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Un año ya había pasado desde todo el lio, desde el accidente hasta lo de nuestro noviazgo por lo que ya no se me hacía extraño ni a mí ni a los chicos el hecho de que yo cargara conmigo siempre aquel pequeño anillo que me había dado Kris.

Todo el mundo creía que yo cargaba un pequeño anillo de la suerte, la verdad era distinta pues yo lo llevaba en una pequeña cadena que nunca me quitaba y Kris lo llevaba alrededor de su dedo anular, como siempre lo había hecho.

Pero mantener el secreto era difícil. Sobre todo para el quien era el que más sufría de los dos.

Muchas cosas habían pasado a lo largo de este año, por lo que ambos nos vimos envueltos en diferentes rumores y situaciones que solo contribuyeron a afianzar nuestra secreta relación de la cual solo estaban enterados los chicos de EXO y nuestros managers, aunque algunas unnies de vestuario y maquillaje también lo sabían y les gustaba gastarnos bromas haciéndonos usar conceptos complementarios entre nosotros.

Después de mi vuelta a Seúl mi carrera como actriz despego como los aviones en el aeropuerto, de manera rápida y segura haciendo que mi popularidad aumentara y con esto el trabajo y los compañeros de trabajo.

Esto último a Kris no le agrado para nada.

Además de eso tuve muchos trabajos como MC producto a la cantidad de idiomas que dominaba y el claro aprecio que tenía el público por mí y un compañero recurrente fue Kim Woo Bin.

Kris no le tenía aprecio. Por otro lado yo le tome cariño, pues después de todo estábamos juntos en muchos proyectos. Demasiados para el gusto de mi novio, demasiados.

-Dime que no es cierto- medio gemí en la camioneta que estaba compartiendo de momento con mi amigo y compañero  Woo Bin.

-Lamentablemente para ti enana es verdad- sonrió abiertamente.

Era bien sabido que a Kim Woo Bin no le gustaba perder y también era de domino público que cada vez que él había asistido a cierto programa de variedad siempre había sido derrotado estrepitosamente por lo que para promocionar la última película en la que ambos estábamos trabajando nos seleccionaron para hacerle un poco de promoción en aquel programa.

-¿Y por qué diablos no me dijiste antes?- colapse –Tu mejor que nadie sabes que jamás he ido a un programa de variedades- chille y Unnie se giró a verme acusadoramente.

Woo Bin solo sonreía –Porque sabía que reaccionarias de esta manera- su sonrisa parecía no borrarse con nada –Además si has estado en un programa de variedad- fruncí el ceño confundida haciendo que el mayor soltase una carcajada.

-Esto no me parece gracioso- sabía perfectamente que él estaba muy feliz con todo.

A Woo Bin le encantaba molestarme, yo era algo así como su odiosa hermana pequeña a la cual él había procurado proteger pero aun así me molestaba en cualquier lugar solo para poder reírse a mi costa.

Era un imbécil, pero aun así le había tomado mucho cariño.

-Estuviste en Hello Baby- soltó cambiando el tema de mi ira.

-Sí, pero en aquel programa no debía correr por todas partes- explote y a él pareció agradarle.

-Vamos, yo sé que te gusta Running Man- gimoteo.

-Verlo por la televisión- volví a chillar y tanto unnie como el manager de Woo Bin se rieron –Es muy distinto verlo a que vivirlo-

-Pero te tengo una sorpresa- soltó con aquel tono misterioso que hacía que yo me interesase en lo que él decía –Hoy seremos espías- sonrió como un niño pequeño.

Just a Game?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora