Capítulo 30

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Habían pasado más de cuatro horas desde el accidente. Mi madre se había quedado con Molly en la parte de Infantil y Maternidad.

— ¿Familiares de Jared Black y Lya Thompson? — preguntó una voz grave y firme. Me levanté débil y me acerqué al doctor de complexión fuerte y rostro intimidante.

— Yo, Lya es mi cuñada y Jared mi hermano —dije sorbiendo mi nariz. Asintió y suspiró.

—Jared, está en una habitación, ha mejorado y lo subimos. Sólo tiene dos costillas rotas, la rodilla escayolada, trauma contundente en el abdomen y el brazo en cabestrillo junto con la cara llena de arañazos por los cristales. La señorita Lya, está muy mal. Se encuentra en la UCI en cuidados especiales, se llevó la mayor parte por proteger a su hija. Tiene cristales por todo el cuerpo, trauma contundente en abdomen pero más grave, una contusión cerebral y problemas respiratorios. De momento ella está en un estado crítico y hay posibilidades de morir. La operación ha salido bien, porque ella se había clavado en el costado izquierdo un hierro y casi le perfora el pulmón, entonces decidí intervenir ¡ah! y cuando despierte tendré que hablar sobre otra lesión más grave. Eso es todo, puedes ver a Jared ya que está despierto pero a Lya...me temo que no —me dijo con una mueca, asentí y pasé a la habitación que me había indicado el doctor.

Toqué la puerta y se oyó un inaudible pasa. Entré y vi a mi hermano tumbado con cables, vendas y yesos.

— Hola — dije con la voz temblando.

— ¿Cómo están? — preguntó. Me miró y vi a mi hermano destrozado. Realmente se veía fatal.

— Molly está bien, Lya la protegió —dije.

—¿Y Lya? —Preguntó, me acerqué y agarré su mano, —Elena, ¿cómo está Lya? — preguntó.

—Ella... está en la UCI, está mal y ha sufrido muchas lesiones y golpes. La han operado del costado porque se le clavó un hierro — dije mirándolo. Sus ojos se aguaron y soltó mi mano.

—Es mi culpa —sollozó, mi hermano no lloraba desde pequeño, —Me odiará —sollozó de nuevo mirándome, lo abracé y se pegó a mi pecho.

(...)

Habían pasado 4 días, Jared había salido del hospital pero Lya ni había despertado. Molly estaba bien pero siempre lloraba por su madre.

— Mami — dijo Molly ahora llorando. Jared la tenía en brazos mientras nos encontramos en la oficina del doctor sexy quien atendió a Lya. Mi embarazo cada vez estaba mejor, mi vientre seguía plano, obviamente, y cada vez tenía más antojos.

—Sh cariño, mamá está durmiendo pero despertará —dijo Jared con voz débil, él estaba sintiéndose culpable e impotente.

—Buenos días — saludó el doctor sexy. Me sonrió y le devolví la sonrisa, —Bueno, les tengo que dar una noticia mala y otra buena.

— ¿Sobre Lya? — preguntó Jared besando la frente de Molly que se acurrucó contra su pecho.

— Exacto, ella... —pausó, — Despertó pero hay una posibilidad del 70% de que Lya no pueda fecundar.

— ¿Qué? — pregunté sin voz.

— Lya no podrá tener hijos, hay un 30% que si pero un 70% que no, el accidente causó el aborto de su hijo — dijo haciendo una mueca y mirándome.

— ¿Aborto? Ella no estaba embarazada —dijo Jared.

—Lo estaba, ella no sabía, me lo acaba de decir —dijo el doctor, Jared me dio a Molly.

—Perdone pero t-tengo que salir —dijo levantándose y saliendo. Las lágrimas saltaron de mis ojos y sollocé.

—Tranquila, Lya se pondrá bien, solo es esa consecuencia —dijo acariciando mi brazo.

—Papi —oí decir a Molly, la miramos y empezó a hacer pucheros.

— ¿Jared, no es su padre, no? —preguntó el doctor.

—No, es su padrastro. Él no sabía que Lya estaba embarazada y él siempre quiso un hijo de ella, es su vida. Mi hermano es otro desde que la encontró —dije suspirando y calmando a Molly.

—Estas embarazada ¿no? —preguntó, este era adivino ¿o qué?

—Si —dije, — ¿Cómo lo sabes?

—Tienes esa mirada de madre primeriza que no sabe si abortar o tenerlo. La decisión es tenerlo —dijo sonriendo.

—Lo sé. Siempre fue esa decisión, lo querré con mi vida — dije acariciando mi vientre.

— ¿Y el padre?

—Fue una noche borracha —dije encogiéndome de hombros, — ¿Puedo ver a Lya o por lo menos puedes llevar a Molly? —pregunté.

—Dejaré que entres con Molly y iré a buscar a Jared mientras tú le das la noticia de que no podrá ser madre por un porcentaje —dijo firme y serio.

—Joder... vale — ¿Cómo mierda le decía? "Hola Lya, oye que no podrás tener hijos " ¡No!

—Ve —dijo divertido, me levanté y salí de allí. Caminé a la zona UCI, miré las puertas.

876. Lya Thompson.

Abrí y ¡dios! Lya estaba con los ojos entrecerrados, el aparato de la nariz junto a la boca blanco, estaba con cables, tubos, vendas, máquinas.

—Lya —la llamé. Ella miró a mi dirección y sus ojos se llenaron de lágrimas.

—Mami —oí decir a Molly. Me acerqué y Lya tocó la mano de Molly.

—Lya, tengo que decirte dos cosas malas y una buena —ella soltó una lágrima, — Jared está bien, solo tiene golpes y alguna lesión leve. Las malas, hay un 70% de que no puedas tener hijos y el resto que si puedas.- ella asintió sollozando. Ella se quitó la máscara de oxígeno y tosió.

—D-dile a J-Jared que... lo... lo... quiero y n-no es su culpa —dijo con dificultad.

—El doctor dijo que lo llamaría para que entrara —ella asintió y se puso la máscara. Ella tocó la carita de Molly y Molly sonrió.

—Mami te quielo —oí decir a Molly besando la mejilla de Lya. Me separé.

—Es el tiempo que puedo estar aquí —le dije, ella asintió y besé su mejilla, —Adiós —dije, me fui y vi al doctor hablar con Jared.

—Jared —lo llamé, me miraron y Jared estaba con la cara lagrimosa, —Ella quiere verte, me dijo que te quiere y no es tu culpa el accidente. Ya sabe que no podrá ser madre de nuevo y sufrió el aborto —dije.

— ¿Ves? Jared, ella se ve buena chica y los accidentes pasan, la rabia te cegó y chocaron. Lo importante es que estáis vivos —dijo el doctor.

—Gracias —susurró Jared, pasó por mi lado y entró lentamente en la habitación.

—Espero que Jared no se sienta culpable —dije, el doctor se fue y suspiré.

Lya Thompson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora