21.Mudo.

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Estavilo.

Capítulo 21.

"...Mudo..."

Jess.

Estaba mirando mi teléfono cada dos segundos, pues no podía parar de pensar en las palabras de Josh y su supuesta investigación acerca de cómo conseguiría mi número y me enviaría la dirección para nuestra supuesta cita. Sinceramente no creía que funcionaria, ya que salir era complicado para nosotras y aún no le había contado a las chicas acerca de lo que pasó conmigo y Josh en la fiesta y de lo que esto significaba. Si Josh, era capaz de mandarme la dirección hasta las 6:15, le diría a las chicas la verdad e iría a la cita. Si no lo hace, no diré nada.

—Pique sandía—anuncio Ramona, caminado hacia nosotras en el patio trasero—Esta dulce—dejo el plato en la mesa.

Avril dejo su guitarra a un lado para tomar un trozo y sonreír por el placer de comerla. Estábamos las cuatro sentadas en el sillón con forma de L que teníamos en el enorme patio trasero, disfrutando de los cálidos rayos del sol y el suave viento que acechaba.

—Esta rica—dijo Lia sacando otro trozo—¿Hay melon?

—Si, también hay—respondio Ramona.

—Ire a picar, ya vuelvo—se levantó para ir con dirección a la cocina. Avril siguió tocando con su guitarra una suave melodía de los Bee gees.

Mi teléfono vibró y rápidamente revise el celular y era un mensaje de mi hermano. Bufé, volviendo a bloquear el celular. Ramona me miró.

—¿Por qué revisas a cada segundo el celular?—enarco una ceja—¿Esperas algún mensaje en especial?

—Mi hermano, quiere que le deposite para un par de zapatillas—menti. Ramona no me creyó.

—¿Crees que soy tonta?—se burló. Sonreí falsamente—Vamos, cuenta ¿Que pasa?

Avril se detuvo de tocar y me miro picarona. ¡Ay no! Abrí la boca para decir algo, pero nada salió ya que mi teléfono comenzó a sonar en señal de un mensaje, lo desbloqueo y aparece un mensaje de un número desconocido.

+555.....:

Como verás encontré tu número preciosa, así que no hay excusas para que no vengas hoy. Aquí está la dirección, nos vemos a las 19:30. ;)

Av Lincon,1940.

Abrí mis ojos como platos al ver su mensaje en mi teléfono. ¿Como se lo consiguió? Alcé mi vista y las chicas esperaban una respuesta. Trague hondo y supe que era la señal de decir la verdad.

—Pues... Hoy saldré—empece diciendo.

—¿Ah sí? Y se puede saber ¿Con quién?

Iba a abrir la boca, pero llegó Lia con el melon picado, feliz y alardeando de el. Avril la hizo callar y ella tomo atención en mi.

—Pues, nada—murmure—hoy quiero ir a dónde siempre, ustedes saben.

—¿Al Parking?—preguntaron Al unisono. Yo asentí.

—Si, ya saben. Estoy algo estresada y quiero ir.

Las chicas me miraron sin confiar mucho en mis palabras, pero no me reclamaron. Simplemente me dijieron que me cuidara y que si necesitaba algo mandara un sms. Sentía que si sospechaban algo, pero conociendolas querían esperar a que yo les contará y me naciera contarles. Por ende, no me dijieron nada.

Estavilo (Josh Kiszka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora