Izan y Olena
-Narrado por Izan-
Desde que éramos niños Olena se caracterizó por ser un chica que no le temía a nada. Era buena luchadora y siempre me defendía de cualquiera que me molestaba pues a pesar de ser el mayor era muy pequeño y débil. Ni siquiera sabía cómo empuñar correctamente una espada, tampoco sabía pelear y a veces me quedaba congelado ante el peligro. Quizás esa fue la razón por la que Olena murió.
Cuando Florin nos confesó lo que la diosa le había dicho decidimos intentar seguir ese plan pues era el último que nos quedaba. Los pocos sobrevivientes se refugiaban en la fortaleza de los elfos pues era el único lugar en la tierra en el que la luz del bien aún existía. Todos sabíamo que Bramson se dirigía hacia nosotros y era cuestión de tiempo para que nos encontrara. Por tal razón, estábamos listos para la batalla, en cuanto de guerra de los elfos se escuchara la batalla de la luz y la oscuridad empezaría.
Florin en persona había ido a recaudar la sabia de ambos árboles. Los grandes maestros de las forjas de los elfos lograron transformar las sabias en dos poderosas y brillantes espadas. Una para Olena y otra para mí. Sin embargo, aún no estaban listas por lo que Florin, Olena y yo entramos en el resinto más sagrado de los elfos, el templo lunar.
Había luna llena esa noche y en cuanto esta estuvo en su punto más alto el ritual dio inicio. Los tres cedimos parte de nuestra vital a ambas espadas e inmediatamente ambas comenzaron a resplandecer como nunca antes se había visto. Una enorme luz fue proyectada hacia el cielo. Cualquiera a kilómetros de la redonda pudo haberla visto incluyendo a Bramson. El momento había llegado.
Mi hermana y yo conocíamos los riesgos de esta batalla. Nuestro tío no se dejaría vencer tan fácilmente y con el poder que había adquirido de sus víctimas sería más fuerte que nunca.
- Sé en lo que estas pensando Izan. No creas que conozco los riesgos de esta batalla. Tanto tú como yo podemos morir esta misma noche, pero también tenemos la probabilidad de vencer a nuestro tío de una vez por todas. Papá querría que fuéramos valientes hermano y no podemos dejar que su muerte sea en vano. Aún así quiero pedirte una cosa. Si por alguna razón yo no sobreviviera prométeme que no dejarás que él gané. Eres más fuerte que yo Izan, mucho más de lo que te imaginas. Prométeme que vas a estar bien Izan, prometemelo.
- Olena....
- Solo hazlo Izan.
- Te lo prometo.
No creí que esa promesa sería la última que le haría a mi hermana. No imaginé que sus palabras podrían hacerse realidad.
El cuerno de los elfos se hizo escuchar. El ejército de Bramson comenzaba a invadir el bosque de los elfos y aunque estaban lejos podía oír claramente el rugir de la criatura que alguna vez llamé tío. A su paso lo destruyeron todo e incluso el bosque comenzó a arder en llamas.
Ninguno de los guerreros daría un paso atrás y eso me incluía. Mentiría si dijera que las piernas no me temblaban porque estaba completamente aterrado en ese momento. Finalmente, llegaron a nosotros, ninguno se movió a pesar de tenerse cara a cara y fueron ellos los que comenzaron. La batalla final dio inicio.
Olena y yo combatiamos hombro con hombro. Ella cuidaba mi espalda y yo la suya. Aunque no era bueno peleando me defendía bien. Las criaturas que atacaron de primero eran débiles quizás de una raza inferior, pero los que siguieron después fueron peor. Nuestros aliados comenzaron a caer, no éramos rivales para esas cosas por lo que lo más prudente fue retirarnos. Las puertas de la fortaleza fueron abiertas y los arqueros de los elfos dejaron caer una lluvia de flechas por todo el bosque. A pesar de la velocidad de esas cosas las flechas lograron reducir su número. Sin embargo, no era el final pues la tierra comenzó a temblar. Los gigantes que Bramson había devorado funcionaban perfectamente como tanques de guerra. Las flechas no les hacían daño y fue cuestión de segundos para que derrumbaran los muros que nos protegían.
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Un príncipe peligroso II: Dylan
De TodoDylan creció en Beacon Hills como un chico cualquiera, sin embargo, debido a la posición de su padre como líder del clan de los doce deberán volver a las tierras del clan para detener una posible amenaza. Sabía que el cambio no sería fácil sobre tod...