Estavilo (Josh Kiszka)

39. Noches frías.

Estavilo

Capítulo 39

"Noches frías"

Con Josh volvimos de la caminata y su mamá había preparado una tartaleta de frambuesa, la cual estaba deliciosa.Fue imposible negarme a tal espectacular pastel. La vergüenza se me había ido una vez que Karen me comentó que era un agrado tenerme aquí y que estaba muy feliz de que Josh haya presentado a alguien en mucho tiempo, ya que Josh había decidido estar soltero hasta realmente sentirse cómodo con alguien y yo ser esa persona por la cual se sintiera cómodo me hacía sentir muy feliz. Conocer a la familia de Josh en el primer día, fue muy lindo.

Al anochecer hacia un frío el cual no estaba preparada. Cómo estamos en verano, pensé que la noche era más cálida, según Josh eran muy pocos los días que hacía frío, pero justo hoy toco la noche helada y fría. Solo traje unos cuantos hoodie pero nada de un abrigo o sweater.

¡Rayos!

Estaba en la habitación que me asignaron intentando buscar algo abrigador, cuando mi teléfono sonó en la mesita de noche. Lo tome rápidamente y vi el comunicador: Mamá. Rápidamente respondí.

—¡Mamá!—dije en español contenta de que me llamara.

—¡Mi niña!—dijo emocionada—¿Cómo estás?

—Bien mamá, gracias ¿Y ese milagro que me llamara?

—¿Acaso no puedo llamarte?—dijo indignada—Lo dices como si nunca lo hiciera—bufo.

—Es que .. nunca lo haces...

—¡Tu tampoco llamas! ¡Tu eres la hija!

Ambas nos reímos por la pequeña discusión.

—Ya, gracias por hacerlo—pare mi risa para hablar bien—Allá es más tarde que acá ¿Cómo está papá y los chicos?

—¡Estamos bien!—escuche la voz de mi papá—¿Cómo te ha ido con el muchacho rockero?

—¡Queremos saber!—apoyo mi mamá.

—Bien, llegue hoy y han sido muy cálidos conmigo. No pensé recibir tanto cariño por su parte—respondi sincera.

—Eres adorable mi amor—dijo mi papá intentando animarme—¡No te desanimes!

—¡Si! Apoyo mi mamá, eres adorable hija.

—¡Gracias!—intente creer en sus palabras—¿Cómo están Abel y Adrián?

—¡Esos dos no paran!—dijo mi madre divertida—Han estado preguntando por ti, aún no creen que seas tan famosa.

—Aun son niños—me rei.

—¿Niños?—se burló mi papa—Abel ya tiene 17 y Adrián 10. Abel ya no es tan niño.

—A veces olvidó que crecieron ya—me referí a mis hermanos menores con cariño.

—Lo están y te extrañan mucho como nosotros—dijo algo emocionado.

—Cuando puedas ven a vernos, Jessica. Estamos ansiosos por verte—dijo igual de emocionada mi madre.