Harry no sabia exactamente que es lo que había dejado esa marca en su mejilla, pero el dolor en su frente era simplemente insoportable. Ron había intentado darle soluciones o posibles respuestas para el dolor, pero dudaba demasiado que meter la cabeza en una cubeta llena de hielo fuera una buena idea. Estaba desesperado, pero no tanto.
Malfoy había estado, como siempre, en la mesa de Gryffindor en el desayuno, hablando alegremente con Neville, Altais dormía cómodamente entre sus brazos. Pero Harry solo había podido verles durante unos pocos segundos, su rostro, específicamente la nueva marca de su mejilla, dolía demasiado como para que se diera el tiempo de analizar el extraño comportamiento que últimamente tenían Malfoy y su hurón.
Los profesores también actuaban más extraño de lo normal. Por cualquier sitio por el que pasaran se encontraban con medidas de seguridad que aparentaban querer pasar desapercibidas. Filch iba por los pasillos, tapándolo todo con tablas, sin importarle que todo el mundo le viera, tapaba desde las pequeñas grietas de las paredes hasta las ratoneras. La Señora Gorda había vuelto, fue restaurada magistralmente, pero continuaba muy nerviosa, y había accedido a regresar a su trabajo sólo si contaba con protección. Contrataron a un grupo de hoscos troles de seguridad para protegerla. Recorrían el pasillo formando un grupo amenazador, hablando entre gruñidos y comparando el tamaño de sus porras.
Nadie sabia lo que sucedía, y Harry tenia la leve sospecha de que todo eso tenía que ver con Regulus Black, el famoso Black menor. Tampoco pudo dejar de notar que la estatua de la bruja tuerta del tercer piso seguía sin protección y despejada. Al parecer su padre tenia razón; al decir que nadie más que los merodeadores, y ahora Harry, Ron y Hermione, eran los únicos que sabían que allí estaba la entrada de un pasadizo secreto.
Ahí estaba Hedwig, delante de él en el desayuno, había estado tan interesado en crear teorías de diferente tipo con respecto a lo que pasaba, que la lechuza había tenido que llamar su atención dando picotazos en la muñeca.
–¡Ay! Ah, Hedwig, gracias.
Harry rasgó el sobre mientras Hedwig picoteaba entre los copos de maíz de Ron. La nota que había dentro decía:
Queridos Harry y Ron:
¿Les apetece tomar el té
conmigo esta tarde, a eso de las
seis? Iré a recogerlos al castillo.
ESPEREN EN EL VESTÍBULO. NO
TIENEN PERMISO PARA SALIR SOLOS.Un saludo,
Hagrid.
–Tal vez quiera contarnos sobre lo que sucede– dijo Ron.
Así que aquella tarde, a las seis, Harry y Ron salieron de la torre de Gryffindor, pasaron corriendo por entre los troles de seguridad y se dirigieron al vestíbulo. Hagrid los aguardaba ya.
–Bien, Hagrid– dijo Ron –¿Quieres contarnos algo en especial?
–Bueno... es algo importante, sí– dijo Hagrid, abriendo la puerta principal y saliendo con ellos.
Lo primero que vieron al entrar en la cabaña de Hagrid fue a Buckbeak, que estaba estirado sobre el edredón de retales de Hagrid, con las enormes alas plegadas y comiéndose un abundante plato de hurones muertos. Al apartar los ojos de la desagradable visión, Harry vio un traje gigantesco de una tela marrón peluda y una espantosa corbata amarilla y naranja, colgados de la puerta del armario.
–¿Para qué son, Hagrid?– preguntó Harry.
–Buckbeak tiene que presentarse ante la Comisión para las Criaturas Peligrosas– dijo Hagrid– Será este viernes. Iremos juntos a Londres. He reservado dos camas en el autobús noctámbulo...
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Maybe
أدب الهواةIr a Hogwarts era su sueño. Soñaba crecer y convertirse en auror como su padre. Pero había un problema, era un Potter. Y un Potter no se caracterizaba por tener buena suerte. Fanfiction del universo de Harry Potter. Harco/Drarry AU. DracoRavenclaw! ...