Capítulo 41

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¡Estaba embarazada! Un bebé de Jared.

Me quería asegurar, así que me guardé el test de embarazo y volví a recepción.

— Quiero una cita con el ginecólogo — dije, ella asintió.

—Hoy a las seis y cuarto, o sea en tres horas —dijo. Asentí y vi a Jared sentado con la cabeza entre sus manos. Me acerqué y quité sus manos. Él me miró y vi sus ojos aguados.

—Jared, ¿qué pasa? —pregunté sentándome en sus piernas. Él me abrazó y me besó en el hombro.

—Estoy preocupado por Molly, sois mi todo y no quiero que os pase nada — susurró besando mi cuello.

—Tengo que hablar contigo — quería decirle todo y lo haría. Confiaba en él y sé que quería este bebe.

—Odio esas cuatro palabras, ¿es malo o bueno? — preguntó besando mi brazo.

—No sé, para mí es muy bueno para ti... creo que también es bueno —dije con timidez.

— Dime.

—Mira esto —le di el test y lo tomó. Una sonrisa asomó sus labios y me besó mientras me abrazaba.

— ¿Estás embarazada? — preguntó sonriéndome.

—Tengo una cita con el doctor en tres horas — le dije.

— ¿Cuándo lo hiciste?

— Hace un rato — le dije besando sus labios cortamente.

Dos horas después.

— ¿Familiares de Molly Thompson? —preguntó un doctor.

—Aquí —nos levantamos los dos y cogí la mano de Jared.

—La niña tiene un caso de gripe. Le recetaré unas medicinas y descanso. ¿Ustedes trabajan?

—Ella no, yo si — dijo Jared.

—La niña es muy pequeña así que si usted se queda cuidándola también. Se pondrá mejor con eso, es todo. Ya se puede ir a casa, habitación 23 —nos informó. Asentimos y caminamos a la habitación. Molly estaba mirando todo con alucinación. Me acerqué y la abracé suavemente.

—Mami —rió Molly, me senté con ella en la camilla y Jared la abrazó, — Papi —rió de nuevo. Jared me abrazó por el vientre y me besó.

— Nos vamos a casa, cielo —dije cogiéndola en brazos y pasándosela a Jared. Él sonrió y fuimos a recepción.

—Aquí tienen el alta de Molly — nos dijo la recepcionista, le sonreí y nos fuimos. Yo llevaba la receta de medicinas y sus cosas. Jared arrancó y nos dirigimos a casa de William.

(...)

—Hola —nos saludó Will al abrirnos.

—Hola, ¿os podéis quedar con Molly unas hora más o menos? —pregunté sonriendo.

—Claro, dámela. Hasta luego —dijo Will cogiendo a Molly. Nos subimos al auto y Jared se puso a besarme. Nos separamos y yo tenía los labios rojos.

—Wow —susurré mirándolo mientras conducía al hospital para la cita. Aparcó y salimos. Me cogió de la mano y fuimos a la planta de ginecología.

Nos sentamos en la sala de espera y suspiré.

— ¿Qué pasa si sale negativo? —pregunté temerosa.

—Nada, sería una desilusión pero seguiríamos intentándolo.

—No sé qué sería de nosotras sin ti, Jared —dije abrazándolo, él tocó mi vientre plano y sonrió.

—Espero que haya un mini-Jared aquí dentro —dijo, reí y sonrió.

—Lya Thompson —dijo la enfermera, nos levantamos y entramos a la consulta.

—Buenas tardes, ¿qué necesitáis? —preguntó el doctor.

—Quería saber si estaba embarazada, me hice un test y salió positivo —dije apretando la mano de Jared.

—Recuéstate en la camilla y remángate la camiseta —me levanté y Jared me siguió.

—Tranquila —susurró Jared.

—Bien, vamos a ver —me echó en el vientre una crema azulada y pegajosa. Enchufó el ecógrafo y puso la maquina en mi vientre. Jared miraba la pantalla con nervios y a la vez, con admiración. El doctor empezó a mover la maquina y vimos una manchita, cómo un cacahuete.

—Usted está oficialmente embarazada de seis semanas —dijo el doctor, sonreí y se me saltaron las lágrimas, —Felicidades, aquí tiene —le dio un papel a Jared y me limpió el vientre, él también lloraba. Me bajé de la camilla y lo abracé.

—Tienes que venir todos meses hasta el sexto mes. Usted está en peligro de abortar, es muy extraño que con 30% se quede embarazada pero lo hicieron, ahora sólo tiene que cuidarse, no llevar ni emociones fuertes ni cargas pesadas. Buen día —dijo el doctor, salimos y Jared me elevó por los aires, me besó y sonreí.

—Vas a ser el mejor padre del mundo —dije besándolo.

—Te amo, nena. Me has dado lo mejor del mundo, aunque tú ya eres la mejor madre y novia del mundo —dijo bajándome con cuidado. Sonreí y cogí su mano poniéndola en mi vientre. Llegamos al coche y nos montamos. Fuimos a casa de William y nos abrió Elena, trajo a Molly y sin decir mucho más, nos fuimos a casa.

—Vamos chicas —dijo Jared con Molly durmiendo en sus brazos. Subimos arriba y me cambie por unas pantis azules y una camiseta de tirantes blanca, fui a la habitación de Molly y besé su frente arropándola. Bajé abajo y vi a Jared sin camiseta, me puse a su lado y lo abracé. Él me miró y vi sus ojos apagados.

—Amor, ¿estás bien?

— ¿Y si no soy el mejor padre? —preguntó.

—Serás el mejor siempre.

—Te amo tanto —susurró tumbándome junto a él en la cama. Lo abracé y él abrazó mi vientre.

Lya Thompson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora