Entré por la puerta con Molly en brazos. Vi a Jared mirando a Molly pero yo seguí subiendo las escaleras.
Fui a su habitación. Le puse su pijama y la dejé arropada en la cuna.
—Perdón por todo, cariño, sé que soy una mala madre y que te mereces una mejor pero...- le dije acariciando su cálido rostro, mientras mi voz se rompía.
NARRA JARED
—...una mala madre y que te mereces una mejor pero...—esas palabras me atravesaron el alma. La había llamado puta, mala madre y pobretona, sólo por mi maldito enojo. Ella quería darle mi apellido a Molly y yo lo había arruinado, sólo escucharla sollozar me mataba.
—Te quiero mi amor —oí decir a Lya. Fui a mi habitación y me quité la ropa quedando solo en un pantalón de chándal gris y unos calcetines negros. Ella entró segundos después y cogió su pijama.
—Lya...
—Buenas noches, Jared —dijo con la mirada en el suelo y yéndose al cuarto de invitados.
Era un idiota diez. Cerré la puerta con pestillo y grité enfurecido, rompí un trozo de pared. Miré el espejo y le di un puñetazo, las lágrimas saltaban de mis ojos con rabia hacia mí. Cogí un cristal y me rajé el hombro, grité de dolor. Mis ojos estaban completamente negros, estaba teniendo uno de mis ataques de furia.
— ¡Jared abre! ¡Por favor, abre, tranquilo, Jared! —gritó Lya desde fuera. Gruñí y partí el armario en dos mientras el despertador volaba hacia la ventana y llegó. Rompió todo el cristal incrustándose en mi piel.
— ¡Jared abre! —gritó Lya con voz rara. Quité el seguro y ella entró temerosa, —Dios —jadeó con sorpresa. Ella me miró e hizo una mueca.
—Vete —ordené.
—Jared, cálmate —me susurró acercándose, sollocé con un gruñido mientras las lágrimas caían, —Ven —me cogió de la mano suavemente y me llevó al baño. Me hizo sentarme en el inodoro y cogió un algodón, tiritas y alcohol, junto con una venda.
—Esto te dolerá —dijo poniendo cuidadosamente el algodón con alcohol en mi hombro. Gruñí y rió, me fijé en su vestuario y sólo llevaba la ropa interior de encaje.
—Gracias —susurré. Ella vendó mi hombro y después me inspeccionó, cogió unas tiritas y las puso donde tenía cristalitos clavados, después de sacarlos.
—Ya está —suspiró, se lavó las manos y me miró, — ¿Por qué hiciste esto? —me preguntó.
—Porque soy un hijo de puta que no te merece —le dije mirándola con lágrimas en mis mejillas pero las traté de limpiar, cosa que a ella no le gustó y apartó mis manos.
—Desahógate pero ven —dijo cogiéndome la mano de nuevo. Fuimos a la de invitados y me sentó en la cama cerrando la puerta.
—Lucía, fue mi ex novia, ella me engañó —le confesé. Ella asintió y quitó el brazo de mis piernas para sentarse ella.
—Túmbate —me ordenó, lo hice y se puso a horcajadas de mi, — ¿Cuánto duraron? —preguntó tocando mi tatuaje.
— Un año y medio, nunca la amé solo le tenía cariño —le dije acariciando su cintura morada. Cogí un bote de crema antihematomas y cogí un poco. Lo expandí por su cintura y por el otro lado.
—Lo siento por desconfiar de ti, es que no quiero volver a sufrir por un hombre —me dijo bajándose de mí y cogiendo una camiseta mía. Se la puso y se tumbó a mi lado.
— ¿Quién fue? —pregunté.
—Brandon, el fue mi novio durante dos años, pero me dejó al saber que estaba embarazada de Molly y se fue del país —me dijo mirándome.
— ¿Te puedo abrazar? —pregunté por miedo a que diga no.
—Siempre —dijo cogiendo las mantas y poniéndolas encima de nosotros. La abracé inspirando su dulce olor y la miré embobado.
Ella miró mis labios y sonrió, me acerqué lentamente y rocé nuestros labios.
—Nunca dejaré de quererte, nena —le dije chocando nuestros labios suavemente y con amor. Ella me respondió y la atraje hacia mí. Nos separamos por falta de aire.
—Buenas noches, Jared. Te quiero —me dijo dándome un pico y cerrando sus ojos. Me abrazó y sonreí cerrando mis ojos.
—Yo te quiero más, amor —susurré abrazándola más fuerte.

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Lya Thompson
Romance- ¿Morirías por mi? Le dije en un acto de rebeldía. - ¿Morir? Es muy fácil, instantáneo. Viviría por ti, vivir es más complicado, es más nosotros.