Un príncipe peligroso II: Dylan

Capitulo XLIV

-Nooooo.- gritó Elliot al ver cómo el rey Stiles clavaba la espada en Steve.

La espada emitió un brillo enorme cegando a todos por completo. Al aclararse todo vieron como el cuerpo de Steve yacía en el suelo sin vida.

- ¿Qué ha hecho? Me prometió que podría encontrar una solución, pero no lo hizo. Usted la mató, mató a mi madre no a Steve. - dijo Elliot entre lágrimas.

- ¿ De qué....?

- Bien jugado Stiles, pero no funcionó.- habló Steve finalizando con una risa malévola. - Gracias a ti, por fin tengo el control total sobre este cuerpo así qué...

Rápidamente tomó a Stiles y lo estampó contra un árbol. Tenía mayor fuerza de la que tenía antes y Stiles no era capaz de poder librarse de su agarre.

- No malgastes energía, no podrás salirte de esta Stiles, no, no, no.

- Dylan...- llamó a su hijo quien se encontraba ahora en la misma posición pues Elliot lo había acorralado de la misma forma que Steve.

Algo había cambiado en Elliot, era como si toda la bondad que alguna vez estuvo en él hubiera desaparecido. Cómo si hubiera muerto justo como lo habia hecho su madre. Incluso sus ojos habían cambiado, el brillo no era más de un beta sino el de un alfa. Un alfa verdadero. Sus garras salieron y comenzaron a clavar lenta y dolorosamente en el cuello de Dylan.

- Elliott...- le habló Dylan con lágrimas en sus ojos.

No podía creer que aquel monstruo fuera el chico del que se había enamorado. Aquel con el que se sentía seguro y quién lo había ayudado a conocerse a si mismo. No, ese no podía ser Elliot, no era él y estaba seguro. Sabía cómo se sentía eso, no poder controlarte, porque eso era lo que le pasaba antes cuando no era capaz de controlar su poder. Elliot debía seguir allí y debía hacer que volviera.

- Vamos Elliot, mátalo, mata al hijo del hombre que asesinó a tu madre. Acaba con él y dale una probada de su propia medicina.

Elliot comenzó a clavar más sus garras haciendo llorar del dolor a Dylan. Pero al ver sus lágrimas, nuevamente, redujo sus fuerzas y Dylan supo que ese era el momento.

- Elliot.- habló Dylan con el poco aire que tenía.- Sé que mi padre no quería matar a tu madre. Créeme que no lo haría, pero.- trató de tomar más aire.- Steve lo obligó a hacerlo así como el te obligará a hacer esto. Este no eres tú Elliot, este no es el chico del que me enamoré, no es el chico que amo.

Aún lo amaba, después de todo lo que había hecho Dylan aún lo amaba. La ira que sentía comenzó a desaparecer y Steve pudo notarlo.

- ¡HAZLO DE UNA VEZ, MÁTALO!

- ¡NO! NO MATARÉ A LA PERSONA QUE AMO.

Elliot soltó a Dylan dejando a todo mundo sorprendido. La balanza entre el bien y el mal se había inclinado en el último momento y eso no le agradó a Steve.

- ERES UN IDIOTA.

Steve soltó a Stiles dejando caer al suelo mientras corrió hacia Elliot y golpeó muy lejos mientras tomaba a Dylan y comenzó a lanzarlo por varios lados. Stiles estaba débil luego de usar su poder en el golpe anterior y nadie podía hacer nada para poder ayudar a Dylan. Derek solo podía ver con impotencia aquel momento sabiendo que si había algo podía significar el fin de todo. Confiaba en su familia y sabía que podían ponerle fin a esto.

- ESTOY HARTO DE PERDER SIEMPRE, DE SER EL SÚBDITO, PERO ESTA VEZ NO SERÁ ASÍ, ESTA VEZ MATARÉ AL HIJO DE UN REY.

Izan vió como sacaba aquel aguijón mortal que una vez mató a su querida hermana. Ahora entendía aquel sentimiento de preocupación, esto terminaría igual como esa primera vez.

El aguijón con el veneno mortal que no podía ser detenido por nadie comenzó a acercarse hacia el pecho de Dylan. Este era el fin para el hijo de  Stiles y Derek.

- DYLAN.- gritaron varios incluyendo a Elliot.

Todos quedaron perplejos al ver aquella escena. La sangre escurría por el aguijón y la risa de Steve se escuchaba por todas partes.

- JAJAJAJAJAJAJAJAJA GANÉ, FINALMENTE GANÉ.

Derek y sus hijos sentían un enorme dolor dentro de sí mismos. Había perdido a una parte vital de su manada.

- Papá, no debiste hacerlo.- dijo Dylan entre lágrimas al ver cómo su padre caía al suelo luego de recibir el golpe que debió ser para él.

-EL REY STILES HA MUERTO. - gritaba Steve mientras su ejército lo apoyaba. - ESTE ES EL INICIO DE LA ERA DE LA OSCURIDAD Y NADA PODRA DETE...

Steve no pudo terminar de cantar su victoria. La segunda espada fue clavada en su pecho.

- Esto es por matar a mi padre.- clavó más la espada.- Esto por matar a mi madre.- y clavó por última vez.- Y esto por herir a la familia de quién amo.

La espada volvió a brillar, pero está vez había acabado con la oscuridad en el interior de Steve.

- Elliot.

- Púdrete en el infierno Steve.

- NOOOOOOOO.

El cuerpo de Steve explotó en mil pedazos y su gran ejército comenzó a desaparecer convirtiendose en cenizas. No había forma de salvar a aquellas pobres e inocentes criaturas mágicas. La oscuridad las había convocado y debían marcharse con ellas.

Todo se había acabado, la oscuridad había perdido la batalla, pero al igual que la primera vez la  victoria tenía un sabor amargo.

- Papá.- lloraba Dylan mientras Elliot se acercaba a ellos al igual que todos los demás.

- Rey Stiles yo...

- No digas nada Elliot, no me debes explicar nada. Solo cumple con tu promesa, cuida de Dylan por mí...- dijo con su último aliento.

Dylan y Gale intentaron usar su poder para salvar a su padre, pero fue inútil. No había forma de detener aquello, el rey Stiles había muerto.