Llevaba alrededor de una hora explicándole todo acerca del programa y como es que termine con un esposo y con un hijo. Cosa que tal y como había pensado la escandalizo por el simple hecho de que me considero una mujer hipócrita pero tengo la certeza de que cuando ella vea a Seung caerá de la misma manera que yo ante el tierno pelinegro.
-¿Así que el rubio al que abrazabas hace un rato es tu esposo? ¿Él fue el que me contesto el teléfono? ¿Por qué mierda tienes tanta suerte? – mi hermana aún se veía realmente desconcertada pero no más de los que yo lo estaba.
-No lo sé- me encogí de hombros y ella solo rodo los ojos –Esta bien si es mi esposo pero una pregunta más importante ¿Qué haces aquí en Corea?- ella sonrió abiertamente mientras yo podía ver como mi futuro se arruinaba producto de ella.
-Vine a visitarte ya que papa y mama no podrían venir- soltó mientras sacaba un pequeño y arrugado sobre de su bolsillo –Además tenía que ver como llevas esto de ser una modelo famosa lo cual por cierto nuestros padres no saben por el simple hecho de que papa se volvería loco y vendría a buscarte de los pelos- ambas nos reímos ante la imagen histérica de mi padre.
Él era quien nos cuidaba de manera maternal mientras que nuestra madre tenía una relación superficial y fría con nosotras, si bien toda mi vida pensé que no nos quería después de mucho pensarlo me di cuenta de que ella odiaba el hecho de ser relegada a las labores “femeninas por naturaleza” ya que debajo de toda esa actitud fría que tenía nos quería mucho y se preocupaba por nosotras.
-¿Tienes donde quedarte?-
-Claro estaré en un hotel cercano aquí, solo vengo por dos semanas y por lo que me di cuenta vives bastante ocupada así que no creo que tengamos mucho tiempo- bajo su cabeza como siempre solía hacerlo de pequeña cuando la decepcionaban.
-Todos los días te veré- ella levanto su cabeza con una enorme sonrisa surcando sus labios -¿Parece que me extrañaste?- sonreí triunfante y ella se sonrojo.
-Por supuesto idiota- se giró a mirar por la ventana para evitar mi mirada –Te he extrañado más de lo que había pensado hacerlo, ya no tengo a quien molestar- no pude evitar reírme fuerte ya que mi padre cada vez que la ve molesta o con ganas de pelear arranca a quien sabe dónde –Además no tengo a quien me salve el trasero en todo lo que hago mal.
¿Escuche bien? Ella está admitiendo que soy su salvadora!!!!
-Linda, era obvio que me iría en algún momento de mi vida pero créeme que puedes venir aquí cada vez que quieras escapar- le guiñe un ojo y ella sonrió.
-Dejemos las babosadas cursis de lado y quiero que me presentes a tu pequeño hijo- ambas comenzamos a avanzar en dirección a la salida donde supuestamente Kris me debía estar esperando con Seung y los chicos –Por cierto tu esposo ¿Tiene amigos?- me gire a verla y solté la carcajada más grande que había tenido en estos últimos meses.
-Tú no cambiaras jamás- negué con la cabeza y ella solo se encogió de hombros.
-Jamás dejare mi esencia- sonrió triunfal –Por cierto, siempre quise verte así, te ves hermosa- sonrió abiertamente mientras me miraba de pies a cabeza –Claro que no más que yo- solté un bufido y ella me chisto.
-Tu sí que sabes cómo arruinar un lindo momento- le di un ligero golpe en la cabeza y ambas salimos corriendo del ascensor como las personas inmaduras que somos –Me siento feliz de que estés aquí- tome su mano y ambas salimos en dirección a la van en la cual se encontraba el resto esperándonos.
Cuando llegamos al frontis donde el resto nos esperaban no pude evitar reírme ante la cara de sorpresa de mi querida hermanita quien supongo hará un comentario bastante entretenido para mí.