Capítulo 13

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—Fue vuestra culpa —dijo mirando dolido a su hermana.

—Ahora sabemos la verdad, Lya, lo siento —me dijo Elena cogiéndome de la mano. Asentí llorando a cántaros y salí de allí con Molly en brazos quien lloraba mirando a Jared.

—Molly, no llores —le dije susurrándole. Ella sacudió sus manos y me dio en el ojo, le di un manotazo y la dejé en el carro, —A mamá no se le pega, Molly —le dije cabreada y triste. Mi hija me acababa de pegar.

Mañana sería Nochevieja y estaría sola con mi pequeña, aunque bueno, estaba acostumbrada a estar sola.

Llegamos a la casa de Elena y me bajé. Ella cogió a Molly y el carrito, y yo el macuto con las cosas. Entramos, Elena subió a Molly a un cuarto que tenía de cuando venía gente a dormir. Dejé las cosas ahí y me quité la chaqueta que llevaba, miré la hora: 15:00.

—Mientras Molly duerme, nosotras comeremos y hablaremos ¿si? —asentí y la seguí. Ella puso dos platos de fideos de pollo y nos sentamos.

— ¿Qué ha pasado con Jared? —preguntó Elena.

—Ayer, tuvimos una discusión y...—empecé a relatarle todo a Elena hasta ahora. Ella ponía cara de sorpresa, asco, y rabia. Terminé y sequé una lágrima rebelde, —Y eso es todo —concluí.

—Ese no es mi hermano, él no haría eso, nunca. Siempre fue respetuoso con las mujeres y más con chicas que le gustaban de verdad, nunca fue infiel, él tuvo que haber tomado algo —me dijo frunciendo el ceño, hice un moño en mi pelo y suspiré.

—Mañana es Nochevieja, ¿qué haremos? —pregunté.

—Mi madre pensaba invitarnos a toda mi familia y a vosotras a cenar en casa, ya que no celebremos Nochebuena, por problemas. Así que, o nos vamos de fiesta tu y yo, o cenamos con todos, incluso Jared...—dijo mirándome.

—Iremos a cenar y luego de fiesta, Molly se quedará con tu madre, si quiere claro —le dije llevando el plato al fregadero. Ella sonrió y se fue a acostar. Lavé los platos y me fui a dormir con Molly a la habitación.

(...)

NARRA GINGER

Estaba terminando de poner la mesa de Nochevieja con ayuda de mi hermana, Lauren. De golpe, se oyó el timbre, y mi hermana fue a abrir, eran ya más de las nueve.

— ¡Oh mi sobrina, que grande estas! —gritó Lauren. Reí y vi aparecer a mi hija con Molly en brazos y Lya a su lado.

Las tres iban preciosas.

Mi hija llevaba un vestido negro ceñido a su precioso cuerpo, las mangas eran de encaje y el escote igual. Llevaba unos tacones negros con brillantitos dorados, y su pelo rubio estaba recogido en un perfecto moño.

La pequeña Molly estaba vestida de papá Noel, su gorrita la hacía ver tierna.

Lya, por otro lado, llevaba una falda roja ceñida a su cintura hasta mitad de muslo, unos tacones altos negros, y un top negro muy elegante.

—Están hermosas, chicas —les dije abrazándolas, —Y tú también Bebé Noel —le dije a Molly, la pequeña rió en los brazos de Lya.

—Vamos a la mesa —le dije a Lauren. Ella me siguió y mi hija junto a Lya se fueron al salón con mis sobrinos.

NARRA LYA

Al llegar saludamos a Ginger y fuimos al salón para no molestar. Había tres chicos en el salón, uno de 15 años más o menos, otro de 20 o más, y el último tendría unos 26 o 27 años. En el suelo había un niño de 3 o 4 añitos, con un traje de Papá Noel.

Lya Thompson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora