Capítulo 51; Quinto año.

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Para Harry, nunca había sido un problema comenzar un nuevo año en Hogwarts. A excepción de cuarto, el año en que sus padres no se despidieron de él, deseándole un buen año como siempre hacían.

Ginny, Luna y Neville estaban a su lado en el vagón ese año, mientras que Hermione y Ron estaban en el de Prefectos. Debía admitir que se había sentido un poco celoso, pero fuera de eso estaba bien.

–Draco y Padma también fueron seleccionados como Prefectos. Draco me dijo que Parkinson también estaría allí, pero no lo sé, conociéndola no estaría tan segura...

Harry miro dudativo a Ginny. No le caía muy bien Pansy, pero debía ser reconocible que la chica era bastante inteligente. Dudaba mucho que Dumbledore se arriesgara a poner como Prefecta a una chica con cero reconocimiento académico.

–Yo sí creo que pueda estar ahí– dijo, dejando su cabeza caer contra la ventana, sin despegar su mirada de la pelirroja –Si Draco lo dice...

–¡Oh, por favor! Si Draco está en lo correcto, ¿verdad?– suspiró Neville, negando divertido –Siempre creerás la palabra de Draco.

Harry sonrió, cerrando los ojos ante la mirada sonriente de Luna.

–¡Amo la relación de Draco y de Harry!– susurró, creyendo que solo Ginny la escucharía. Lastima que Harry la escuchará, porque sintió sus mejillas calentarse inmediatamente.

–¡Oh, Luna! Ellos aún no están saliendo– exclamó Ginny divertida, inclinándose hacia ella. 

Neville sonrió, viendo a Trevor saltar de un asiento a otro.

–Pus parece que lo están, es completamente normal que Luna crea eso– murmuró divertido.

Harry se hundió en el asiento, prefiriendo pensar en otra cosa que no fueran las risas de Ginny y Neville junto a él.

A mitad del camino, Hermione y Ron llegaron. Ambos parecían algo ansiosos, pero lo disimulaba muy bien con una sonrisa de oreja a oreja. El pelirrojo se sentó junto a él en cuanto lo vio, sin importarle la mala mirada que Ginny le dirigió cuando la corrió un poco para poder sentarse.

–Draco estaba ahí, creí que te gustaría saberlo– le dijo en un susurro. Hermione se inclino un poco hacia ellos, ignorando la charla sobre el Quisquilloso que mantenían Ginny y Luna –Estaba con Padma. En Slytherin estaban Parkinson y Theodore Nott, y en Hufflepuff, Hannah Abbott y Ernie Macmillan. Fue bastante interesante.

Hermione asintió sonriente, parecía estar feliz con su nueva insignia de prefecta, porque la acomodaba en su túnica cada pocos segundos.

–¿Draco no vino con ustedes?– preguntó Neville, mirando atentamente a Ron, quien negó con el entrecejo fruncido.

–No, dijo que debía hablar algo con alguien antes de llegar a Hogwarts. Creo que fue con Nott, no lo sé– Neville asintió despacio, jugando con sus dedos.

–¿Altais estaba con él?– preguntó en un susurro, bajando un poco la mirada. Ron le miró con el entrecejo fruncido, asintiendo lentamente.

–Sí, estaba con él. No creo que sea algo necesario preocuparse tanto, Nev– le dijo, sobando su hombro izquierdo –Creo que es capaz de cuidarse perfectamente solo.

–¡Sí, Neville!– exclamó Ginny, inclinándose hacia delante con una amplia sonrisa –No creo que Draco te cambie por un idiota de Slytherin, tranquilo.

Harry sonrió hacia el rubio, viendo que se calmaba poco a poco con lo que Ginny y Ron le iban diciendo durante el camino. Lastima que luego del viaje todos comenzarán a preocuparse, porque Draco no llegó al tren, y tampoco lo vieron al bajar.

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