Capítulo 43

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NARRA JARED

—Molly ven —llamé a mi pequeña.

—Papá te quelo —dijo besando mi mejilla, sonreí y besé el vientre de Lya. Estábamos los tres en la cama.

—Molly, ¿sabes que mamá tiene a tu hermanito en la barriga? —pregunté poniendo su manito en el vientre de Lya.

— ¿Hemanito?

—Una personita nueva que irá contigo toda la vida.

— ¡Una niña! —gritó.

— ¿Y si es un niño?

— ¡También! —dijo riendo y abrazándonos. Oí mi móvil sonar y me estiré a cogerlo. Número desconocido.

Qué raro.

— ¿Si?

Hola Jared era una voz conocida pero no la reconocía.

— ¿Quién eres? —Lya me miró y atrajo a Molly a sus brazos.

—Lleva cuidado en dejar a tus chicas solas en casa, cualquier desalmado podría entrar y hacerle cosas indebidas.

—Hijo de puta, ¿quién eres?

Cuida a tu novia y a tus hijos, sí, al bebé de su vientre, o si no puede que lo haga yo dijo colgando.

— ¿Quién era? —preguntó Lya acariciando mi hombro.

Me sentía impotente de no poder asegurarme que ellas estuvieran seguras.

—No quiero que salgáis de casa ni tú, ni Molly.

— ¿Qué? ¿Porq-

— ¡Dije que no salgáis de la casa! —ella saltó y sus ojos se llenaron de lágrimas.

—Papá —oí la voz de Molly y me volteé.

—Aléjate de papa, cariño, ve al cuarto —Lya dejó en el suelo a Molly, y esta anduvo al cuarto sin decir más.

—Lya, no salgáis —la señalé con el dedo mirándola.

—No me vuelvas a hablar así, Jared, y mucho menos delante de mi hija.

Lya estaba enfadada, y con razón.

—Cállate, Lya.

Me estaba poniendo nervioso, esa llamada no me había gustado para nada.

— ¡No me pienso callar! —gritó.

Sin pensar, me giré hacia ella y le solté una bofetada. Sus ojos se abrieron mientras su mano iba a su mejilla.

—Se acabó, cabrón.

(...)

Llegué a casa con los ojos ardiendo y picándome. Había hablado con mi madre y ella me había dado la hostia de mi vida.

Subí a la habitación y no estaba ella. Me empecé a preocupar y fui a la habitación de Molly, tampoco estaba pero había una nota.

"Ve a la cocina."

Caminé primero a la habitación de invitados y allí estaba Molly durmiendo junto a Lya, abrazadas. Bajé a la cocina, y vi unas velas y varias fotos.

Las cogí y vi que éramos Lya y yo sonriendo. Molly en mis brazos, Lya y Molly riendo, Molly besando mi mejilla, Lya abrazando su vientre, todos juntos y... una mujer golpeada brutalmente y desconocida, junto a una nota.

"Piensa antes de actuar, en eso me convertirás si sigues con los golpes, te amamos pero esto no seguirá así, reflexiona y cuando lo hagas hablamos.- Lya."

Rompí la nota y apagué las velas. Ella tenía razón, si seguía golpeándola cada vez que me pusiera furioso, ella acabaría cómo esa mujer. Me fui al salón y me quité la ropa quedando en bóxer, me tumbé y me dormí.

NARRA LYA

—Arriba cariño —susurré a Molly.

—Mami —susurró riendo. La levanté y la puse sobre el cambiador. Sentí que alguien me tapaba la boca y tomaban a Molly.

—Tu noviecito no te protegió lo suficiente —una voz distorsionada me habló antes de caer en un profundo sueño.

(...)

NARRA JARED

Oí mi móvil sonar y lo cogí.

—Hola Jared —la misma voz de antes.

— ¿Qué quieres?

Tengo a tus chicas dijo y pegué un salto fuera del sofá.

—Mentira —dije.

—Ve a comprobarlo, son más preciosas desde cerca, sobre todo Lya, huele muy... bien —susurró. Corrí arriba y las busqué, no había nada de ellas.

— ¡Déjalas! ¡No les hagas nada, cabrón! —grité desesperado.

—Quiero algo a cambio.

— ¿El qué?

—Cuatro millones de dólares en negro. Te llamaré para darte más datos —colgó.

No, no, no.

¡Se las había llevado!

—Mamá —inmediatamente marqué a mi madre.

—Hijo, ¿qué tal?

—Tienes que venir a mi casa, llama a todos, y a la policía.

— ¿Por qué?

—Mamá, secuestraron a Lya y Molly, necesito que vengáis ya —colgué.

Sólo esperaba que ellas estuvieran bien porque si no iban a volar cabezas.

Lya Thompson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora