Capítulo VI

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Comenzó a abrir los ojos lenta y pesadamente. Estaba en una habitación con varias camillas y diferentes estantes llenos de medicamentos. Debía ser la enfermería de la escuela. Giró su cabeza a la derecha y vio a Galen extendiendo sus manos sobre él mientras tenía sus ojos encendidos de color verde.

- Al fin despiertas hermanito.- le dijo su hermano.

- ¿Cuánto tiempo llevo aquí?

- Unas dos o tres horas, tienes el sueño pesado Dylan.

- Dime que voy a vivir.

- No exageres, solo fue una leve contusión por el golpe que ese chico te dio con ese balón. Debes agradarle bastante como para hacerte eso.

Todo vino a su mente en ese momento. Ese chico de ojos esmeralda lo había golpeado. Y pensar que se moría por conocerlo, pero ahora solo quería devolverle el golpe que le había dado. Sin embargo, también recordó ese apellido que, por alguna razón, le resultaba conocido. Campbell, lo había escuchado en algún lado.

- Es un idiota. - dijo molesto.

- Vaya, nunca te había visto tan molesto. Aunque quizás no sea tan idiota sabes. Estuvo aquí desde que te trajeron y nadie lograba que se fuera a sus clases hasta que el director vino a buscarlo personalmente. Además, no te hizo tanto daño, te recuperarás pronto aunque no puedo decir lo mismo de tu ojo morado. Estuve intentado apresurar el proceso de sanado, pero no lo logré. Así que tendrá que sanar por sí solo.

Dylan sacó su teléfono y se vio en la cámara. En efecto tenía su ojo derecho de un leve color morado que se pondría peor después. Se pasó un dedo por el lugar y en efecto le causó un poco de dolor.

- Bueno, creo que volveré a clases.

- Ni te preocupes, papá viene en camino. No tengo idea de cómo, pero se enteró y ahora viene en camino. Además solo falta una hora más de clases así que nos dejarán irnos un poco antes. Y si me disculpas, debo ir a buscar a Félix. Hay un chico que lo ha estado viendo de más y no puedo permitir eso por qué...

-¿Por qué...?

- Porque Félix puede ser un poco ingenuo y quizás sólo quiera jugar con él y mi deber como su mejor amigo es evitar que jueguen con él.

- Ni si quiera tú te crees esa excusa.

- No sé a qué te refieres. - dijo Gale sonrojado. - Me voy.

Su hermano se marchó y unos minutos después sus amigos entraron apresurados.

- Al menos estás vivo.

- No seas un exagerado Henry. - le dijo Angela.

- Bueno, ese golpe que Elliot le dio no fue tan suave. De hecho, me soprende que lo haya golpeado de esa forma cuando bailó con él la noche anterior y si que llamaron la atención. Ha sido el tema de conversación en toda la escuela.

- Tienes razón, Elliot jamás hizo eso con alguien. Ni siquiera con Karen que es la más guapa de la escuela y que además fue su novia. - dijo Roxie.

Así que era por eso que lo veían extraño. Pero ¿qué tenía de especial Elliot? Es decir era un chico normal y corriente como cualquier otro.

- Todos sabemos que esa relación era por interés. Él era el más popular y ella la bonita y guapa. Eran la pareja perfecta aparentemente. - dijo Dara.

- Si, pero lo más extraño es que se acercará de esa forma a Dylan no al menos después de lo que pasó con su padre. - finalizó Henry.

- ¿Qué tiene de especial Elliot? Yo lo veo como un chico normal y corriente. - todos voltearon a verlo.

- Debes estar bromeando Dylan. - dijo Peter.

- No lo hago, es solo que no comprendo cuál es el alboroto con que hayamos bailado juntos. Es decir, fue un baile solamente. - claro que no había sido solo un baile y Dylan lo sabía. No sientes esa corriente con cualquiera mientras bailas una canción que se supone une a las almas gemelas. No había sido un simple baile.

- Dejame explicarte Dylan. - dijo Dara. - Elliot es el chico más guapo, sexy, inteligente, astuto, líder de casi todos lo equipos de la escuela y el más codiciado tanto por las chicas como por algunas chicos. Jamás sale con nadie y mucho menos se comporta de forma tierna a excepción de Karen que era su novia hasta ayer de hecho.

Dylan la vio sorprendido. Quizás había bailado con él por un simple despecho y eso le dolía, pero no comprendía porqué.

- Sí, fue una sorpresa para todos pues llevaban un buen tiempo juntos, pero como dije todo era interés. Karen se veía con otros chicos incluyendo a este par de cabezas huecas. - dijo refiriéndose a Peter y Ryan.

- No nos culpes, ella es muy buena manipulando. - dijo Peter.

- Y ustedes unos idiotas, en fin, se supone que Elliot no iría al baile, pero sorpresa allí estaba bailando una canción romántica contigo bajo la mirada de todos.

- Pero he de admitir que se veían hermosos juntos. Era como ver a una pareja de cuentos de hadas encontrándose por primera vez. - dijo Angela lanzando un suspiro al final.

- No fue así. - dijo Dylan sonrojado.

-Lo ves, hasta te sonrojas, eres tan tierno. - dijo Angela.

- Pero eso no es todo. - dijo Henry. - Vamos Dara, dile la razón por la que supone que Elliot no debía estar en ese baile. - Dylan volteó a verla.

- ¿No se te hace conocido el apellido Campbell, Dylan? ¿O es que ya olvidaste que ese es el apellido del hombre que traicionó a tu padre, el responsable de la muerte de tus abuelos y además de intentar asesinar a tu padre? - Dylan reaccionó. No podía ser posible.

- Quieres decir que Elliot es...

- Si Dylan, Elliot es el hijo de Steve Campbell, el alfa que traicionó al clan de los doce.

- Pero Steve Campbell no tuvo hijos.

- Eso es lo que todos creyeron Dylan, pero unos meses después de su muerte una mujer apareció en las afueras del territorio del clan. Al parecer Steve no quería que nadie supiera de la existencia de su hijo, pero al morir no había nadie que velara por ellos así que vino en busca de la ayuda del clan. Tu padre estuvo presente de hecho y llegaron a la conclusión de que el niño y su madre no tenían la culpa de las decisiones de Steve así que pasaron a formar parte de los ciudadanos del clan de los doce. Sin embargo, el clan no deja de vigilarlo. Nunca se sabe cuando un hijo puede seguir los pasos de su padre.

Justo en ese momento la puerta de la enfermería fue abierta y Elliot entró con la mirada sería.

- Fuera. - les dijo.

- Tú no puedes... - Dara iba a enfrentarlo, pero Elliot los amenazó con sus ojos rojos de alfa.

- He dicho FUERA. - todos huyeron despavoridos.

- Estaremos afuera Dylan. - dijo Dara antes de salir.

Elliot se acercó a la puerta y le colocó seguro. Dylan comenzó a ponerse nervioso. El chico de ojos verdes metió su mano en una de las bolsas de la chaqueta que llevaba puesta y comenzó a sacar algo. La mente de Dylan comenzó a divagar en múltiples posibilidades, pero todas lo llevaban al mismo punto, su muerte.

Elliot estaba a unos pocos pasos de él así que solo cerró sus ojos esperando su destino. Sin embargo, lejos de causarle algún daño el chico colocó una especie de pañuelo con alguna especie de líquido violeta.

- Perdona por haberte dejado el ojo morado. - colocó el pañuelo sobre el ojo de Dylan y se detuvo un momento para acariciar sus tersas mejillas. - Tienes unas mejillas muy suaves.

Dylan se sonrojó ante aquello, pero Elliot sólo se alejó y salió por la puerta. Aún no estaba seguro de la clase de persona que era Elliot, pero quería descubrirlo. Quería saber lo que ocultaba detrás de es mirada, descubriría quien era realmente Elliot Campbell.

Un príncipe peligroso II: DylanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora