Capítulo 22; Adivinaciones.

1.1K 139 10
                                    

Cuando Harry, Ron y Hermione entraron en el Gran Comedor para desayunar al día siguiente, lo primero que vieron fue a Neville Longbottom correteando a una bola de pelos blanca, más conocida como Altais.

-Si no lo atrapo ahora, Draco va a enojarse conmigo- dijo cuando los vio -Si lo ven, díganle que lleve a Altais al baño.

Harry le siguió con la mirada, viendo como se iba del comedor. Se pregunto si Malfoy estaría bien sin el hurón a su lado.

Se dejó caer sobre un asiento de la mesa de Gryffindor, junto a George Weasley.

-Los nuevos horarios de tercero- anunció George, pasándolos. -¿Qué te ocurre, Harry?

-Neville hablándole sobre Malfoy, eso paso- contestó Ron sonriendo, sentándose al otro lado de George.

George alzó la vista y vio que en aquel momento Malfoy entraba al Gran Comedor, buscando con la mirada a Neville por la mesa de Gryffindor.

-Ese idiota- dijo entre risas -Esta mañana desperté con una linda cicatriz en mi hombro, probablemente hecha por esa cosa a la que llama amigo.

-Casi morimos- dijo Fred, viendo a Malfoy acercarse a Padma en la mesa de Ravenclaw, con sus manos apretando su túnica.

-Según él; nos lo merecíamos. Estoy de acuerdo, sinceramente- reconoció George. -Estuvo horas haciendo un mapa astral como para que lleguemos nosotros y se lo arruinemos con pintura rosa.

-La verdad es que sí. Estamos buscando a alguien para que le haga uno nuevo- dijo Fred -, ¿conocen a alguien?

Harry negó, mirándolos con el ceño fruncido. No quería imaginarse a Malfoy estresado por eso.

-De cualquier modo, veremos lo contento que se pondrá Draco después del primer partido de quidditch- dijo Fred. -Si ya con ver a Harry se pone feliz...

Harry le ignoro, preguntándose si Malfoy jugaba al quidditch. Le gustaría jugar un partido con él. Se sirvió salchichas con tomate frio, intentando localizar nuevamente a Malfoy con la mirada.

Hermione se aprendía su nuevo
horario -Bien, hoy comenzamos asignaturas nuevas- dijo alegremente.

-Hermione- dijo Ron frunciendo el entrecejo y mirando detrás de ella -, se han equivocado con tu horario. Mira, te han apuntado para unas diez asignaturas al día. No hay tiempo suficiente.

-Ya me apañaré. Lo he concertado con la profesora McGonagall.

-Pero mira- dijo Ron riendo -, ¿ves la mañana de hoy? A las nueve Adivinación y Estudios Muggles y...- Ron se acercó más al horario, sin podérselo creer -, mira, Aritmancia, todo a las nueve. Sé que eres muy buena estudiante, Hermione, pero no hay nadie capaz de tanto. ¿Cómo vas a estar en tres clases a la vez?

-No seas tonto- dijo Hermione bruscamente -, por supuesto que no voy a estar en tres clases a la vez.

-Bueno, entonces...

-Pásame la mermelada- le pidió Hermione.

-Pero...

-¿Y a ti qué te importa si mi horario está un poco apretado, Ron?- dijo Hermione. -Ya te he dicho que lo he arreglado todo con la profesora McGonagall.

En ese momento entró Hagrid en el Gran Comedor. Llevaba puesto su abrigo largo de piel de topo y de una de sus enormes manos colgaba un turón muerto, que se balanceaba.

-¿Va todo bien?- dijo con entusiasmo, deteniéndose camino de la mesa de los profesores. -¡Están en mi primera clase! ¡Inmediatamente después del almuerzo! Me he levantado a las cinco para prepararlo todo. Espero que todo esté bien... Yo, profesor... francamente...

Maybe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora