Capitulo 36

6.7K 253 18
                                    

—¡Ah... Jared! —gimió Lya mientras me movía dentro de ella con rapidez.

—Hazlo, nena —le dije besándola agitadamente. Ella gritó y se corrió junto a mi. La besé de nuevo y sonrió. Salí de ella y nos tumbamos en la cama.

—Olvidé ponerme el condón —le dije acariciando su cintura desnuda. Su brillo en los ojos se apagó y lo comprendí, —Me encantaría tener hijos contigo —confesé sentándome en la cama.

—Y-yo no quiero tener más hijos —dijo en un susurro sentándose igual que yo. Fruncí el ceño y la miré furioso.

— ¡¿Por qué no quieres tener hijos conmigo!?.- grité enfadado. Ella me miró asustada, y empezó a llorar, que falsa.

—¡No! No es eso, Jared, es...

— ¿Qué es? ¡Maldita sea, que más quieres, os cuido con mi propia vida! —añadí levantándome y vistiéndome.

— ¿Jared, dónde vas? —preguntó sollozando.

— ¡Eres como Daniela! ¡No te importa nada! —me fui dando un portazo y fui directo a casa de Elena.

Narra Lya

No, no y no.

Deseo y anhelo tener hijos con él pero... no puedo, simplemente la idea de sufrir por perder al bebé, me aterra.

Me levanté desnuda y llorando, y me metí a la ducha. Salí de la ducha más tranquila y decidí irme a comprar pasteles con Molly.

Me puse ropa interior blanca y elegí para ponerme unos jeans pitillo azules oscuros, una blusa ajustada blanca, y unos deportivos. Dejé mi cabello suelto y me perfumé.

Cogí un bolso negro y me lo colgué. Fui a la habitación de Molly y la vestí con unos jeans verdes, una blusa de manga larga blanca con un dibujo y unos converse blancos.

Le hice dos coletas en su cabello castaño y le eché perfume de bebé.

—Papi —dijo con un puchero.

—Papá ha ido a comprar una cosita —dije y me dolió mucho mentir a mi pequeña. Ella asintió y le cogí de la mano. Cogí las llaves y mi iPhone. Salimos de la casa y empezamos a caminar a la pastelería.

—Mami, mira —dijo Molly señalando un niño llorando. La miré y tenía un semblante preocupado.

—Está llorando el niño.

—Shi —dijo soltando mi mano y empezando a dar saltitos.

—Molly, cuidado, no te separes de mi y no te alejes —advertí mirándola, ella asintió y paró de saltar. Oí mi móvil sonar y lo cogí.

— ¿Si?

Soy Megara, no cuelgues Lya, estoy de buenas.

—Habla.

Quería invitaros a mi boda.

— ¿Te vas a casar? —pregunté extrañada.

Conocí a un medico en el hospital que estuviste, y empezamos a salir. Él es increíble y llevamos un tiempo. Me pidió matrimonio y acepté.

Lya Thompson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora