Capítulo XXI

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Los betas habían llegado al castillo para informar de la situación en el lago. Stiles había sido el primero en dejar todo para salir al rescate de sus hijos pues así fueran unos adolescentes para él siempre serían sus pequeños cachorros.

Derek, Scott, Rowan, Tobias, Liam, Benji, Peter y varios betas iban tras él para poder apoyarlo. Si eran las mismas criaturas que se habían visto en los límites del clan tendrían que ser demasiado cautelosos. Sin embargo, al llegar a la entrada del bosque en el que se encontraba el lago tuvieron que detenerse. Una extraña neblina cubría todo el lugar por lo que debían moverse con cautelo al menos eso sugirió Derek, pero su querido esposo decidió ignorarlo.

- Detente. - le dijo a Stiles.

- Déjame Derek.

- Mira Stiles, comprendo que te sientas de esta forma porque déjame recordarte que también son mis hijos, pero no podemos cometer más errores.

- No debí dejar que vinieran. - dijo aguantando sus ganas de llorar.

- No te culpes, ven aquí. - Derek lo abrazó fuertemente para hacerle saber que sus hijos estarían bien. Haría todo lo posible para que fuera así.

- Es hora de avanzar Derek. - le dijo Peter.

- De acuerdo, vamos. - le respondió a su tío.

Todos se posicionaron para poder avanzar y que nada los sorprendiera. Todo el lugar estaba callado, ni siquiera los animales o insectos hacían ruido lo cual era muy extraño. Stiles tenía un mal presentimiento sobre lo que estaba pasando en ese lugar.

- Hay algo muy extraño aquí. - dijo Liam.

- Creí que era el único en sentirlo. - le respondió Stiles.

- No, siento una energía muy extraña que proviene del centro del lago. Sin embargo, no logro percibir a los chicos o a los betas. Es como si no hubiera nadie en este lugar.

Las palabras de Liam preocuparon aún más a Stiles. No podía imaginar que esas cosas se habían llevado a sus hijos frente a sus narices y él no pudo hacer nada para evitarlo. Sin embargo, el grito de un beta los alertó.

- Haz silencio. - le ordenó Peter.

- Lo siento señor, pero creo que deberían ver esto.

Stiles y los demás se acercaron a donde estaba el beta. Ahora comprendía el motivo de su grito pues frente a ellos se encontraba una especie de capullo hecho de hielo. Al acercarse limpiaron un poco la superficie y pudieron ver que en su interior estaba lleno de agua que, pero no sólo eso. Dentro estaba uno de los betas que había sido herido durante la batalla. Jamás habían visto algo como eso, pero debían salvar a ese beta.

- Tenemos que sacarlo, ahora. - ordenó Stiles.

Peter se transformó y comenzó a golpear el capullo para liberar al beta, pero al hacerlo solo logró que la tierra entera comenzara a temblar. Todos se detuvieron y comenzaron a observar cualquier movimiento sospechoso a su alrededor. Justo como sospecharon una especie de lanza impactó muy cerca de Peter hiriendole ligeramente uno de sus brazos.

Derek se acercó para poder ver la lanza y se sorprendió al notar que esta también estaba hecha de hielo justo como el capullo.

- Stiles. - le habló para observara el arma.

De pronto uno de los betas que iba con ellos fue sujetado por los pies y fue halado hacia la profundidad del bosque.

- Corran. - dijo Stiles.

Todos corrieron en diferentes direcciones para huir de lo que estuviera tratando de capturarlos. Stiles vio cómo se llevaban a otro beta y se sorprendió de ver que era una especie de tentáculo de agua. Comenzó a huir acercándose al lago para averiguar que estaba pasando.

Un príncipe peligroso II: DylanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora