NARRA JARED
—Molly ven —llamé a mi pequeña.
—Papá te quelo —dijo besando mi mejilla, sonreí y besé el vientre de Lya. Estábamos los tres en la cama.
—Molly, ¿sabes que mamá tiene a tu hermanito en la barriga? —pregunté poniendo su manito en el vientre de Lya.
— ¿Hemanito?
—Una personita nueva que irá contigo toda la vida.
— ¡Una niña! —gritó.
— ¿Y si es un niño?
— ¡También! —dijo riendo y abrazándonos. Oí mi móvil sonar y me estiré a cogerlo. Número desconocido.
Qué raro.
— ¿Si?
— Hola Jared —era una voz conocida pero no la reconocía.
— ¿Quién eres? —Lya me miró y atrajo a Molly a sus brazos.
—Lleva cuidado en dejar a tus chicas solas en casa, cualquier desalmado podría entrar y hacerle cosas indebidas.
—Hijo de puta, ¿quién eres?
—Cuida a tu novia y a tus hijos, sí, al bebé de su vientre, o si no puede que lo haga yo —dijo colgando.
— ¿Quién era? —preguntó Lya acariciando mi hombro.
Me sentía impotente de no poder asegurarme que ellas estuvieran seguras.
—No quiero que salgáis de casa ni tú, ni Molly.
— ¿Qué? ¿Porq-
— ¡Dije que no salgáis de la casa! —ella saltó y sus ojos se llenaron de lágrimas.
—Papá —oí la voz de Molly y me volteé.
—Aléjate de papa, cariño, ve al cuarto —Lya dejó en el suelo a Molly, y esta anduvo al cuarto sin decir más.
—Lya, no salgáis —la señalé con el dedo mirándola.
—No me vuelvas a hablar así, Jared, y mucho menos delante de mi hija.
Lya estaba enfadada, y con razón.
—Cállate, Lya.
Me estaba poniendo nervioso, esa llamada no me había gustado para nada.
— ¡No me pienso callar! —gritó.
Sin pensar, me giré hacia ella y le solté una bofetada. Sus ojos se abrieron mientras su mano iba a su mejilla.
—Se acabó, cabrón.
(...)
Llegué a casa con los ojos ardiendo y picándome. Había hablado con mi madre y ella me había dado la hostia de mi vida.
Subí a la habitación y no estaba ella. Me empecé a preocupar y fui a la habitación de Molly, tampoco estaba pero había una nota.
"Ve a la cocina."
Caminé primero a la habitación de invitados y allí estaba Molly durmiendo junto a Lya, abrazadas. Bajé a la cocina, y vi unas velas y varias fotos.
Las cogí y vi que éramos Lya y yo sonriendo. Molly en mis brazos, Lya y Molly riendo, Molly besando mi mejilla, Lya abrazando su vientre, todos juntos y... una mujer golpeada brutalmente y desconocida, junto a una nota.
"Piensa antes de actuar, en eso me convertirás si sigues con los golpes, te amamos pero esto no seguirá así, reflexiona y cuando lo hagas hablamos.- Lya."
Rompí la nota y apagué las velas. Ella tenía razón, si seguía golpeándola cada vez que me pusiera furioso, ella acabaría cómo esa mujer. Me fui al salón y me quité la ropa quedando en bóxer, me tumbé y me dormí.
NARRA LYA
—Arriba cariño —susurré a Molly.
—Mami —susurró riendo. La levanté y la puse sobre el cambiador. Sentí que alguien me tapaba la boca y tomaban a Molly.
—Tu noviecito no te protegió lo suficiente —una voz distorsionada me habló antes de caer en un profundo sueño.
(...)
NARRA JARED
Oí mi móvil sonar y lo cogí.
—Hola Jared —la misma voz de antes.
— ¿Qué quieres?
—Tengo a tus chicas —dijo y pegué un salto fuera del sofá.
—Mentira —dije.
—Ve a comprobarlo, son más preciosas desde cerca, sobre todo Lya, huele muy... bien —susurró. Corrí arriba y las busqué, no había nada de ellas.
— ¡Déjalas! ¡No les hagas nada, cabrón! —grité desesperado.
—Quiero algo a cambio.
— ¿El qué?
—Cuatro millones de dólares en negro. Te llamaré para darte más datos —colgó.
No, no, no.
¡Se las había llevado!
—Mamá —inmediatamente marqué a mi madre.
—Hijo, ¿qué tal?
—Tienes que venir a mi casa, llama a todos, y a la policía.
— ¿Por qué?
—Mamá, secuestraron a Lya y Molly, necesito que vengáis ya —colgué.
Sólo esperaba que ellas estuvieran bien porque si no iban a volar cabezas.
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Lya Thompson
Romance- ¿Morirías por mi? Le dije en un acto de rebeldía. - ¿Morir? Es muy fácil, instantáneo. Viviría por ti, vivir es más complicado, es más nosotros.