Maybe

Capítulo 48; Lo sucedido en el tren.

La última prueba era de lo único que se hablaba últimamente. Algo normal si tomábamos en cuenta que todos esperaban a que ganará su respectiva escuela. Y aunque el campeón de Hogwarts no le agradaba demasiado, Harry no podía evitar desear que Cedric ganara.

–¿Crees que sea algo peligroso?– preguntó Hermione, intentando no caer por la colina que llevaba a la cabaña de Hagrid –No me agradaría que a alguno le pasara algo...

Ron bufó, cruzándose de brazos mientras intentaba ignorar el notable tono preocupado de la castaña. Harry sabia que estaba aguantando decirle las miles de cosas que pensaba sobre Viktor Krum después de la segunda prueba.

Hermione lo ignoro, volviendo a su tarea de intentar descubrir en lo que consistía la tercera y última prueba.

–¿Crees que intentara ayudar a Krum?

Harry miro al pelirrojo y se encogió de hombros. Ron hizo un gesto frustración antes de levantarse y susurrar que iría a la lechucería a dejar una nota.

–¿Y a este que le pasa ahora?– preguntó la castaña cuando Ron se fue completamente de su vista –Creí que él había sido el de la idea de venir a visitar a Hagrid y ahora sale con que tiene que ir a dejar una nota. Es simplemente increíble.

Harry volvió a encogerse de hombros, retomando su camino hacia la cabaña del gigante con Hermione pegada a sus talones. A veces, le encantaría que Ron no fuera tan celoso al punto de querer alejarse de todos, tal vez su vida sería mucho más fácil si no lo fuera.

Aunque, tal vez, él no debería hablar precisamente de lo malo que era los celos después de haber acusado a Draco de coquetear con todo el mundo en el baile de navidad.

Definitivamente no era el indicado en hablar sobre las inseguridades y celos de su mejor amigo.

Remus les había pedido hace unos días que vigilarán el bienestar de Hagrid, que a pesar de tener el apoyo incondicional de todos los maestros y de algunos pocos alumnos, se veía decaído por el rechazo de la directo de la directora de Beauxbatons. Un tonto rumor que se había esparcido por todo Hogwarts después de navidad.

Sin embargo, animar a Hagrid no era un plan sencillo, y Harry tenía que admitir que la ayuda de Draco no le vendría mal en esos momentos, pero el chico estaba demasiado ocupado con sus clases, la banda, y el cuidar a que nadie descubriera a Regulus cuando iba a hacer sus necesidades no parecía ser algo muy fácil. Por eso es que no quiso pedirle ayuda, sabia que el rubio se molestaría, pero debía a aprender a buscar soluciones, por muy mal que resulten.

°°°

Draco no se consideraba alguien extraño. Todo lo contrario, se consideraba a sí mismo alguien con una mente brillante. Le gustaba su creatividad especialmente, era lo que más quería destacar cada vez que alguien hablaba con él por primera vez.

Y al principio creyó que estaba bien, Andy siempre le había dicho que estaba bien, que no debía avergonzarse por nada de lo que creyera, sin embargo, siempre debía escuchar diversas opiniones, y debía respetarlas sin importar que. Y él cometió el error de creerle en todo.

Nunca le había dicho que habían personas que no respetaría la suya, que a esas personas no les agradaría su punto de vista de algunas cosas.

A la mala aprendió que no le debía caer bien a todo el mundo.

–Neville Longbottom.

Draco le analizo antes de caer en cuenta de que el chico era hijo de el auror Longbottom y su esposa, igualmente auror, que era una persona encantadora según palabras de su madre.