos. Después de todo, fueron mejores amigos mucho antes de ser una pareja.

Sin embargo eso debería esperar pues ahora debían llevar al rey Estes y Matteo a un lugar en el que pudiera recuperar sus fuerzas. El rey había estado durmiendo durante siglos y Matteo había regresado de la muerte. Les tardaría un tiempo estar recuperados totalmente.

Todos ayudaron a llevar a ambos a una sala especial de los elfos en los que había un antiguo pero poderoso manantial que restauraría las fuerzas de los ya mencionados.

-Es un placer conocerlos a todos finalmente. - dijo Estes mientras entraba al estanque. - Lamento mucho que haya tenido que ser en estas condiciones, pero al menos llegaron todos a salvo.

Para tener algunos siglos encima el rey Estes no aparentaba más de unas cuantas décadas. Esa era la ventaja de ser un elfo.

- Espero que también estés bien Matteo. Eso de regresar de la muerte suele dejarte como si te hubieran drenado toda tu energía. Créeme, lo sé.

- Tiene toda la razón su majestad, pero me alegro de haber vuelto por un buen motivo. - dijo mientras veía a Harsh quien se sonrojó por aquello.

- Puedo verlo, puedo verlo, de hecho no creí que fuera a vivir lo suficiente para ver la reencarnación de de Raisa y Ollin, pero me alegro de haber vivido lo suficiente para tenerlos frente a mí.

-Espere, dijo Raisa y Ollin cómo los enamorado de la leyenda de los hombres lobo. - dijo Izan.

- En efecto Izan, estas frente a los enamorados favoritos de la diosa de la Luna. - dijo Elentari.

- Pero si eso es cierto significa que la batalla final ha comenzado. La aparición de Raisa y Ollin presagia el inicio de la batalla final entre la luz y la oscuridad. - dijo Izan preocupado.

- Me temo que si, pero aún tenemos algo de tiempo. En cuanto me recupere abriré los portales para que nuestros aliados puedan llegar más rápido hasta aquí. Después de eso, preocúpate lo que quieras Izan. Por ahora, tomen un descanso, coman algo, dense un baño si lo desean. Elentari aún debe preparar todo en la sala de creación para que puedan fusionar las sabias de los árboles y Harsh tendrá que extraer la sabia del árbol de la vida ahora que ha conectado con él. Así que tranquilízate Izan.

- Confiaré en usted.

- Bien, si alguno de ustedes quiere entrar es bienvenido. El agua está reconfortante. - Estes lanzó la invitación.

- Yo acepto, no tiene idea de lo que he tenido que pasar. - dijo Elliot.

- Eso suena una gran historia, ven aquí. - Elliot entró de inmediato al agua y comenzó a contarles todo a Estes y a Matteo.

- ¿Siempre es así de relajado? - preguntó Izan a Elentari.

- No tienes idea. Eso siempre nos provocaba problemas cuando éramos más jóvenes. Pero descuida, tiene razón todo saldrá bien. Si gustas puedes ayudarme a preparar la sala de creación.

Un príncipe peligroso II: DylanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora