Maybe

Capítulo 10; Solo en Malfoy.

Remus Lupin, y James Potter habían llegado el día anterior. Eso fue lo que hizo a todos sospechar de que algo pasaba. Fue peor cuando ese mismo día llegaron un grupo de aurores.

La noticia de que habían atacado a Draco Malfoy, y de que éste yacía como muerto en la enfermería, se extendió por todo el colegio la mañana del lunes. Los rumores y sospechas no se hicieron esperar, y los de primer año iban en grupos, temiendo de que los atacaran si se atrevían a caminar solos.

Ginny Weasley parecía asustada, y el que Luna Lovegood, su mejor amiga, hablara todo el tiempo sobre Malfoy, no le ayudaba mucho.

Harry no había querido estar mucho tiempo en la misma habitación en la que estaban Remus, su padre, y algunos profesores, entre ellos Snape. Y Harry sabia que su padre y el profesor no se llevaban bien, ninguno de los dos esperaría mucho para comenzar a tirarse veneno entre sí. Agradecía que Remus estuviera ahí.

Durante la segunda semana de diciembre, la profesora McGonagall pasó, como de costumbre, a recoger los nombres de las personas que se quedarían en el colegio por navidad. Ron y Hermione firmaron, al igual que Harry, quien agradeció de que ningún familiar estuviera en casa para cuidarlo, su madre estaba en una misión al igual que Sirius, y su padre junto a Remus estaban ahí con él. Fue la excusa perfecta.

–Lily se hubiera alegrado demasiado si te hubiera visto en clase de Transformaciones– dijo James mientras recorría junto a Harry uno de los pasillos del tercer piso. –, porque eres realmente bueno... Aunque no tanto en pociones.

Siguieron caminando por los pasillos, de vez en cuando se encontraban con Remus e intercambiaban una que otra palabra.

Su padre era divertido, pero a la vez era serio, su trabajo era increíble, y cuando le relataba las misiones, en su imaginación se veían increíbles. Y Harry quería ser como él.

–Papá... ¿crees que Malfoy despierte pronto?

Su padre volteo a mirarle con las cejas alzadas. –Me llevas preguntando lo mismo desde que llegue, hijo...– rio, y la mente de Harry comenzó a trabajar, buscando una excusa.

–Me preocupo por todos los... ¿petrificados?– dudo si mirar a su padre o no. –¡Sí, me preocupo por todos! Sí...– rio nervioso.

–Colin fue petrificado en la biblioteca también... y solo me has preguntado una vez por él... 

Harry titubeo. –Bueno... Malfoy y... ya sabes– intento caminar mas rápido que su padre, pero él resulto ser mucho más rápido. –Somos compañeros... creo que es por eso– volvió a reír.

–Ajá...– James parecía querer agregar algo más. Pero la voz de Ron, para fortuna de Harry, le interrumpió.

–¡Harry, logramos encontrar algo que puede ayudar!– Dijo emocionado Ron. –¡Hola, señor Potter!

–Hola, Ron.– James le sonrió, volteando a ver a su hijo. –Quejicus y Hermione deben estar impacientes por querer contarles.

–Creo que solo Hermione, el profesor Snape no esta muy feliz de vernos merodear su salón todo el tiempo.

Antes de poder llegar a las mazmorras, se encontraron con Nymphadora Tonks, quien no parecía tan animada como siempre. 

–Ayer armamos el arbol navideño en casa... No es lo mismo sin Draco y Altais arreglando la chimenea.– Fue lo que dijo cuando le preguntaron.

Cuando llegaron a las mazmorras, se encontraron con Hermione en la entrada del salón.

–El profesor Snape dice que encontró algo... no quiso decirme que, así que tal vez nos los diga a todos juntos.